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¿Qué opina María Isabel? Cómo sobrevivir, nueva clase en los colegios
Eso nos informó El Tiempo del domingo. Que ahora, para sobrevivir a un ataque guerrillero, hay que seguir un protocolo en las escuelas. ¿Quién puede negar después de esto que Colombia es un país en guerra en pleno gobierno de la paz total?
A las 6 en punto de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy lunes 27 de mayo, en SEMANA? Pues la opinión va por los lados de un doloroso y, en principio, insólito titular de EL TIEMPO que, sin embargo, nos pone bruscamente los pies en la tierra, en la realidad. Y, ¿qué dice el titular correspondiente a una página entera de la edición de ayer, domingo? Pues la bobadita de que en las escuelas a los niños se les está enseñando qué hacer en caso de ataque de un grupo armado.
Ese es un típico titular de un país en guerra y esta es la situación de orden público en el país del cambio y de la paz total, especialmente en el Cauca. Allí, a los niños en las escuelas, “en pareja” con enseñarles a leer y escribir, a sumar y restar, los principales ríos y los dos océanos que bañan a Colombia, quién fue Cristóbal Colón y quién Simón Bolívar, y demás enseñanzas básicas que se pueden dar en una escuela, hay que sacarle espacio para enseñarles a los niños la siguiente elección: “Cúbranse el corazón con las manos cruzadas, pónganse en posición fetal y hagan presión con sus piernas para proteger su estómago y su hígado”.
Eso se los dice el profesor a sus alumnos en Corinto, Cauca, al lado de ventanas con impactos de bala y, como siempre, sablazo del profesor a las fuerzas del orden público: “Estamos a menos de 50 metros de la estación de policía y somos como sus escudos”, instruye el profesor. ¿Qué puede salir pensando de esa escuela un niño sobre un policía?, ¿que verlo transitar por la calle de su pueblo, no solamente no es seguridad, sino que pone en peligro la vida de su familia y la suya propia y que es un personaje indeseable?
En otros lugares expulsan a los miembros del Ejército. A eso se suman hechos fatales cotidianos, muere un niño de diez años y queda muy malherida su madre, mientras iban en un mototaxi al colegio por cuenta de una carga explosiva en un puente; otra explosión levanta de la cama a una familia por cuenta un grupo de hombres que se mete a su casa a disparar hacia la estación de Policía.
En Suárez, Cauca, lugar de nacimiento de la vicepresidenta, Francia Márquez, disparan inclementemente contra una base militar mientras los niños van al colegio y se tienen que tirar al piso; en la Iglesia La Samaritana permanecían recluidas 350 personas protegiendo su vida, incluyendo a 50 niños.
En toda esa zona mandan las Farc de Iván mordisco, hasta controlar incluso los contratos de trabajo y cobrar impuestos y multas a quienes no los obedezcan. Y lo peor: se incrementa el reclutamiento día a día de jóvenes para la guerra. Ya lo saben pues, ahora en ciertas escuelas de Colombia, bajo el gobierno Petro, es imperioso que las clases de los colegios incluyan la de supervivencia. Ya no por un atoramiento o por un accidente, sino por el ataque de un grupo guerrillero. Conclusión: este es un país en guerra.