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Cali está en la mira de Iván Mordisco: esto es lo que hay detrás de los atentados terroristas en la capital del Valle

La capital de Valle, recientemente golpeada por atentados terroristas, es el nuevo objetivo del sanguinario Iván Mordisco. SEMANA revela qué hay detrás de esta escalada violenta.

14 de junio de 2025, 6:29 a. m.
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Así quedaron algunas casas tras los atentados terroristas del pasado martes 10 de junio. La comunidad está atemorizada y le pide ayuda al Gobierno nacional. | Foto: SEMANA

Los más recientes atentados terroristas en Cali, que dejaron dos personas muertas y más de 30 heridos, no son hechos aislados ni una estrategia pasajera para sembrar miedo. SEMANA conoció que la capital del Valle es un objetivo de alto valor para las disidencias de las Farc del sanguinario Iván Mordisco, que ya tienen el control criminal total del Cauca y Jamundí, en las faldas de la capital del Valle.

A 15 minutos de Cali, Mordisco tiene en las montañas de Jamundí una república independiente, donde hay carnetización de la población, toques de queda, imposición de horarios para transitar, estaciones de gasolina ilegales, carreteras en medio de la selva y un megacentro de operaciones terroristas desde donde se ordenan secuestros, asesinatos y atentados, como los ocurridos el pasado martes.

En total fueron 24 explosiones, siete muertos, 80 heridos y un destello de zozobra que envuelve a esta región del país. El crucigrama criminal en el Cauca está bien armado y definido: hay más de 20 columnas y tres grandes frentes como el Dagoberto Ramos, Carlos Patiño y Jaime Martínez, que es el dueño de las montañas de Buenos Aires y Suárez, Cauca, así como de Jamundí, la subregión del Naya, Buenaventura; y con la seria intención de apoderarse también de las comunas más vulnerables de Cali.

SEMANA conoció que los tres atentados ejecutados el pasado martes en inmediaciones de las estaciones de Policía Meléndez, Manuela Beltrán y Marroquín fueron planeados en Cali por el frente urbano Manuel Cepeda Vargas, filial de la Jaime Martínez en la capital del Valle. Según información obtenida por fuentes cercanas a esas estructuras terroristas, ese bloque urbano ya tiene asiento criminal en las comunas 18, 20, 1 (ladera), así como las comunas 13, 14, 15 y 21.

“Es un error pensar que las motobombas que estallaron el martes fueron armadas en Jamundí o el Cauca y traídas con esa cantidad de explosivos hasta Cali. Eso no fue así: los explosivos fueron puestos en Cali por el frente Manuel Cepeda Vargas. ¿Dónde lo hicieron? Ahí mismo, en las comunas donde explotaron”, le contó a SEMANA una fuente cercana al sanguinario frente Jaime Martínez.

Así quedaron algunas casas tras los atentados terroristas del pasado martes 10 de junio. La comunidad está atemorizada y le pide ayuda al Gobierno nacional.
La destrucción es la prueba de los atentados en la capital del Valle. | Foto: RaÚl Palacios-El Paí­s

Ese día, los caleños fueron víctimas de una escalada violenta sin precedentes recientes. Los colegios decidieron suspender clases, parte del comercio cerró temprano y las calles se llenaron de una sensación de desesperanza y miedo. Incluso, el alcalde Alejandro Eder, consciente de esta lamentable situación, envió un mensaje contundente: “No nos vamos a arrodillar ante el terrorismo. Vamos a defender a Cali entre todos los caleños”.

De acuerdo con la información conocida por SEMANA, no se trata de una estructura estática. Cada semana se mueven. La idea inicial era crear conexiones con redes locales de microtráfico para el suministro de alucinógenos, así como el reclutamiento de jóvenes y adolescentes a quienes les prometen dinero y poder. “Inicialmente, a los muchachos se los llevan para el sur del Cauca. Allá los entrenan y los dejan en las filas, sin posibilidad de regresar a sus casas”.

