SERVICIOS PÚBLICOS
Racionamiento de agua en Bogotá: ¿cuándo llegará al fin con el nivel que tiene Chingaza?
Este viernes 17 de enero el sistema tiene 44,94 %. Si bien es una cifra mayor a la establecida para que se dé el día cero, no parece haber luz en el túnel para terminar de aplicar la medida restrictiva con el servicio. Vienen los meses más secos.
El temido día de racionamiento para los citadinos, viacrucis que empezó el 11 de abril de 2024, en vez de estar próximo a ser parte de la historia, podría —por el contrario— intensificarse, si las lluvias no hacen su asomo en el escenario de este 2025.
Este viernes 17 de enero, los niveles de agua en el sistema Chingaza, integrado por los embalses Chuza y San Rafael, registraba niveles de 44,94 %.
Si bien ese porcentaje es mucho mejor que el que se tenía para la misma época, en 2024, el panorama para el abastecimiento de agua en la capital del país no está despejado.
Y eso que estamos comparando con los primeros meses del año pasado, que tradicionalmente son secos; por lo tanto, es normal que desciendan los niveles de agua para esta época.
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El consumo de agua en Bogotá, según el más reciente reporte (del 16 de enero), se mantiene en los niveles promedio de los registrados desde que se inició el racionamiento: 16,3 metros cúbicos por segundo.
Estaríamos, así, en manos del clima, lo que no quita que se hayan realizado acciones para bajar la presión sobre la participación de Chingaza, que es el sistema más importante para el abastecimiento en la capital del país.
Con las condiciones actuales, el esquema de racionamiento se mantendría, sin dejar de lado que, hasta podría ser más fuerte. La suspensión del servicio de agua por turnos tuvo su reinicio hace ya más de una semana. Tan pronto como vuelve la ciudadanía a la normalidad, los consumos podrían aumentarse y apenas va uno de los tres meses que son considerados como los más secos: enero, febrero y marzo. Durante la época en la que la ciudad quedó prácticamente desocupada, el promedio de consumo de agua era de 15,99 metros cúbicos por segundo, llegando inclusive a 14,26 metros cúbicos por segundo, según se registró el 1 de enero.
Lo que sí parece estar claro es que, aunque se tomen medidas más drásticas con el racionamiento, si así fuere necesario, por una más profunda y prolongada sequía de principio de año, no habría cabida para racionamientos diarios. Pero eso sí, nada está cantado con el corte en el servicio del vital líquido, medida que se viene aplicando en la capital por la crisis presentada. Es decir, no se podría asegurar con certeza que se acabará el racionamiento pronto y, tampoco, que se intensificará.
Lo clave sigue siendo el ahorro.