Violencia
Violencia desatada: Defensoría del Pueblo alerta “alto número de personas muertas y heridos” por enfrentamientos entre disidencias de las Farc en el Guaviare
La pelea es entre las estructuras que lideran alias “Iván Mordisco” y alias “Calarcá”.

La violencia no da tregua en el país. La Defensoría del Pueblo denunció que, en Calamar, Guaviare, en la comunidad de Miravalle, están ocurriendo enfrentamientos entre estructuras del llamado “Bloque Amazonas”, bajo el mando de alias “Iván Mordisco”, y la estructura Jhon Linares del Bloque Jorge Suárez Briceño, del denominado “Estado Mayor de los Bloques”, bajo el mando de alias “Calarcá”.
Como resultado de los enfrentamientos, se reporta un alto número de personas muertas y heridos. “La Defensoría del Pueblo está acompañando desde el día de ayer a la comunidad y les recuerda a los grupos armados su obligación de respetar de manera irrestricta a la población civil y el Derecho Internacional Humanitario”.
En Calamar, Guaviare, en la comunidad de Miravalle, se llevaron a cabo enfrentamientos entre estructuras del llamado “Bloque Amazonas”, bajo el mando de alias “Iván Mordisco”, y la estructura Jhon Linares del Bloque Jorge Suárez Briceño, del denominado “Estado Mayor de los…
— Defensoría del Pueblo (@DefensoriaCol) January 19, 2025
Estos enfrentamientos letales, en donde la población civil siempre lleva la peor parte, se dan mientras otras facciones de las disidencias de las Farc se disputan el territorio con el ELN en el Catatumbo, provocando una grave crisis humanitaria en esta región del país, que deja ya más de 80 muertos y más de 5.000 desplazados.
Ambos grupos criminales ansían apoderarse por completo de la segunda región más cocalera del país. En el Guaviare, por su parte, las disidencias tienen una fuerte presencia y ejercen presión sobre los habitantes del departamento. Prueba de ello es que, en agosto del año pasado, más de 60 militares fueron cercados por un grupo de la guardia campesina cuando patrullaban la zona. Hubo versiones encontradas del Gobierno Petro y de las autoridades departamentales por el presunto secuestro de los militares, quienes estaban allá para atender una serie de denuncias de la propia comunidad sobre los casos de extorsión, secuestro y amenazas que estaban sufriendo por las disidencias de las Farc al mando de ‘Calarcá’.
Lo más leído

Tal como lo anticiparon las unidades de inteligencia del Estado, los grupos armados organizados se han fortalecido durante el Gobierno de Gustavo Petro, lo que ha llevado a proyectar una ola de violencia para 2025, que ya se está volviendo realidad.
El Clan del Golfo pasó de tener 4.000 personas en sus filas en 2019 a 9.000 en 2024; al ELN le contabilizaron 3.000 integrantes en 2019 y 4.500 en 2024; mientras que las disidencias de las Farc, en todas sus fracciones, acumularon 2.300 sujetos en 2019 y para el último año fueron más de 4.000.
Las disidencias de las Farc son básicamente tres. Los bandidos son liderados por Iván Mordisco, Iván Márquez y Alexánder Díaz, alias Calarcá. Ellos arrancaron en municipios del Meta, Caquetá, Guaviare, Nariño y Putumayo. Con corte a 2024, sumaron espacios importantes en Antioquia, Cauca, Valle del Cauca, Vaupés, Tolima, Huila, Amazonas, Arauca, Vichada y Guainía.

El análisis de las Fuerzas Militares indica que todas las disidencias de las Farc se disputan la Amazonía con 1.300 hombres en armas y con el respaldo de organizaciones criminales de Brasil, Ecuador y Perú. La guerra no tiene límites y los campesinos son testigos de eso: decapitan a los enemigos, queman sus cuerpos y los abandonan en las montañas para que los descompongan la noche y el día. Ellos se aprovechan de las comunidades indígenas y las presionan para que sus hijos se unan a la violencia. Tal como ocurre en el Pacífico, el interés es apoderarse de las rutas del narcotráfico y recibir el pago de todas las extorsiones.