Atlántico
Una disputa por la venta de tusi, principal hipótesis sobre la masacre en Puerto Colombia
El comandante de Policía de Barranquilla, general Edwin Urrego, habló sobre lo sucedido en la cabaña Villa de Olvega.

Del vaivén de la música, los invitados a la fiesta que se realizaba en la cabaña Villa de Olvega, en el kilómetro 7 de la vía al Mar, en el municipio de Puerto Colombia, pasaron al caos.
Los cuatro asesinos dispararon de manera indiscriminada, quitándoles la vida a tres personas.
Cuando estos escaparon, entre los confundidos asistentes trasladaron a nueve personas más a centros asistenciales para que les atendieran, pues las balas también les habían alcanzado.
En medio del desorden, surgieron varias preguntas, pero una de ellas parece ya tener respuesta: ¿qué llevó a este cruento hecho que hoy tiene aterrados a los atlanticenses?
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El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Edwin Urrego, habló con Caracol Radio y explicó la principal hipótesis sobre la masacre.
“Presumimos que el hecho pudo haberse tratado de una represalia por el control y la venta de drogas sintéticas, específicamente tusi. Es la hipótesis inicial con la que estamos trabajando”, dijo el oficial.

Eso explica, en parte, el reguero de bolsitas con huellas de un polvo rosado que hallaron los investigadores que hacían el peritaje de la zona del crimen.
En ese mismo sentido se pronunció el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano: “Es lamentable. Realmente lo que hay en este momento son ajustes de cuentas y una lucha por el territorio para el dominio del negocio del microtráfico”.
Algunas de las versiones que indagan los investigadores es que la vendetta ocurrió al interior de la banda Los Costeños, por el tráfico del tusi, una sustancia ilegal conocida como cocaína rosada, cuyo gramo puede ser vendido entre 60.000 pesos y 120 mil pesos, dependiendo de la pureza.
“Los agentes de inteligencia inspeccionaron todo el sitio y lo que encontraron fue residuos de cuando consumen abundantes drogas sintéticas. Las personas que estaban en el sitio (eran unas 25) estaban bajo los efectos del alcohol y de las drogas, pero en medio de su estado nos entregaron algunos detalles importantes que tenemos dentro de nuestras líneas investigativas”, detalló una fuente judicial a SEMANA.

La fuente también aseguró que la fiesta no había iniciado en la mañana del lunes festivo, como se había conocido inicialmente, sino en la noche del domingo, 1 de junio.
“Ellos lo que dicen es que las personas podían llegar y el acceso era gratuito, pero debían consumir (alcohol y drogas) en la fiesta que regularmente hacen este tipo de cabañas situadas en Puerto Colombia, Atlántico”, detalló.
Las víctimas mortales de la masacre fueron identificadas como Massiel Karina Gómez Gómez, de 25 años; Luis Alfredo Vergara Juliao, alias Víctor, de 25 años, y Ronaldo José Alarcón Castillejo, de 25 años.