El personero de Cali, Gerardo Mendoza, en meses pasados denunció esta práctica y señaló que cuatro jóvenes del oriente de Cali fueron reclutados, aparentemente, por la Manuel Cepeda Vargas y llevados al Cauca. Uno de ellos intentó huir cuando descubrió que se trataba de una falsa promesa de empleo y fue asesinado. Al ser consultado por la presencia de estas células urbanas en Cali, el personero Mendoza le reiteró a SEMANA sus denuncias: “Sí, y no necesariamente hombres camuflados con fusil terciado, puesto que operan desde la clandestinidad y vestidos de civil”. Explicó que hay un objetivo claro con los recientes atentados. “Lo que pretenden con esta oleada terrorista es, posiblemente, disuadir la presencia estatal para abrir o mantener rutas del narcotráfico, teniendo en cuenta que su accionar se financia desde economías ilegales. Al mismo tiempo, buscan generar miedo, desestabilizar el orden institucional y fracturar la unidad nacional”.

Los atentados en Cali se ejecutaron mediante vehículos explosivos en varios puntos de la ciudad. Hay más de 80 personas heridas tras estos hechos.
Los atentados en Cali se ejecutaron mediante vehículos explosivos en varios puntos de la ciudad. Hay más de 80 personas heridas tras estos hechos. | Foto: Bernardo Peña-El País

Iván Mordisco encontró en Cali una caja de resonancia más grande que todo el departamento del Cauca. Por eso habría decidido fortalecer el frente Manuel Cepeda Vargas con más personal y municiones para, por ejemplo, ejecutar tres atentados simultáneos en la tercera ciudad más importante del país. Un atentado en Cali tiene un mayor impacto nacional que uno ejecutado en Morales, Cauca. “Esa es la estrategia: mostrar poder a costa de sangre inocente. Eso genera una sensación de que tienen el control. ¿Y cómo hacen estos atentados? Cargan las motos en algún rincón de la ciudad, luego las hacen explotar. ¿Cuántas personas necesitan para esto? Dos o tres máximo. No necesitan más”, señaló la fuente consultada por SEMANA.

“Veníamos denunciando cómo grupos al margen de la ley, en este caso disidencias de las Farc, estaban en el distrito de Aguablanca, en la zona de ladera, los menores reclutados en el barrio Llano Verde y los secuestros exprés, y muchos salieron a negarlo. Ahora miren que, tristemente, todo resultó cierto”, señaló el concejal Roberto Ortiz.

“Lo que pretenden con esta oleada terrorista es, posiblemente, disuadir la presencia estatal para abrir o mantener rutas del narcotráfico, teniendo en cuenta que su accionar se financia desde economías ilegales" | Foto: Bernardo Peña-El País

Tienen redes de terrorismo

El general Carlos Oviedo Lamprea, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, le confirmó a SEMANA que las disidencias sí tienen presencia en la capital del Valle. “Primero que todo, debo decir que en Jamundí, particularmente en el sector rural, y también en Cali, hay presencia del frente Jaime Martínez a través de la columna Ricardo Velásquez y un nuevo componente que se desprende de este grupo, el frente Manuel Cepeda”.

Asimismo, precisó que estos grupos cuentan con redes de apoyo al terrorismo “que aprovechan zonas vulnerables, como el oriente y la ladera de la ciudad de Cali, y también sectores del municipio de Jamundí, como los barrios Bonanza, El Rodeo y Terranova. Desde estas zonas se apoyan en algunos sujetos e incluso en grupos de delincuencia común organizada que, mediante asociación criminal, terminan siendo colaboradores directos e indirectos de su accionar ofensivo y terrorista”. Sobre el actuar de estas células urbanas, manifestó que están inmersas en dinámicas delictivas como extorsión, secuestro, reclutamiento de jóvenes y de habitantes de calle, “quienes terminan siendo instrumentalizados para llevar a cabo estos hechos terroristas”.

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