Atlántico
Aterrador: hombre asesina a su compañera sentimental y luego se quita la vida en Polonuevo, Atlántico
Las autoridades investigan lo ocurrido.


La violencia en contra de la mujer no se ha detenido en varias regiones del territorio colombiano. En el municipio de Polonuevo, Atlántico, hay consternación por el feminicidio de una mujer de 39 años por parte de su compañero sentimental.
Los hechos ocurrieron exactamente en la vereda Pitalito, zona rural del municipio antes mencionado, donde residían estas dos personas. La información que tienen en su poder las autoridades es que, al parecer, hubo una discusión por temas aún desconocidos y fue cuando el hombre sacó un arma de fuego.
En ese momento, Lina Marcela Morales Sobrino recibió varios impactos de bala que la dejaron sin vida en el acto, mientras que Víctor Hugo Polo Algarín, de 53 años, se propinó varios impactos de bala quedando también muerto en el interior de la casa finca.

Según los testigos, desde el lugar se escuchó una discusión y luego las detonaciones de arma de fuego. Las personas que habitan la zona se acercaron hasta el sitio y fue cuando encontraron los dos cadáveres, por lo que dieron aviso a las autoridades judiciales.
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Uniformados de la Policía del Atlántico llegaron hasta el sitio y confirmaron la muerte violenta de estas dos personas, por lo que iniciaron las respectivas investigaciones por medio de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín).

Una hija de la mujer asesinada, en conversación con el diario El Heraldo, sostuvo que aunque su mamá salía con Víctor Hugo desde hace varios meses, nunca formalizaron la relación porque serían familia.
“Mi mamá no era pareja de él, ella estaba saliendo con él, pero en ningún momento habían establecido algo. Él estaba detrás de ella, pero ella en sí no quería formalizar esa relación, porque ellos vienen siendo familia y ella decía que no, que tampoco se quería casar por ahora”, dijo Shani de la Rosa.
Al mismo tiempo, le dijo al medio barranquillero que el hombre laboraba como capataz de la finca y lo que más los impactó fue que el feminicida nunca mostró comportamientos violentos con su mamá.
“Él era el capataz de la finca La Sobrinera y un día invitó a mi mamá y a nosotros (Shani de la Rosa y su hermano de 15 años) a pasar el día. Nos atendió bien e incluso nos dio comida, pero sí vi una vez en la cual él se puso rabioso con mi mamá, pero con una cosa que no tenía sentido. Fue ahí cuando ella le dejó de responder, pero él la seguía acosando”, precisó.
Los cuerpos sin vida fueron trasladados hasta las instalaciones de Medicina Legal para la respectiva necropsia.