Violencia

El impactante portafolio del crimen en Medellín: así funcionan las oficinas del delito en esa ciudad

En Medellín hay un impresionante portafolio del crimen que va desde el pago para cometer un robo hasta programar asesinatos en reconocidos sectores de la ciudad.

1 de marzo de 2025, 5:24 a. m.
Las oficinas del crimen en Medellín son más reales y reúnen un extenso portafolio de delitos. | Foto: getty images / guillermo torres-semana

Las oficinas del crimen en Medellín son más reales y reúnen un extenso portafolio de delitos. SEMANA conoció el testimonio de un exintegrante de estas organizaciones del terror que revela detalles de cómo se cometen robos, homicidios, cobros de extorsiones y utilizan a menores de edad para mover la droga por diferentes puntos de Antioquia. Entretanto, las autoridades en Medellín se la juegan para afectar estas organizaciones ilegales y poder sacar a los jóvenes de ellas.

Cristóbal (nombre cambiado) sabe que la vida vale más que cualquier cantidad de dinero, pero lo aprendió tarde y hoy relata cómo operan las oficinas de la muerte en Medellín. “Recibí seis disparos por la espalda cuando iba a fletear”, cuenta. “Me iba a quitar cadenas, a quitar celulares. Hasta que un día un hombre sacó un revólver y me pegó seis tiros”.

Tenía 24 años cuando entendió que la calle no perdona. Entró en el mundo del crimen casi por inercia, en un barrio donde las oportunidades legales eran escasas. “En las esquinas siempre hay muchachos de las guerras unidas, que se juntan para salir a robar. Pero cuando uno roba algo en otro barrio, las organizaciones llegan y piden su parte. Si no pagas la vacuna, te quitan todo”.

Arma de fuego
El crimen en la capital antioqueña tiene raíces profundas. | Foto: Getty Images

El crimen tenía reglas claras. “Si robabas un reloj, una cadena o dinero, tenías que devolver parte de lo robado o pagar con plata”. Nada quedaba fuera del control de las estructuras criminales. Había informantes en las calles que identificaban a las víctimas. “Hay gente que es conocedora, que sabe quién lleva un buen reloj o una buena cadena. Te prestan una moto, te prestan un arma, y ya”.

En medio de esa vida, a Cristóbal le ofrecieron algo más grande: un asesinato por encargo. “Me ofrecieron 10 millones de pesos por matar a una persona”, asegura en diálogo con SEMANA. “Me daban la moto, el arma y me señalaban al sujeto”. Pero no aceptó. “Eso ya no era mi nivel. Yo solo robaba cadenas y relojes. Ya quitar una vida era otra cosa”.

Otros jóvenes sí lo hacían. “Encontraron a un pelado que lo hizo, pero ahora está en la cárcel con diez años de prisión”. Así funciona el crimen en Medellín: una entrada fácil, pero pocas salidas. Cristóbal vio morir a un amigo de 17 años “por una bala perdida en una pelea de barrio”, y después de sobrevivir seis disparos y seis días en coma, entendió que su vida tenía que cambiar.“Dios me mandó aquí para seguir viviendo”, dice ahora, lejos del crimen. “Hoy trabajo en carpintería y manejo aplicaciones de carros. Me defiendo en una vida legal, sin hacerle daño a nadie”. Pero su historia es solo una más de las muchas que se escriben en las sombras de Medellín.

El crimen en la capital antioqueña tiene raíces profundas. Su historia se remonta al cartel de Medellín y su sucesora, la Oficina de Envigado. “La Oficina nació como una empresa de sicariato por encargo. Si alguien necesitaba un ajuste de cuentas, iba y pagaba”, afirma una fuente consultada por SEMANA. Con el tiempo, la Oficina se fragmentó en varias estructuras criminales. En el Valle de Aburrá, hay 88 organizaciones delictivas, clasificadas en grupos armados organizados, grupos de delincuencia organizada y grupos de delincuencia común organizada.

El crimen en Medellín opera como una corporación. “Es una red con jerarquía. Hay dueños, gerentes, coordinadores, abogados y hasta contadores”.

Violencia
En Medellín, la vida tiene un precio. “El valor de un homicidio se calcula como cualquier otra actividad económica: oferta y demanda”. | Foto: Getty Images

Uno de los métodos más efectivos de lavado de dinero es el contrabando. “Desde Medellín se manda droga o minería ilegal al exterior. El dinero regresa a través de negocios legales como restaurantes y construcciones”.

Uno de los más mencionados en este ámbito es Papá Pitufo. “Su nombre aparece por todas partes”, admite la fuente una y otra vez en medio de esta entrevista. Asegura que por medio del contrabando, al parecer, ingresaban la droga que salía con destinos internacionales. En Medellín, la vida tiene un precio. “El valor de un homicidio se calcula como cualquier otra actividad económica: oferta y demanda”.

El crimen organizado en la ciudad no solo actúa a nivel local. “Desde hace décadas, Medellín es atractiva para el narcotráfico internacional. Aquí operan carteles mexicanos, grupos ecuatorianos y bandas del Caribe”.

¿Cómo lo combaten?

El enfoque es integral, así lo dijo Manuel Villa, secretario de Seguridad de Medellín. “No es solo capturar bandidos. Hay que golpear cada subsistema: el económico, el político, el cultural”. El crimen en Medellín ha evolucionado. “Hoy el bandido no quiere ser sicario, quiere ser mafioso. No quiere guerra, quiere hacer negocios”, puntualizó el funcionario.

Noticias relacionadas