MAURICIO BOTERO

Opinión

Cuba: ¿un país que se autoexcluyó del comercio internacional?

El enorme fracaso de Cuba se debe es a su singular y anacrónico modelo social y económico, no a un ‘bloqueo’ que al final del día es ineficaz.

Mauricio Botero Caicedo
16 de abril de 2025

Cuba aparentemente participa activamente en el comercio internacional, tanto en exportaciones como en importaciones. Según datos de 2022, el país exportó productos a 88 países e importó bienes desde 138 países, habiendo firmado acuerdos comerciales con al menos 71 de ellos. El enorme problema que enfrenta Cuba no es un ‘bloqueo’, ni mucho menos aranceles prohibitivos, sino que su actividad dentro del comercio internacional es casi inexistente: no exporta casi nada, porque no produce casi nada. En 2023, las exportaciones cubanas fueron cercanas a los 2.000 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de 10.000 millones. Aparte del petróleo, cuyos principales suministradores son Rusia, México y Venezuela, los principales rubros de importación de Cuba son los alimentos y las medicinas. ¿Y quién es el principal exportador a Cuba de alimentos y medicinas? Estados Unidos. Las importaciones desde Estados Unidos a Cuba totalizaron cerca de 587 millones de dólares, representando un aumento del 45 % respecto a 2023. Entonces afirmar, como lo hace recientemente un columnista de El Espectador, que “Cuba ha podido enfrentar más de 70 años de asedio, acorralamiento y mil formas de agresión por parte del mayor poder militar y económico que ha conocido la humanidad”, no deja de ser una sandez. Estados Unidos es prácticamente el principal socio comercial de Cuba. Y lo de la ‘atención insuperable en los centros de salud’, en un país en el que escasean cerca de la totalidad de los medicamentos y buena parte de los prestadores de salud, es otra sandez.

¿Cómo hace Cuba para financiar el monumental déficit comercial que tiene? Por varios mecanismos, siendo el principal las Brigadas Médicas, una especie de esclavitud moderna en que a los médicos que van al extranjero se les retiene hasta el 80 % de su salario; un segundo mecanismo son las remesas, principalmente desde Estados Unidos, y el tercero es el turismo, sector que no solo enfrenta una infraestructura cada día más deteriorada, sino una durísima competencia de países como México y República Dominicana que ofrecen playas iguales o más atractivas, a precios sustancialmente más competitivos.

Cuba enfrenta hoy una situación económica muy compleja: una crisis energética sin precedentes con apagones prácticamente diarios; una inflación descontrolada; una infraestructura decrépita, especialmente en el campo de los servicios; un éxodo poblacional masivo; y altísimos niveles de desconfianza. Con un nivel de pobreza que afecta a nueve de cada diez cubanos, hoy Cuba produce menos azúcar que en 1900; menos leche, arroz y maíz, que hace 30 años; y su industria opera a menos del 30 % de su capacidad. Hoy por hoy no existe posibilidad alguna de que la isla salga adelante sin una profunda transformación de su modelo social y económico. ¿Habrá la menor posibilidad de reforma el sistema cubano? Mientras que la casta dominante mantenga una férrea alianza con el estamento militar y vean cualquier liberalización como un riesgo de perder el control político y social, no va a existir ninguna posibilidad de cambio. El sufrido pueblo cubano, que lleva 66 años aguantando una corrupta dictadura, solo tiene como alternativa el exilio.

El autor de esta nota cree que se deben levantar las restricciones sobre Cuba, ya que para lo único que sirven es para darle excusa al régimen cubano y a todos sus apologistas a nivel mundial, de argumentar que el profundo fracaso de la isla se debe al “asedio, acorralamiento y mil formas de agresión por parte del mayor poder militar y económico que ha conocido la humanidad”. Eso es una mentira: el enorme fracaso de Cuba se debe es a su singular y anacrónico modelo social y económico, no a un ‘bloqueo’ que al final del día es ineficaz.