Antioquia

“Más devastador que los hipopótamos”: advierten aparición de animal, traído por Pablo Escobar, que huyó de la Hacienda Nápoles

Según los biólogos, la amenaza de la especie “puede superar con creces la problemática”.

24 de julio de 2025, 1:27 p. m.
El extinto narco Pablo Escobar llevó decenas de animales exóticos a su Hacienda Nápoles, algunos son hoy un dolor de cabeza para el medio ambiente.
El extinto narco Pablo Escobar llevó decenas de animales exóticos a su Hacienda Nápoles, algunos son hoy un dolor de cabeza para el medio ambiente. | Foto: Archivo.

Un artículo divulgado por la Universidad Nacional advierte sobre el preocupante riesgo que pueden representar los ciervos chitales, una especie traída a Colombia por el extinto narco Pablo Escobar, y que apareció en redes sociales este año después de haber escapado de la Hacienda Nápoles.

“Mientras la atención pública se centra en la proliferación de hipopótamos en la subregión del Magdalena Medio de Antioquia, la amenaza al ecosistema causada por la presencia y expansión sigilosa de ciervos chitales a otras zonas del departamento, ha permanecido en un segundo plano”, dice el escrito.

“Expertos alertan que, por su rápida expansión e impacto ecológico en la biodiversidad nativa, esta especie originaria de Asia podría ser, a largo plazo, mucho más devastadora y superar con creces la problemática ocasionada por los paquidermos, sus vecinos foráneos”, añade, en referencia a los hipopótamos.

Y es que los hipopótamos se han vuelto un dolor de cabeza para las autoridades ambientales y se han convertido, incluso, en una riesgosa mascota para algunos habitantes del Magdalena Medio.

hipopótamos Pablo escobar
Uno de los once hipopótamos nada en una de las 12 lagunas de la Hacienda Napoles, en el municipio de Puerto Triunfo, departamento de Antioquia, Colombia, el 18 de agosto de 2004. | Foto: AFP

Según el documento, los primeros avistamientos del ciervo chital en Puerto Triunfo, Antioquia, fueron registrados hace más de una década, pero solo hasta 2023 fue confirmada su presencia en libertad en la zona por medio de un artículo científico.

Ahora, su visibilidad aumentó tras el registro de varios ejemplares captados en fotografías y videos que se han convertido en tendencia en redes sociales en los últimos meses.

“Aunque las imágenes de lo que parece ser una familia de Axis axis enternece las redes sociales, biólogos, como Néstor Roncancio Duque, advierten que, si bien la magnitud de la problemática aún no es tan conocida como la de los hipopótamos, los ciervos chitales, especie proveniente del continente asiático, representan un riesgo significativo para el ecosistema local”, dice el escrito publicado por la Universidad Nacional.

“Incluso, el doctor en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín sugiere que su impacto a largo plazo podría ser más grave que el de los hipopótamos”, señala la publicación.

¿Por qué? Según los expertos, este es un problema que viene creciendo y es delicado por varias razones.

“Más allá de donde sea el origen, esta es una especie que tiene una tasa reproductiva más alta, posiblemente el triple más de la de los hipopótamos. Puede tener hasta tres individuos en cada parto (normalmente con dos partos por año), mientras que los hipopótamos solo pueden tener una cría al año”, explican.

Además, “debido a su alta tasa de reproducción, se ha manifestado en algunas partes que estos animales no solo están en la región de Puerto Triunfo, ya hay registros en Puerto Nare que está al Norte y en Sonsón, municipio que está al Sur de Puerto Triunfo, describió el médico veterinario y magíster en Biología Néstor Rocancio.

Aunque para este experto “el problema es más delicado con esta especie que con los hipopótamos debido a la línea de abundancia relativa que puede llegar a tener, es decir, la distribución de los individuos entre las diferentes especies presentes en el ecosistema y la capacidad de dispersión que tienen”.

Ciervos chitales avistados en Antioquia.
Ciervos chitales avistados en Antioquia. | Foto: Universidad Nacional.

“Los hipopótamos están limitados al medio acuático, estos no, se mueven por los bosques, por los potreros, por cualquier tipo de cobertura”, advierte.

