De las almendras a las balsas muiscas: en época de vacas flacas, estos son los detalles bañados en oro que les entrega Petro a mandatarios y diplomáticos

El presidente Gustavo Petro, quien en sus consejos de ministros repite que los funcionarios se gastan mal el presupuesto, parece no acoger su opinión y ha decidido regalar unas costosas balsas muiscas a líderes mundiales, en especial a aquellos que comulgan con sus posiciones políticas, bajo la idea de “promover la política exterior y fomentar las relaciones comerciales y diplomáticas del país a nivel mundial”.

En los diferentes viajes y reuniones con representantes diplomáticos en la Casa de Nariño, hasta la fecha, se han destinado más de 65 millones de pesos en los costosos detalles que entrega el presidente luego de sus encuentros.

SEMANA preguntó a la Presidencia de la República por la justificación y el origen del presupuesto para los detalles presidenciales, y no había claridad al respecto. Tras la consulta de este medio, tuvieron que hacer la averiguación entre varias entidades. No lo hicieron la Consejería para las Regiones, ni la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, ni el grupo de salones de Estado y casas privadas.

Ocho entidades negaron haber hecho ese contrato, hasta que finalmente fue la Oficina de Despacho Presidencial-Grupo de Eventos la que confirmó las compras, y que fueron incluidas en un gigantesco y multimillonario contrato de operación logística.

Desde esa dependencia respondieron que las balsas muiscas que regala Petro, cuyo costo alcanza el valor de 1.537.500 pesos por unidad, se da “en su competencia de realizar la operación logística de los eventos del señor presidente de la república fuera de las sedes de Gobierno a nivel nacional e internacional”.

El contrato original data de 2023, ahí se adquirieron las primeras 20 balsas muiscas bañadas en oro, pero al parecer la agitada agenda del presidente Petro en materia internacional hizo que se agotaran rápidamente. De nuevo, en abril de este año, se adquirió un nuevo paquete de 20 de estos detalles diplomáticos.

Eso sí, con una justificación muy particular, pues señalan en la respuesta de la Oficina del Despacho Presidencial que los regalos tienen como finalidad “dar cabal cumplimiento a sus funciones como jefe de Estado, jefe de Gobierno y suprema autoridad administrativa; es así que, en atención a sus funciones como jefe de Estado, el primer mandatario debe promover la política exterior y fomentar las relaciones comerciales y diplomáticas del país a nivel mundial”.

En realidad, esta compra tiene como origen el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), por donde han pasado la polémica Laura Sarabia, hoy canciller; Carlos Ramón González, investigado en el escándalo por el saqueo a la UNGRD y en condición de “protegido” en Nicaragua, y Angie Lizeth Rodríguez, quien ostenta el cargo en la actualidad.

“A fin de garantizar la debida atención de los eventos presidenciales en los cuales se requiera la entrega de obsequios protocolarios por parte del presidente de la república, le corresponde al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, a través de la Jefatura de Despacho Presidencial-Grupo de Eventos, coordinar la adquisición y entrega de los mismos, de acuerdo al perfil del destinatario”, explicaron.

En la lista de personalidades que han recibido los lujosos detalles comprados con el presupuesto público hay mandatarios, diplomáticos, representantes ideológicamente cercanos al presidente Petro y hasta empresarios.

Es el caso del encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Colombia, John T. McNamara (ver foto). En una publicación en X, el presidente Petro destacó su encuentro con el diplomático y mostró orgulloso los detalles, entre los que se encontraba también el tradicional sombrero zenú cordobés, esta vez tricolor, similar al que acostumbra a usar Petro en sus discursos públicos.

En la lista sobresalen el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel; el de Palestina, Mahmud Abás; el de Haití, Leslie Voltaire; Vjosa Osmani-Sadriu, de Kosovo, y, hace poco, el recién electo mandatario de Ecuador, Daniel Noboa.

También está el fallecido papa Francisco; Li Shulei, miembro del Buró Político, del Secretariado y jefe del Departamento de Publicidad del Comité Central del Partido Comunista de China; y Mohamed Abdulla Alshamsi, embajador de Emiratos Árabes Unidos en Colombia.

Llama la atención la entrega de estos regalos a empresarios de sectores que han formado parte de álgidos debates. En el de energía se le entregó a Flavio Catanneo, CEO del Grupo Enel; en el de los medicamentos, a Víctor González Herrera, empresario de México y CEO de Farmacias Similares y presidente ejecutivo de Grupo Por Un País Mejor.

Según el Gobierno, las balsas muiscas que entrega Petro, y que en la práctica representan un costo mayor de lo que significa el salario mínimo de un colombiano de a pie (1.423.500 pesos), fueron compradas “en el marco de la manifestación de la multiculturalidad y ante el carácter representativo del arte precolombino muisca”.

Los lujosos regalos recuerdan la polémica que se presentó hace unos años, durante el mandato del expresidente Juan Manuel Santos, por la compra de unas costosas almendras tricolor que tenían una finalidad similar.

En ese entonces, hace ya ocho años, se conoció que la Casa de Nariño se había gastado 15 millones de pesos en almendras para entregar como obsequios diplomáticos. Al igual que ahora, se hablaba a los cuatro vientos de una política de austeridad con directiva presidencial incluida, con la que se ordenó a todas las entidades y funcionarios públicos no incurrir en gastos innecesarios de menor cuantía.

En ese momento, la justificación que dio el Dapre era idéntica: las necesidades que tiene el presidente para mantener las relaciones diplomáticas y comerciales con otros países. Casi ocho años después, con detalles muchos más costosos que los que entregaba el expresidente Santos, se pasó de las almendras a las balsas muiscas.