Carlos Lehder, capturado y directo la Dijín: el excapo del cartel de Medellín llegó a Colombia y afrontará deuda pendiente con la justicia

Antes de llegar a Colombia, Carlos Lehder, el excapo del cartel de Medellín, quien estuvo por más de tres décadas en una cárcel de Estados Unidos, metió en su maleta de viaje un documento de la Fiscalía que advertía en mayúsculas: “NO aparecen registros de vinculación a procesos penales”.

Sin embargo, en Colombia, la bienvenida incluyó una orden de captura. Con toda seguridad, el excapo, otra vez capturado, se estará preguntando para qué le sirve el documento de la Fiscalía que guardó como un paz y salvo judicial en caso de que en Colombia le cuestionaran su visita. Al parecer, Lehder no leyó la letra menuda en la que le advirtieron que ese mismo documento no constituye, de plano, una certificación de antecedentes, pues hay otras bases de datos por verificar.

“Es necesario advertir que la presente respuesta no constituye certificación en virtud del artículo 3.3 del Decreto Ley 4057 de 2011, que establece la obligación de la Policía Nacional-Ministerio de Defensa Nacional de llevar los registros delictivos, de identificación nacional, al igual que de expedir los certificados judiciales”, señaló la Fiscalía.

Lehder, confiado en que su deuda con la justicia se pagó con los 33 años de cárcel en Estados Unidos, compró tiquetes y viajó desde Fráncfort, Alemania, hacia Colombia. Una reunión familiar estaba en su lista de pendientes, pero terminó notificado de una orden de captura por los delitos de tráfico de armas y narcotráfico. Lo trasladaron a las celdas de la Dijín, en el occidente de Bogotá.

Los oficiales de Migración Colombia se encargaron de informarle que en las bases de datos judiciales se redactó un requerimiento del Juzgado 18 de Ejecución de Penas en Bogotá, una condena a 24 años de cárcel que no estaba en el documento de la Fiscalía.

El proceso contra Carlos Lehder quedó en los anaqueles de la justicia, se añejó, y en 2017 se destapó con una orden de captura, la misma que fue notificada este viernes al excapo mientras cruzaba los controles, a solo unos minutos de salir del aeropuerto El Dorado de Bogotá, para cumplir la cita familiar. Migración Colombia cumplió con los trámites y entregó a Lehder a los agentes de la Dirección de Interpol para los trámites correspondientes, como reseña y exámenes médicos, antes de trasladarlo a las celdas de la Dijín, donde pasó la noche a la espera de las solicitudes de su defensa.

El problema es que el fin de semana se hace más compleja la atención de la justicia. Expertos penalistas, como el profesor Francisco Bernate, señalaron que el caso de Lehder se rige por el Código Penal de 1980, “lo que dispone que las penas prescriben en el monto de la sanción impuesta. Esto significa que el juez de ejecución a cargo debe, en cuestión de horas, decretar la prescripción y la libertad”.

Mientras tanto, los agentes de la Dijín tendrán que extender su jornada de trabajo para adelantar las diligencias correspondientes, en el propósito de dejar a Lehder a disposición del juzgado que lo requiere. Una contrarreloj que, con seguridad, la defensa del excapo utilizará para radicar un recurso de habeas corpus que garantice su libertad.

La primera visita a Colombia de Carlos Lehder, después de más de 30 años, tras su extradición, se convirtió en un enredo judicial que le dejó una amarga bienvenida. Una muestra de que, a sus 75 años, la Justicia no olvidó su prontuario criminal.