Barranquilla
Empresarios del Caribe, en máxima alerta: retos y riesgos de la reforma laboral de Petro
SEMANA conversó con un experto en este polémico tema en Colombia y las regiones.


El mes de julio se perfila como un mes clave para el panorama laboral colombiano, pues no solo entró en vigencia la nueva reducción de la jornada laboral de 46 a 44 horas semanales, sino también algunos apartes de la recién sancionada reforma laboral.
En el Caribe colombiano, la preocupación no es menor: el nuevo escenario plantea desafíos jurídicos y organizativos que amenazan la sostenibilidad de muchas empresas, quienes están reunidas a ver cómo se da esa reorganización para que el impacto económico sea menos.
En diálogo con SEMANA, Iván Polo Ecker, abogado especialista en derecho laboral y magíster en derecho del trabajo y seguridad social, advirtió que el contexto exige una respuesta inmediata y técnica.
“La sanción de la reforma laboral marca el cierre definitivo del debate y una vez promulgada, nos adentra en una etapa de aplicación obligatoria. Ya no es cuestión de discutir su conveniencia, sino de garantizar su cumplimiento práctico”, señaló.
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El experto enfatizó que “este es el momento para que empleadores y trabajadores, especialmente en la región Caribe, conozcan a fondo las nuevas disposiciones, organicen correctamente sus relaciones laborales y adopten medidas eficaces para ajustarse a la norma”.
La alerta es relevante en una región donde, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el turismo generó cerca del 11 % del PIB regional y aportó 2,6 millones de empleos en 2023, equivalente al 14,7 % del empleo total.

Entre los sectores más sensibles están precisamente aquellos con alta carga de turnos nocturnos y fines de semana, como bares, restaurantes y comercio.
Para Polo Ecker, la clave está en que las empresas puedan planear cada uno de los pasos a dar con la organización de turnos y otras actividades.
“Las empresas de la región Caribe deben prepararse con un plan de adaptación claro y técnicamente ordenado. Lo primero es auditar sus contratos actuales para verificar que cumplan con la nueva ley y ajustar sus turnos laborales”, recomendó.
La reforma trae ajustes de fondo: “Primero, establece que el contrato a término indefinido será la regla general. Los contratos fijos tendrán un límite máximo de cuatro años y deberán estar plenamente justificados”.
También se modifica el recargo nocturno, que se aplicará desde las 7:00 p.m. y se pagará de forma gradual hasta llegar al 100% en 2027. Asimismo, se crean nuevas licencias remuneradas y se formaliza la condición de los aprendices del SENA, quienes pasarán a tener contrato especial de trabajo con todos los derechos laborales.
Estas medidas suponen ajustes en “la estructura jurídica, la organización interna y la planeación financiera de las empresas”, por lo que Polo insistió en la necesidad de actualizar reglamentos y procedimientos disciplinarios para evitar sanciones.

Aunque la intención de la reforma es fortalecer el empleo formal, el riesgo de aumentar la informalidad está latente:
“Si no se brindan incentivos económicos claros, existe el riesgo de que aumente la informalidad. Cumplir con la ley no debe ser visto como una carga, pero es clave que las condiciones permitan que las empresas puedan ajustarse sin poner en riesgo su viabilidad”, advirtió.
De igual manera, envió un mensaje a los empresarios del Caribe: “El mensaje es claro: adaptarse no es opcional. La reforma laboral ya es una realidad y exige acción inmediata. Cumplir bien, protegerá sus negocios, garantizará seguridad jurídica y permitirá que el empleo formal crezca de manera sostenible”.