Barranquilla
Caso Dayana Jassir. Mamá del médico Eduardo Pinto pide que se mantenga la condena: “Ella lo mandó a matar”
Rebeca Viloria dialogó con SEMANA y contó detalles de lo que le tocó vivir hasta encontrar justicia.


Llorando por el dolor de que ya su hijo, el médico Eduardo Pinto Viloria, entonces director de Medicina Legal Barranquilla, no está, pero también de felicidad porque la justicia actuó contra Dayana Jassir, quien fue hallada culpable del asesinato del médico forense. Así nos atendió doña Rebeca Viloria, la mujer guajira que luchó durante 9 años por el vil asesinato de su hijo, un hombre muy querido por la sociedad en el Atlántico.
“Gracias a Dios que en el tribunal se resolvió todo porque eran unas pruebas evidentes. A ella nadie le levantó calumnia. La Fiscalía no le levantó calumnia. Yo no le levanté calumnia. El pueblo de Colombia no le levantó calumnia a ella”, dice Rebeca con la voz entrecortada.
Dice una y otra vez que lo clave en todo el proceso judicial fue el testimonio de Johan Beltrán, amante de Dayana Jassir y condenado por el mismo crimen que conmocionó a Barranquilla.
“El magistrado comprobó que sí, que él (Johan Beltrán) en la primera declaración que dio, dijo la verdad. Él estaba detrás de la muerte de Eduardo junto con Dayana”, asegura doña Rebeca.
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Asimismo, doña Rebeca sostiene que el mismo Tribunal de Barranquilla compulsó copias para que investigaran a la juez Beatriz Arteta Agudelo del Juzgado 12 Penal de Barranquilla por esta decisión.
“El magistrado hasta mandó a investigar a la juez. Ya son dos procesos que se le han caído… aquí tengo la fe en Dios que la juez también tiene que ir presa, porque a ella la pusieron ahí no más que para que leyera. La misma juez dijo que el delegado de la Procuraduría pidió el traslado del proceso para proteger a las víctimas. Yo me paré y le dije que eso no era así, que lo pidió para proteger el proceso", explica en SEMANA.

En medio del dolor y la satisfacción de ver que su lucha ha tenido frutos, Rebeca Viloria cerró la entrevista con una reflexión que resume años de persistencia ante la justicia colombiana.
“Nunca la quise muerta, pero sí la quería ver como la vi ayer. Porque Dios no se queda con nada. Tengo fe en Dios y en la justicia de que la misma condena le van a dar desde la Corte a donde va a llegar el caso”, puntualiza la mujer.