Se agrava incendio en montañas de Pichindé en Cali; autoridades tratan de controlar la emergencia que ya supera 24 horas

Un incendio forestal, que comenzó en la noche del 21 de enero en la zona rural del corregimiento de Los Andes, en la vía hacia Pichindé, continúa causando estragos, devorando montañas y poniendo en riesgo la flora y fauna de la región. A pesar de los esfuerzos, las llamas siguen consumiendo el terreno, y hasta la noche del 22 de enero, el incendio ha permanecido activo durante casi 24 horas.

Según el teniente John Fitzgerald Rodas, jefe de Emergencias del Cuerpo de Bomberos de Cali, la zona de la emergencia es de difícil acceso, lo que ha complicado las labores de control y extinción del fuego. La distancia de la zona a fuentes de agua cercanas o hidrantes ha dificultado la tarea de los bomberos, quienes han tenido que trabajar sin descanso para controlar el incendio.

El último reporte del Cuerpo de Bomberos de Cali, emitido a las 7:30 p. m. del 22 de enero, informó que el personal bomberil seguía trabajando en la extinción del incendio en los sectores de Pichindé y Los Andes. A pesar de las dificultades, las autoridades lograron proteger las viviendas cercanas al fuego gracias a la oportuna intervención.

Además, se contó con el apoyo del Bambi Bucket, un sistema aéreo para descargar agua, que realizó 11 descargas hasta las 6:00 p. m. del mismo día. Sin embargo, las labores fueron suspendidas temporalmente por parte de la Fuerza Aeroespacial por razones de seguridad.

“Seguimos atendiendo la emergencia del incendio del Sector de Pichindé. Hacemos un llamado a la comunidad para evitar la realización de fogatas y actividades similares que generen este tipo de emergencias en nuestros bosques”, dijo la Secretaría de Gestión del Riesgo, quien está también al frente de esta situación.

Así las cosas, durante las últimas horas, un total de 57 bomberos, 11 voluntarios de la Defensa Civil y miembros de la Fuerza Aérea se unieron para combatir el incendio, que se intensificaba debido a los vientos.

En un principio, más de 70 personas conformaban el equipo de intervención, contando con el apoyo del helicóptero Bambi Bucket de la Fuerza Aérea, y el número de efectivos fue aumentando hasta acercarse al centenar de luchadores. Aproximadamente, 15 viviendas se encontraban en riesgo debido al avance de las llamas.