Aurelio Suárez Montoya. Columna Semana

Opinión

Desde la tarima de la vergüenza, se leía: “Douglas, Aranjuez te ama”

Sería ingenuo no ver, en el extravagante show de La Alpujarra, concebido milimétricamente, un acto de campaña electoral para 2026, en la que ya anda Petro.

Aurelio Suárez Montoya
28 de junio de 2025

Esta declaración de amor fue una de las más notorias en la concentración de Petro en la plazoleta de La Alpujarra de Medellín. Con el trascurso de las horas se evidenció que, ante todo, se trataba de la puesta en escena, con bombos y platillos, de la presencia de los representantes del otro poder urbano y publicitar los “diálogos sociojurídicos”, que no se sabe bien qué son, con la confederación del crimen local, la “Oficina”, y cuya “facilitadora” es la senadora Isabel Zuleta.

Están –para el ejercicio de dicho diálogo– concentrados en la cárcel de Itagüí en un área vip de máxima seguridad con toda suerte de comodidades suministradas por el Inpec. En el grupo de protagonistas sobresalen por su prontuario alias Douglas y los otros alias, Carlos Pesebre, Tom y Vallejo. También estaban eslabones de las estructuras, que, según algunos observadores, siguen en la comisión de delitos.

Sus bandas, “la Terraza”, “los Pesebreros” y otras tantas, se enseñorean en Manrique y Aranjuez, en la parte nororiental, y en las comunas 13 y 7, en la centroccidental, y en Bello, uno de los municipios del Área Metropolitana, en donde, además, tiene figuración política el senador del Pacto Histórico León Fredy Muñoz, en primera línea en esa bochornosa obra teatral.

Douglas, cuyo nombre es José Leonardo Muñoz, condenado a 32 años, es un curtido cabecilla, señalado por un número diverso y amplio de delitos, casi todo el Código Penal. Freyner Ramírez García, alias Carlos Pesebre, convicto a 36 años, es un trajinado capo de la zona de El Pesebre que a un récord delictivo como el de Douglas le sumó el robo continuo de gasolina por el paso en sus dominios del poliducto Cartago-Medellín. En cuanto a Tom, Juan Carlos Mesa, con Jorge de Jesús Vallejo, alias Vallejo, coordina “50 % de las bandas del Valle de Aburrá” y las “articulan” con las de Medellín (El Colombiano, 25/4/20).

El significado del repudiable espectáculo del presidente Petro, que contó con la obvia presencia del exalcalde Daniel Quintero, imputado de cargos por la Fiscalía, no fue solo una inadecuada atribución de autoridad política a la “Oficina”, sino una contraposición a las autoridades territoriales, la elevó a la categoría de parapoder.

Gustavo Petro no ignora que, según cálculos de expertos en seguridad y convivencia, esa mafia cuenta con 5.000 y 6.000 militantes activos en núcleos de relacionamiento de 350 combos, la mayoría subordinados a 15 o 20 bandas (Eafit, 10/21/20).

¿Será por ese “Gobierno criminal”–que, en sectores de Medellín según investigación de Eafit, las comunidades ven como un “actor más legítimo que la Alcaldía”– el que la tasa de homicidios bajó de 24 por cada 100.000 habitantes en 2019 a solo 11,7 en 2024? ¿Se vive, pactada ahora con Petro, una segunda “donbernabilidad”, como la de 2003 a 2007, la “pacificación armada”, una “violencia regulada”? (Ver La Silla Vacía, 16/5/2018).

La organización Casa de las Estrategias enfatiza en que el mayor número de homicidios es de hombres jóvenes entre los 18 y 28 años y hasta de adolescentes entre los 14 y 17, y recapitula que “entre 1979 y 2023 perdimos en esta ciudad a 58.306 jóvenes”. Si el patrón del juvenicidio continúa, que si bien no tanto como en 1991 con 7.000 o entre 1999 y 2005 con otro “pico”, ¿habrá borrón y cuenta nueva para la matanza que inició Pablo Escobar?

(https://casadelasestrategias.com/capsula-analisis-de-homicidios-2024-ii/)

Es lamentable que las víctimas, ausentes del proscenio, no tendrían verdad plena en los “diálogos sociojurídicos” (sin marco jurídico aún). No está claro si habrá delación de las complicidades, de funcionarios, personas civiles y fuerza pública, ya que el interés de los victimarios se enfoca en reclamar libertad para “cambiar las economías ilegales”, sin reparar ni en justicia ni en reparación.

(https://verdadabierta.com/verdad-sin-delacion-el-dilema-del-proceso-de-paz-total-urbana-en-medellin/)

No obstante, esta semana Douglas dijo al referirse a los gobernantes: “A casi todos los he ayudado, les he colaborado. A la mayoría les hemos ayudado. ¿Sí me entiende? Pero son cosas que uno las dice en su momento. […] que sea el momento oportuno para nosotros hablar de esos temas […]” (W Radio, 26/6/25).

Sería ingenuo no ver, en el extravagante show de La Alpujarra, concebido milimétricamente, un acto de campaña electoral para 2026, en la que ya anda Petro, valido del dicho de los jefes de la “Oficina”: “Somos esos líderes que la comunidad escucha y si vos decís ‘es que a mí parece que esta persona’ […] entonces esa es la persona”. ¿Acaso serán Quintero, Zuleta y León Fredy?

A leguas se aprecian esos cálculos.

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