Mompox
AmaMagdalena, el crucero que paralizó a Mompox tras su llegada a La Albarrada
SEMANA estuvo en la llegada de la embarcación al municipio de Mompox.


Sobre las 10 de la noche de este lunes, 7 de abril, Mompox se paralizó con la llegada del crucero de lujo por el río Magdalena. El pueblo se paralizó ante esta extraordinaria escena en la que el futuro les tocaba la puerta con esta majestuosidad.
En las calles de Mompox la gente no paraba de rumorar la llegada de la embarcación. Se escuchaba en cada calle frases como: “Pilas, que hoy llega el crucero”.
La embarcación no era cualquiera o como a la que ellos estaban acostumbrados a ver desde hace décadas, pues era el AmaMagdalena, uno de los barcos turísticos más sofisticados que ha navegado estas aguas en la historia reciente.
Y es que este crucero traía consigo una esperanza renovada para un pueblo que por siglos ha mirado hacia el río como su eje vital.
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El epicentro fue La Albarrada, donde centenares de personas se reunieron desde temprano, algunos con sus sillas de plástico, otros simplemente recostados en los muros coloniales.

Muchos no habían visto jamás un navío de tal tamaño ni tanta gente foránea desembarcando con cámaras, sombreros de ala ancha y asombro en los ojos.
Entre los testigos estaba Máximo Vanega Chávez, un momposino de 73 años que, con la serenidad que dan los años, no ocultó su asombro ante lo inédito de la escena: “Está lindo, está bonito… Yo nunca lo había visto”.

Aunque ha vivido toda su vida en Mompox, Vanega admitió que solo había escuchado del crucero por las noticias: “En las noticias sí lo oí que venía para acá, para Mompox, este crucero”.
El AmaMagdalena no solo trajo turistas: trajo movimiento. Trascendió lo visual. El simple acto de atracar generó una ola de dinamismo económico, palpable desde el centro histórico hasta los sectores más apartados. “Se mueve más la economía, claro”, aseguró Vanega.
Así pasó el crucero AmaMagdalena por varias poblaciones de Bolívar. La embarcación atracó en Mompóx, donde la población no sale del asombro. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/Cm21kf1D2h
— Revista Semana (@RevistaSemana) April 8, 2025
“El comercio aquí es un poco así… pero ahora mismo está estando bueno”.
Más allá del asombro de los mayores, los jóvenes también se agolparon para ver lo que, para muchos, era una postal sacada de una película.
Para Carlos Navarro, celador de un hotel local, fue testigo directo del ambiente. A sus 47 años, nunca había visto una conmoción parecida. “El flujo de gente fue inmenso… había niñas, jóvenes que nunca habían visto esto”, comentó en conversación con SEMANA.

“La gente está emocionada, había músicos de aquí de la región, se siente mucho la acogida aquí en el municipio de Mompox”, precisó.
Navarro, quien trabaja en un hotel que también funciona como café-bar, describió el impacto directo que esta visita ha tenido en el sector turístico.
“Los hoteles ya están prácticamente vendidos para ahora en Semana Santa. Con la llegada del crucero, más se siente la economía”, agregó.
El momento no solo fue turístico. También fue simbólico. Representó el comienzo de una nueva etapa para un pueblo que ha luchado por años contra el olvido. “Mompox ha crecido bastante”, dijo Vanega.
“Pero todavía le falta… Tiene que crecer más bonito, más adelante, entre más se va desarrollando los estudios, más se va ampliando”, agregó.
Y es que el AmaMagdalena fue más que un simple atraco de una embarcación. Fue la muestra de ese anhelo colectivo de una población que hoy es protagonista a nivel mundial.

Esta embarcación de lujo tiene un imponente largo de 225 pies y un ancho de 42.6 pies. Tiene capacidad para 64 pasajeros y 32 habitaciones que cuentan con el confort. Son 30 las personas encargadas de atender a los turistas extranjeros.