Los ciervos chitales presentan unas cornamentas muy desarrolladas, una característica de los machos, que pueden pesar entre 60 kg y 90 kg, y son más grandes que las hembras.

“Se le llama venado moteado por sus “pintas” blancas en el pelaje como una estrategia de camuflaje. A diferencia del venado cola blanca (autóctono de Colombia), que pierde ese moteado cuando pasa a la adultez, el ciervo chital lo conserva durante toda su vida”, indica la publicación.

“En ese sentido, su mayor tamaño que el ciervo nativo y la alta tasa reproductiva son características de esta especie invasora que llegó a Colombia entre los años 80 y 90, producto del tráfico de fauna silvestre para la Hacienda Nápoles, del narcotraficante Pablo Escobar”, recuerda la Universidad Nacional.

Universidad Nacional alerta sobre el riesgo de la presencia de ciervos chitales en Antioquia.
Universidad Nacional alerta sobre el riesgo de la presencia de ciervos chitales en Antioquia. | Foto: Universidad Nacional.

“En mayo de 2022, a partir de observaciones directas e indirectas (fotografías y vídeos) de individuos vivos y de un esqueleto parcial, se documentó la presencia de un ciervo manchado exótico en la misma área de los hipopótamos. (…) Esta es la primera vez que se documenta la presencia de venados exóticos en Colombia, lo que puede impactar la regeneración natural y desplazar competitivamente otros herbívoros nativos”, alertan en un artículo de investigación los expertos Héctor Ramírez Chaves, Néstor Roncancio Duque y Darwin Morales Martínez.

¿Qué hacer con estos animales?

En la misma publicación, los expertos hacen un llamado para que “la mitigación y el control de su población debe ser prioritaria, toda vez que su establecimiento y dispersión pueden ser críticos”.

Y es que, señala el artículo de la Universidad Nacional, “el avistamiento y los reportes por parte de vaqueros y habitantes de las zonas mencionadas de manadas de entre 18 y hasta 40 individuos de esta especie invasora, es la evidencia de que se están reproduciendo con éxito”.

La investigación la desencadenó un esqueleto de ciervo chital hallado por el biólogo Néstor Roncancio.
La investigación la desencadenó un esqueleto de ciervo chital hallado por el biólogo Néstor Roncancio. | Foto: Universidad Nacional.

“Se reconoce que la introducción de especies animales y vegetales es uno de los cinco motores de pérdida de biodiversidad en el país por varias razones, entre ellas la competencia directa por recursos y la transmisión de enfermedades, específicamente parásitos. Estos generan altos niveles de consumo de nuevos individuos y especies vegetales, lo que puede afectar la renovación de las coberturas vegetales naturales e, incluso, procesos de restauración que se estén llevando a cabo”, detalla el experto de la Universidad Nacional sede Medellín.

También advierte del peligro que podrían significar los ciervos chitales para los venados nativos.

De hecho, recuerda la publicación que “autoridades ambientales como Cornare admiten que aún hay poca información sobre el comportamiento y el impacto de estas poblaciones de ciervos en el ecosistema colombiano. No se tienen muestreos exhaustivos ni un conocimiento claro sobre el tamaño de las manadas, su reproducción masiva o impactos sobre la fauna y flora local”.

Estos animales también se caracterizan por ser nerviosos y “evitar el contacto con los humanos y hasta con otras especies, por eso los avistamientos y registros llaman la atención”.

Su principal depredador son los grandes felinos, como el puma y el jaguar, que habitan estas zonas de Antioquia, sin embargo, “las abundancias relativas de estos organismos (felinos), también producto de la cacería y las tigrilladas que hubo en otra época en toda esta zona del Magdalena y los Andes centrales, bajaron mucho sus poblaciones, entonces que los ciervos cuenten con depredadores naturales que puedan regular las poblaciones es complejo. Podría pasar, pero habría que evaluar la situación”, comenta Roncancio.

Por eso, plantea la Universidad, “sin una declaración de especie invasora y un estudio minucioso sobre los venados o ciervos chitales por parte de las máximas autoridades ambientales que indiquen cómo proceder, no es mucho lo que se puede hacer actualmente”.