Regionales
Esta es la impresionante radiografía de la trata de personas en Colombia: los números asustan, ¿qué está pasando?
SEMANA conoció detalles de las operaciones que adelanta la Policía con ayuda internacional.
La trata de personas en Colombia continúa siendo una de las principales problemáticas sociales y de derechos humanos. SEMANA conoció un informe reciente de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJÍN), desde 2007 hasta 2024, donde se han registrado más de 1.700 denuncias relacionadas con este delito.
Las cifras muestran un aumento preocupante en los últimos años, siendo 2024 uno de los periodos con mayor número de denuncias, alcanzando las 248, un incremento significativo comparado con las 223 registradas en 2023. Los operativos en contra de estas estructuras internacionales son dirigidos por el coronel Hebert Mejía Castro, director de la Dijín de la Policía Nacional.
SEMANA habló con un investigador de este delito quien sostuvo que Antioquia, Eje Cafetero y Valle del Cauca son los epicentros de este flagelo. Medellín, la capital de Antioquia, concentra la mayoría de los casos, debido a su posición estratégica y a las características sociodemográficas de las víctimas.
“En la actualidad, Medellín está enviando un alto número de mujeres a países como México, República Dominicana y diversos destinos en Europa, como Francia y España”, señaló el agente de inteligencia.
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De acuerdo con las estadísticas de las autoridades, Antioquia lidera el ranking con el mayor número de denuncias registradas, seguida por el Valle del Cauca y el Eje Cafetero. Sin embargo, otras regiones como Bogotá y Cundinamarca también han reportado un incremento en este delito, en parte debido a la centralización de las denuncias y el movimiento de víctimas desde otras zonas del país hacia la capital.
Según el análisis de los expertos, el perfil de las víctimas corresponde, en su mayoría, a mujeres jóvenes de entre 18 y 30 años con un bajo nivel educativo. Muchas son madres cabeza de familia o mujeres que viven en condiciones de pobreza extrema, factores que las hacen altamente vulnerables a ser engañadas por redes criminales que prometen empleo en el extranjero.
En cuanto a las modalidades, la explotación sexual es la más común. Las organizaciones utilizan tácticas de captación basadas en ofertas laborales falsas, tales como empleos en modelaje, hostelería o cuidado infantil. Las víctimas son trasladadas a destinos internacionales y sometidas a condiciones de explotación extrema.
“En países como Grecia o Dubai, las mujeres no tienen derecho a decidir, y muchas son obligadas a trabajar sin descanso, incluso en condiciones insalubres”, explicó el agente de inteligencia consultado por SEMANA.
El informe también detalla un patrón creciente de denuncias relacionadas con víctimas femeninas, que representaron el 87 % de los casos en 2024. Asimismo, los jóvenes entre 19 y 40 años conforman el grupo etario más afectado, acumulando el 78 % de las víctimas en el último año.
El destino de estas víctimas ha cambiado con los años, influenciado por factores económicos y restricciones migratorias. Mientras que en años anteriores los principales destinos incluían países asiáticos como China e Indonesia, actualmente Europa y América Latina han tomado protagonismo debido a la eliminación de visados en algunos países europeos y la rentabilidad que generan estos destinos para las organizaciones delictivas.
Durante el año 2024 hubo la operación en Grecia, donde rescataron a 54 colombianas sometidas a explotación sexual. De estas, 14 fueron repatriadas y 9 decidieron denunciar, lo que le permitió a las autoridades poder desmantelar una importante red de trata de personas.
Mientras que en Medellín y Soacha se capturaron dos personas vinculadas al traslado y explotación de mujeres en Corea del Sur. En diciembre de 2024, 9 órdenes de captura fueron emitidas contra miembros de redes transnacionales que operaban en Valle del Cauca y Antioquia.
El comparativo entre 2007 y 2024 muestra un aumento constante en el número de denuncias, evidenciando un agravamiento del problema en los últimos años. Mientras que en 2007 apenas se reportaron 21 casos, en 2024 esta cifra se multiplicó más de 10 veces, alcanzando 248. Este aumento refleja tanto una mayor actividad delictiva como un incremento en la visibilidad y denuncia de este delito.
“De más de 30 mujeres repatriadas el año pasado, solo cinco o seis colaboraron activamente”, explicó la fuente consultada, quien sostuvo que es necesario que las personas víctimas de estos hechos denuncien.