Uribe defiende el regreso de las fumigaciones aéreas con glifosato

En medio de la polémica por el regreso de la aspersión aérea con glifosato a los cultivos ilícitos en Colombia, el expresidente Álvaro Uribe salió en defensa de dicha decisión, una de las promesas de campaña de Iván Duque. Las fumigaciones fueron suspendidas en el 2015, durante el gobierno de Juan Manuel Santos, en medio de las negociaciones de paz con las Farc.

Uribe consideró que la fumigación es necesaria y genera controversia. Sin embargo, se puede responder, según él. “El Decreto del Gobierno protege asentamientos humanos, fuentes de agua y cultivos ilícitos”, informó. Es decir, es mucho más precisa, detallada y estudiada que en años anteriores. Y la Policía- según el general Jorge Luis Vargas, Director de la Institución- ya está preparada para el nuevo reto.

El expresidente agregó “que una fumigación con cuidadores ambientales es mejor que un país con 160.000 hectáreas de droga y la criminalidad derivada”.

Uribe, en realidad, siempre ha sido defensor de la aspersión aérea porque es consciente del riesgo que trae erradicar plantaciones por parte de soldados y policías en territorios de difícil acceso y controlados por los grupos armados. En los últimos dos años, según el Ministerio de Defensa, más de 200 hombres de la fuerza pública han resultado heridos en las labores de erradicación, 25 han fallecido y 22 caninos han quedado sin vidas por minas antipersonales u otros ataques de los subversivos.

Por esto, la erradicación aérea- un tema que terminó convertido en político y del que se polemiza siempre que se anuncia- es una de las estrategias, según las autoridades, más seguras y de mayor resultado e impacto en la lucha contra las drogas.

Mientras la oposición aprovecha para anunciar cartas a la comunidad extranjera en rechazo al retorno de la aspersión, hablan de acciones judiciales para limitarla e insisten en el impacto negativo del químico contra las comunidades, el Centro Democrático, el partido del Gobierno, expone sus argumentos y desmiente los mitos alrededor de la fumigación.

“En Colombia, el glifosato se usa 100% en el cultivo de algodón, 75% en el maíz, 95% en el arroz, 70% en la caña, 80% en el banano, 50% en pasturas de ganado y 75% en el café”, argumentó la senadora María Fernanda Cabal.

De momento, el Gobierno Duque avanza para cumplir tres de los pasos que requiere la iniciación de la fumigación, entre ellos, la aprobación del manejo ambiental y la presentación de la propuesta ante el Consejo Nacional de Estupefacientes. Sin embargo, tendrá que sortear más de un debate y cientos de polémicas frente al tema.