Testigo secreto de atentado contra Miguel Uribe Turbay revela la adicción mortal del Costeño: “Compramos sedante para caballos”

Ya son siete los sujetos capturados por su presunta responsabilidad en el atentado al senador y precandidato Miguel Uribe Turbay, el pasado 7 de junio en el parque El Golfito, del barrio Modelia, occidente de Bogotá.

Entre los capturados, Elder José Arteaga, alias el Costeño, señalado de ser el articulador del atentado contra el congresista que lucha por su vida en la Fundación Santa Fe de Bogotá.

Ahora, mientras avanza el proceso judicial contra alias el Costeño, SEMANA conoció en exclusiva el testimonio de una persona en medio de la investigación que adelantan las autoridades judiciales para llegar hasta los autores intelectuales del atentado.

En medio de su testimonio, esta persona, de quien SEMANA se reserva su identidad por cuestiones de seguridad y para no entorpecer la investigación, contó que alias el Costeño tiene una adicción mortal; este sujeto es adicto al tusi.

Precisamente, el testigo narró que, en la misma vivienda donde alias el Costeño fue capturado el pasado 5 de junio, días antes se reunió con él y otra persona más, para pasar toda una noche y madrugada, consumiendo tusi.

Por lo tanto, según el testigo, los tres compraron todos los elementos necesarios para “cocinar el tusi”.

“Yo le dije [al Costeño] que en mi casa no se podía quedar, que ahí solo estábamos mi mujer y yo, y que él se salía por conseguir tusi y yo no iba a poner a mi mujer en peligro”, empezó contando el testigo secreto, describiendo que, inicialmente, el Costeño, le había pedido refugiarlo en su casa, mientras huía de las autoridades.

Fue en ese entonces en que le propusieron a otra persona prestar su vivienda, la misma donde capturaron al Costeño en el barrio El Muelle, de la localidad de Engativá.

Ya con todos los elementos necesarios, dieron rienda suelta a la adicción del Costeño, esa noche y madrugada en la vivienda del barrio El Muelle.

“Cocinar tusi quiere decir que compramos los insumos para cocinar lo que nos vamos a consumir esa noche, no para venderlo. Compramos sedante para caballos, que vale 300.000 una botella, éxtasis y otras cosas que vienen como en un combo; los vende un muchacho, un paquete de insumo completo. Entonces, nosotros compramos el combo para cocinar lo que vamos a consumir esa noche, no para vender. Lo compramos y nos lo soplamos completo entre los tres”, dijo puntualmente el ahora testigo protegido.