Política
¿Qué le pasa a Sergio Fajardo?
La última encuesta de Invamer muestra su espinoso camino en la carrera por la presidencia en 2022. Mientras tanto, Gustavo Petro le lleva la delantera y la centro derecha y la derecha están por consolidarse.
Hace apenas unos meses el candidato Sergio Fajardo parecía el ganador inevitable en la segunda vuelta presidencial de 2022. Una encuesta de Invamer de noviembre del año pasado registró que en primera vuelta Petro obtendría el 25,9% de los votos y Fajardo el 20,5%. Sin embargo, hasta hace poco todas las encuestas que habían medido el escenario Petro-Fajardo en segunda vuelta, daban como ganador absoluto al exgobernador de Antioquia.
Este escenario generaba una percepción en el establecimiento de que Fajardo era el Joe Biden colombiano. Es decir, un candidato que no generaba muchas emociones a favor o en contra, pero que en el último momento podría unir a los votantes para llegar a la Casa de Nariño, como lo hizo Biden, quien primero le ganó en su partido al ala de izquierda más radical, encabezado por Bernie Sanders, y luego derrotó a Donald Trump en las elecciones generales.
Pero en la política no necesariamente la historia se repite y la última encuesta de Invamer rompió ese paradigma en Colombia. Petro no solo se disparó en la intención de voto, pasando de 25,9% a 38,3%, si no que también, por primera vez, enfrentado solo a Fajardo, le ganaría con una ventaja de más de 10 puntos, obteniendo el 52,8% de los votos contra el 42,3% de Fajardo, si las elecciones fueran hoy. Eso destruyó la tesis de que el exgobernador es imbatible en segunda vuelta.
¿Qué fue lo que pasó?, para entender porqué se desplomó Sergio Fajardo, es necesario mirar de cerca el comportamiento de la intención de voto en las regiones y por afinidad política. En Bogotá el cambio fue dramático. Mientras en noviembre Petro llegaba al 29,5% y Fajardo al 25%, lo cual indicaba un empate técnico, debido al margen de error de la encuesta, en abril, el candidato de la Colombia Humana subió al 52,5%, y el exgobernador cayó al 18%. Una ventaja de casi tres a uno.
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La gestión de la alcaldesa Claudia López parece ser el meollo del asunto, al haber sido la fórmula vicepresidencial de Fajardo y haberse atrevido a decir que este sería el presidente de Colombia en 2022. Sus peleas constantes, el hábito de culpar a otros por sus fallas, su inoportuno viaje a Costa Rica, en pleno inicio del segundo pico de la pandemia, sus declaraciones contra los venezolanos y la inseguridad desbordada, le han pasado una costosa cuenta de cobro y su favorabilidad va en picada. Como el destino político de Sergio Fajardo y Claudia López está atado, por lo menos hasta que pasen las elecciones presidenciales, Fajardo se ha visto golpeado por lo que está pasando en Bogotá.
Antioquia y el Eje Cafetero también han sido determinantes en el desplome de Sergio Fajardo. En noviembre Fajardo tenía el 31,1% de la intención de voto y Petro solo llegaba al 8,9%. Pese a eso, en abril, Fajardo perdió casi 10 puntos y se ubicó en el 21,2%, al tiempo que Petro, prácticamente, se quedó con lo que perdió el ex gobernador y llegó al 17,1%. Otro empate técnico, esta vez en la tierra del profesor. Este cambio se explicaría en el pulso que mantiene Fajardo con el alcalde de Medellín Daniel Quintero, quien es afín a Petro. El escándalo de Hidroituango pareciera estar afectando negativamente a Fajardo y beneficiando a su contrincante de la Colombia Humana.
En las otras regiones Sergio fajardo también ha perdido terreno frente a Gustavo Petro. Así lo demuestra su situación en el Sur Occidente, donde Petro tenía en noviembre 37,6% de intención de voto y pasó en abril al 48.4%. Por su parte Fajardo bajó del 21,8% al 15,3%.
En noviembre en la zona Centro Oriente, según Invamer, Sergio Fajardo y Gustavo Petro estaban empatados. Pero en abril las cosas cambiaron y Petro tomó la delantera y va ganando por más de 11 puntos. Ni qué decir del caribe, donde Fajardo casi no existe y Petro tiene ya el 47,1% de los votos, según la misma encuestadora.
Aún más sorprendente que las variaciones en la intención de voto por regiones son los drásticos cambios por afinidad política entre los dos candidatos.
Petro básicamente es el dueño de la izquierda en Colombia y ha consolidado allí su fortín político con un 68%. En el centro Fajardo no ha logrado arrebatarle a Petro votos y las cifras en ese sector se mantienen sin muchos cambios desde noviembre. Pero lo más increíble es lo que ha pasado con los dos candidatos entre los votantes que se consideran de derecha: en noviembre Fajardo tenía una ventaja amplia en ese sector con el 25,4% comparado con el 11,2% de Petro. Pero la torta se volteó y ahora Petro le gana a Fajardo en ese segmento ideológico con el 21,6% contra el 14,2% de Fajardo.
Este panorama demuestra cómo está de apretada la situación de Fajardo, quien no cabe en la izquierda, no avanza en el centro y podría chocar con un muro de contención a medida que las opciones de derecha y centro derecha se empiecen a consolidar en el segundo semestre de este año. Hasta el momento Petro y Fajardo han sido los únicos candidatos sólidos y en campaña. Pero estamos a más de un año de las elecciones y entrarán otros protagonistas en la contienda como Marta Lucía Ramírez, Federico Gutíerrez, Enrique Peñalosa, Alex Char, Juan Carlos Pinzón y los candidatos del Partido Conservador, La U y el Centro Democrático, entre otros. El Partido Liberal todavía no ha jugado sus cartas y sigue esperanzado en Alejandro Gaviria.
Hasta ahora Fajardo y Petro han estado solos en la autopista de la campaña presidencial para 2022. El único que ha progresado notablemente ha sido Gustavo Petro. Falta ver qué pasa a medida que los pesos pesados de la derecha y la centro derecha comiencen a ser más visibles y a presentar propuestas concretas. Entre tanto, Sergio Fajardo está en un laberinto sin salidas claras, agobiado por los procesos judiciales y marcado como el candidato del ex presidente Juan Manuel Santos. Aunque él lo niega, lo cierto es que está rodeado de santistas.
Una estrategia que seguro están contemplando en el círculo de Fajardo es la posibilidad de hacer alianzas con partidos de la centro derecha. Aunque eso en papel suena interesante, su realidad y su cercanía con algunos políticos de izquierda de la alianza verde dificultarían esa tarea sin generar un quiebre. La derecha y la centro derecha son conscientes de esa posibilidad y se le quieren adelantar a Fajardo para cerrar filas e impedirle esa jugada que le podría dar oxígeno.