Jorge Eduardo Barón Columna Semana

Opinión

Batallón Colombia: héroes de Corea

Muchos de estos héroes que se han ido perdiendo en el tiempo, no solo soportan el dolor del olvido, sino también la dura realidad que enfrentan los colombianos más vulnerables.

Jorge Barón
5 de marzo de 2025

¡Todas las naciones tienen sus héroes! Estados Unidos y demás países aliados de la Segunda Guerra Mundial inmortalizaron a sus veteranos como centinelas de la libertad y salvadores de la democracia. Por otra parte, en Colombia existen 52.889 veteranos, quienes lucharon en incontables conflictos y batallas, los cuales se encuentran en el olvido colectivo por algunas instituciones del Estado y especialmente por la sociedad civil.

Un grupo muy reducido de estos valientes hombres, que hoy se encuentran casi al final de su vida, luchó hace 75 años en uno de los grandes conflictos del siglo XX. A soldados que lucharon con valor y altruismo en una guerra ajena, lamentablemente se les recompensó con el olvido, dejando atrás unas historias que nadie escuchó, en un campo de batalla que el tiempo enterró. Por ese motivo, hoy quiero contarles algunas de las historias de los miembros del Batallón Colombia: héroes de Corea.

Es importante mencionar que la Guerra de Corea fue un conflicto sin precedentes que enfrentó a las potencias comunistas contra un contingente de las Naciones Unidas, liderado por Estados Unidos. La participación colombiana fue imperativa para las ofensivas del ejército americano y la defensa de posiciones estratégicas, como fue la famosa Batalla Old Baldy, que demostró el ímpetu y valor colombiano al enfrentar a la inmensidad de las fuerzas chinas, al estilo de los 300 espartanos en la batalla de las Termópilas.

Al notar el olvido en el que se encontraba la historia de nuestra Fuerza Pública, me tomé la tarea de entrevistar a varios veteranos de la Guerra de Corea. Durante este viaje, tuve el placer de conocer a una variedad de hombres, entre ellos el coronel Guillermo Rodríguez, quien sirvió como oficial en el conflicto y ahora ocupa un prestigioso lugar en la historia de nuestra Fuerza Pública, y Jaime Álvarez, quien se convirtió en autor de su propio libro detallando sus experiencias.

Sin embargo, también conocí a otros héroes que no tuvieron la chance de ser reconocidos por los medios de comunicación, como lo son: Reinaldo Pulido, Víctor González, Juan Martínez, Félix Lozada, Jovino Páez, Rodrigo Villescas, José del Carmen Galvis, José Rafael Mariño, Argemiro Duque, Rosendo Restrepo, Hernán Alberto Pacheco e Israel Granada, quienes me relataron sus travesías heroicas en territorio desconocido.

Si bien sus historias son tan increíbles que no les hace honor solamente mencionarlos en una columna, quisiera destacar algunas de estas hazañas, como la historia de Guillermo Rodríguez, quien con apenas 23 años lideró a sus hombres en diversas operaciones de patrullaje y ofensiva en las incontables colinas del territorio coreano. También se tiene la épica historia de Víctor González, un soldado raso que vivió los horrores de la Batalla de Old Baldy, en la que perdió a dos de sus compañeros en un intenso bombardeo de artillería. Renaldo Pulido, por su parte, luchó en Old Baldy, pero lamentablemente fue herido por una granada que pudo haber acabado con su vida. De la misma manera, los integrantes de la Armada, Juan Martínez y Jaime Álvarez, fueron testigos del poder de la naturaleza al tener que soportar innumerables tornados mientras surcaban el océano Pacifico.

Sin embargo, no todo es color de rosa, pues muchos de estos héroes que se han ido perdiendo en el tiempo, no solo soportan el dolor del olvido, sino también la dura realidad que enfrentan los colombianos más vulnerables. Muchos de ellos, como Víctor González o Félix Lozada, no reciben sus servicios de salud de salubridad militar, lo que ha puesto en peligro su vida en múltiples ocasiones debido a la negligencia que le ha proporcionado el régimen subsidiado de salud.

Paradójicamente, algunos de ellos reciben una pensión mínima que, en palabras de uno de ellos, “apenas me alcanza para comer”. Además, vale la pena considerar la historia del veterano Argemiro Duque, quien después de la guerra, desarrolló su carrera como periodista, pero lamentablemente cayó en la extrema pobreza e indigencia. Hoy, al igual que muchos otros se encuentra abandonado por el gobierno, que paradójicamente dice estar al servicio de los “nadie”, pero no actúa por los más pobres de Colombia.

Como una opción de política pública, considero necesario modificar la ley del veterano para incluir categóricamente a los veteranos de Corea y a otros soldados mayores como un grupo especial, porque ellos, al ser sujetos de especial protección constitucional, merecen. De la misma manera, considero pertinente que el Ministerio de Defensa y los organismos encargados puedan desarrollar un sistema de base de datos eficiente que no excluya a varios veteranos que normalmente son de las familias más vulnerables de Colombia.

Hoy en día, no queda ni la décima parte de los integrantes del Batallón Colombia, los hombres, cuya lucha se perdió en el tiempo y su propia mortalidad. A manera de conclusión, considero que como sociedad civil tenemos una deuda histórica con nuestras fuerzas militares, por lo que es nuestro deber ayudar a ese soldado anónimo que alguna vez se arriesgó para proteger a la nación y hoy se encuentra olvidado por las arenas del tiempo.

Referencias:

Jorge Barón Televisión (2024). Batallón Colombia: héroes de Corea. Recuperado: https://www.youtube.com/watch?v=iZMisvyMRPY

Jorge Barón Televisión (2024). ¡Unidos por el Batallón Colombia! Entrevista a veteranos de Corea. Recuperado: https://www.youtube.com/watch?v=6LBpCkSLHgQ&list=PLYp0O5RZQsi7-NitGVC9gIttjblEFuFJM&index=15

Urrego-Sandoval, C. (2023). Museo Virtual de Veteranos de la Guerra de Corea: Un Espacio para Recordar. Imprenta (3).

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