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Policía dio detalles del asesinato de Hernando Sánchez, zar de las esmeraldas, en Bogotá:“Mismo ‘modus operandi’”
El crimen se registró en la tarde del domingo en un conjunto residencial en el norte de la capital del país.

En la tarde del pasado domingo, 6 de abril, fue asesinado en Bogotá Hernando Sánchez, el zar de las esmeraldas. El hecho ocurrió sobre las 3:40 p. m. en un exclusivo conjunto residencial ubicado en el norte de la ciudad, según conoció SEMANA y luego confirmaron las autoridades.
En declaraciones a medios de comunicación, el general Giovanni Cristancho, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, afirmó que el crimen se registró en la parte posterior del conjunto donde residía Sánchez.
“El hecho ocurre justo en el borde, en el límite de la urbanización. Era la última casa, después de ahí está la cerca y luego hay solamente árboles, marañas. Estamos haciendo el barrido de la zona para determinar el lugar exacto en que esta persona pudo haber ejecutado la acción”, expresó.
Cristancho manifestó que el asesinato habría sido causado por un francontirador, quien disparó en un momento en el que el esmeraldero se encontraba a las afueras de su casa.
“La Policía desplegó todas sus capacidades. Dos aeronaves, personal para hacer el rastrillo de la zona. Parece que se utilizó a un tirador experto”, dijo.
Y agregó: “Estamos con personal buscando huellas, buscando alguna trazabilidad donde se puede ver escondido. La reacción fue rápida, cerramos la zona, traje dos helicópteros con cámaras térmicas para seguir buscando, pero ya la investigación la tiene el cuerpo técnico de la Fiscalía, es una zona boscosa y tan grande prácticamente en los cerros orientales”.

El comandante de la Policía confirmó que el ataque contra Sánchez tiene el mismo modus operandi del que acabó con la vida del esmeraldero Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Pechuga, en agosto de 2024. De acuerdo con lo que se conoció sobre este caso, un francontirador estuvo durante varias horas vigilando los movimientos de Aguilar, en los alrededores del mismo conjunto residencial, hasta encontrar el momento exacto para disparar.
Este caso prendió las alarmas en las autoridades. Aguilar era uno de los hombres más custodiados del país, ya lo habían intentado matar y tenía un esquema robusto de seguridad.
Tras el impacto de la bala, el esmeraldero cayó al suelo; allí fue auxiliado por el personal de seguridad y su propia esposa. Lo trasladaron a un centro asistencial, pero, de acuerdo con el dictamen forense, la muerte fue fulminante. Se trató de una muerte violenta, señaló Medicina Legal, tipo homicidio, producto de un impacto de arma de fuego a la altura del pecho, con orificio de entrada y salida.
Un hecho llamativo fue el calibre del arma, 7,62, que fue prohibido por el Derecho Internacional Humanitario por su letalidad, el daño y el impacto en las víctimas.