JUAN MANUEL CHARRY

Opinión

Destructores de misiles guiados: el fin de Maduro

Duro precedente contra los gobiernos cómplices antidemocráticos en la guerra contra el narcotráfico, que configura una advertencia para el Gobierno Petro.

Juan Manuel Charry Urueña
21 de agosto de 2025

El gobierno norteamericano de Donald Trump anunció el envío de tres destructores de misiles guiados, submarinos, aviones y cerca de cuatro mil marineros hasta el límite del mar territorial de Venezuela, como parte del esfuerzo por enfrentar y derrotar a los carteles latinoamericanos de drogas, calificados por ese gobierno como organizaciones terroristas globales.

De otra parte, Washington aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por cualquier información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, acusado en ese país de liderar el llamado Cartel de los Soles. También, la Corte Penal Internacional adelanta investigaciones contra Maduro por violación de derechos humanos.

El congresista norteamericano Bernie Moreno consideró que Maduro no acabaría este año en el poder y que se acercaba el fin de la dictadura en Venezuela. Además, señaló que con el presidente Petro se debían definir acciones conjuntas durante su último año de gobierno, aunque reconoció que la relación no era como con gobiernos anteriores.

La respuesta del dictador Nicolás Maduro fue el anuncio de despliegue de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio y calificó las medidas como “amenazas extravagantes, estrambóticas y estrafalarias” de Estados Unidos contra Venezuela.

La respuesta de Gustavo Petro fue de calificar como el peor error la idea de invadir Venezuela. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, dijo que la posición de Colombia es lo que dicen la Constitución y la ley, la defensa de la soberanía, independencia e integridad territorial, y que con Estados Unidos manteníamos una relación estrecha.

Después de las últimas elecciones en Venezuela, en la que la oposición publicó las actas de votación que le darían el triunfo, la permanencia de Maduro en la Presidencia es considerada ilegal e ilegítima por distintos gobiernos.

El despliegue militar de la primera potencia mundial sería una compensación a las políticas contra la migración y una medida de intimidación y bloqueo al gobierno irregular de Venezuela; las posibilidades de invasión, en mi opinión, serían mínimas. La recompensa de 50 millones de dólares es una manera de minar las lealtades de subalternos y de sembrar la desconfianza al interior de ese gobierno. Ahora bien, un ataque selectivo mediante misiles dirigidos, teniendo objetivos específicos, aunque improbable, sería posible dependiendo de la evolución de las circunstancias.

El Gobierno de Colombia implícitamente queda en la mira de Estados Unidos, por las hectáreas sembradas de hoja de coca en aumento y el tráfico de drogas ilícitas, así como por el término del periodo presidencial y las garantías de próximas elecciones limpias y transparentes. En el futuro no se tratará solo de nuevos aranceles a los productos nacionales, sino de medidas intimidatorias y de fuerza dirigidas directamente contra personas responsables.

En síntesis, el gobierno Trump considera ilegítimo, terrorista y narcotraficante al gobierno Maduro, con facultades para combatirlo fuera del territorio norteamericano. Así se sentará un duro precedente contra los gobiernos cómplices antidemocráticos y en la guerra contra el narcotráfico, que de una u otra manera configura una advertencia para el Gobierno Petro.

Cita de la semana: “Leary resumiría la situación con estas palabras: las reglas de juego están a punto de cambiar… Las drogas son la religión del siglo XXI...”, Peter Watson, La edad de la nada (2014).

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