Bogotá
Ambientalistas impiden tala de árboles gigantes que están a punto de caer en Salitre Oriental: vecinos alertan inminente riesgo para la comunidad
Aunque hay concepto de urgencia de la Secretaría de Ambiente, no se ha podido completar el proceso. Una mujer resultó lesionada tras ser impactada por el desplome de uno de los eucaliptos.

La tala de varios eucaliptos en Ciudad Salitre Oriental genera una fuerte controversia entre los habitantes del sector, divididos entre quienes consideran urgente retirar los árboles por riesgo de volcamiento y quienes piden frenar la intervención hasta que existan estudios más completos y mayor socialización de la información.
Incluso, hay quienes aseguran que no se debería realizar la tala, aunque los árboles estén a punto de caerse, como ya pasó con algunos. Voceros de la comunidad dicen que el estado de zozobra al que han sido sometidos por esta situación es “indescriptible”, que ya no pueden salir a disfrutar de las zonas verdes con sus hijos y personas mayores debido al altísimo riesgo de que uno de esos gigantes árboles de eucalipto caigan encima de alguna persona.
El debate se agudizó tras la caída de un árbol que dejó herida a una mujer el pasado 21 de junio de 2025, que obligó a las autoridades a activar medidas de emergencia.

El edil de Teusaquillo, Alejandro Zamora, es uno de los líderes que ha estado detrás de la iniciativa para talar los árboles peligrosos y restaurar la zona con la siembra de nuevas especies. Para Zamora la situación es una cuestión de seguridad para la vida de los vecinos.
“La comunidad merece claridad, no manipulación. Sobre la tala de árboles en Salitre Oriental hay actas de emergencia y conceptos técnicos. En menos de 60 días cayeron dos. La prioridad es la seguridad de quienes caminan y juegan allí, no el populismo”, advirtió.
En ese mismo sentido, Zamora advirtió que se trata de una disputa impulsada por falsos ambientalistas que “sin sustentos técnicos“ van en contravía de los conceptos de la Secretaria de Ambiente y del Jardín Botánico para impedir que se realice el procedimiento.
La comunidad merece claridad,no manipulación.Sobre la tala de árboles en #SalitreOriental hay actas de emergencia y conceptos técnicos: en menos de 60 días cayeron dos. La prioridad es la seguridad de quienes caminan y juegan allí,no el populismo @Ambientebogota @JBotanicoBogota pic.twitter.com/YBZ3RXu9Er
— Alejandro Zamora - Edil Teusaquillo (@EdilAlejandroZ) September 10, 2025
La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) y el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) autorizaron la tala de los individuos, con base en un informe técnico que concluyó que varios presentaban inclinaciones de hasta 30 grados, pérdida de verticalidad, ramas pendulares, gomosis y riesgo inminente para transeúntes y vehículos.
El Jardín Botánico informó que la medida busca prevenir nuevos accidentes y que la tala está acompañada de un plan de compensación equivalente a 80 nuevos árboles en el mismo sector y en zonas aledañas. Las jornadas de plantación ya iniciaron en agosto y continuarán en octubre, con especies nativas de porte alto, medio y bajo.

Sin embargo, una parte de la comunidad rechaza la intervención y cuestiona la forma en que se ha manejado el proceso. Diana Marcela Caicedo, residente de la zona, interpuso una acción de tutela para suspender la tala de hasta 80 ejemplares, alegando vulneración de los derechos al debido proceso y al ambiente sano.
Según su versión, las entidades actuaron sin permitir tiempo suficiente para ejercer mecanismos de defensa y sin aplicar tecnologías especializadas, como tomógrafos sónicos o resistógrafos.
Además de esto, Herman Martínez, exdirector del Jardín Botánico de Bogotá, asegura que todo se trata de un “arboricidio” y que la solución no es talar los árboles, sino someterlos a un proceso de poda y mantenimiento. Dice que las inclinaciones de los troncos son normales en árboles de gran tamaño.

Así las cosas, en mesas de trabajo convocadas por la Personería de Bogotá, varios vecinos señalaron que la información sobre la tala no se socializó de manera adecuada y que muchos se enteraron tarde de las decisiones.
También denunciaron que podas mal ejecutadas en años anteriores habrían debilitado a los árboles y que no se han hecho podas de estabilidad que podrían mitigar riesgos.
Algunos habitantes solicitaron suspender la tala de seis árboles hasta realizar una nueva verificación técnica con conceptos más detallados y fichas árbol por árbol. Otros cuestionaron la pérdida de hábitat para aves y la transformación del paisaje, mientras un grupo propuso incluso realizar actos simbólicos de despedida a los que serán retirados.
Por su parte, la Secretaría de Ambiente defendió la decisión, argumentando que el eucalipto es una de las especies invasoras que más aparece en actas de emergencia en Bogotá, y que en este caso ya se han presentado varios volcamientos, dos de ellos en agosto. Para la entidad, mantener en pie árboles con defectos estructurales graves no garantiza la protección de la vida y la integridad de terceros.

Por su parte, el Jardín Botánico precisó que el proceso de compensación en Ciudad Salitre incluye la siembra de 43 individuos en zonas verdes del barrio y la plantación de especies nativas de rápido crecimiento para reemplazar los árboles retirados.
Además, informó que se realizará destoconado, retiro parcial del material remanente de los troncos, para permitir nuevas siembras, aunque no se removerán por completo las raíces debido al riesgo de afectar el terreno y la infraestructura.

El caso refleja la tensión entre dos prioridades: la seguridad de los transeúntes y la conservación del arbolado urbano. Mientras un sector de vecinos respalda la tala por temor a nuevos accidentes, otro insiste en que la medida es excesiva y que la comunidad debe ser escuchada antes de ejecutar intervenciones de gran impacto ambiental.
Lo cierto es que todas las acciones legales que se han interpuesto y los conceptos de las autoridades distritales apuntan a que la tala de los eucaliptos es necesaria por el riesgo que representan para la comunidad vecina.

Sin embargo, en esos mismos estudios y documentos entregados a esta revista, se pudo constatar que no solo se trata de derribar los árboles, sino que hay todo un plan de reforestación de la zona que ya inició con la plantación de nuevos árboles.
Ahora bien, mientras se dirime la controversia y se ejecutan las órdenes administrativas que indican que se debe hacer la tala de los árboles, la comunidad pide a los vecinos precaución a la hora de transitar los senderos del sector de Salitre Oriental y espera que no haya más víctimas de la caída repentina de los troncos.