Oficina de sicarios que atentó contra Miguel Uribe Turbay fue la misma que trató de asesinar a un exFarc, lo confirma el testimonio del último capturado

El testimonio de Cristian Camilo González, el último de los capturados por el atentado contra Miguel Uribe Turbay es demoledor, no solo cuenta en detalle cómo se planeó el crimen; la coordinación de Elder José Arteaga, alias El Costeño o Chipi, y su participación en el plan que era sacar al menor que disparó contra el dirigente del Centro Democrático. Además, confirmó, como reveló SEMANA, que estos asesinos a sueldos fueron los mismos que participaron en el intento de asesinato del firmante de paz, Gabriel Ángel.

El asunto se conoció cuando SEMANA reveló la declaración de Katherine Andrea Martínez, alias Andrea, capturada en Florencia, Caquetá, por su participación en el atentado. Al narrar su relación con el Costeño, dijo a la Fiscalía que habían hablado de un atentado contra una persona que estaba muy escoltada, que era con una bomba lapa y hasta contó el lugar.

Así se concluyó que era el mismo atentado contra el firmante de paz Gabriel Ángel, que ahora se ratifica con la declaración de Cristian Camilo González.

“Me dijo que solo era transportar la bomba, que era en una maleta, que tenía que llevarla al conjunto en Las Américas y que trabajaba en la avenida 39, que esa era la residencia y el trabajo de la persona contra la que iban a atentar, que era un exrefugiado (sic) de las Farc, que llevaban tres años intentando hacerle el atentado a la persona, que por cumplir esa orden ascendían de puesto, ya no ser gatillero, sino que iba a ser la mente, por eso estaban pagando 1.000 millones también”, dijo alias Andrea en su declaración.

Pues bien, la declaración de González no deja duda y, por el contrario, plantea la preocupación de que la Segunda Marquetalia está contratando oficinas de sicarios en Bogotá para cometer crímenes de altísimo perfil.

“Chipi (el Costeño) me dijo que íbamos a hacer una vuelta dura que era ponerle una maleta encima a una camioneta blindada que venían como cinco o seis camionetas, que yo tenía que manejar la moto, que se la tenía que pegar a una de las camionetas, y que un venezolano era el que la pegaba al techo de la camioneta que Chipi iba pegado en un carro jugando con el control para hacerla estallar de una a control remoto”, contó el nuevo capturado.

Pero la descripción del atentado contra el exFarc fue más allá y ahí es donde quedan las pistas que advierten que, detrás de los dos crímenes, estaría la sombra de la Segunda Marquetalia.

“No alcanzó a decirme quién era la víctima, él me decía: ‘Yo, cabrón, lo espicho, usted se me acerca a la camioneta y el venezolano se la pega al techo, yo desde el carro lo espicho y se lo hago estallar”. Él lo decía muy animado, esa era una vuelta que estaban planeando desde hace tiempo atrás y con una gente dura como que de otro lado, no sé si sean los mismos que mandaron hacer la vuelta del senador, no sé quiénes son los que mandaron hacer esa vuelta”, se lee en el testimonio de Cristian Camilo González.

A Ángel lo intentaron matar con una poderosa bomba lapa, que se pega con imanes a las latas de un carro; 15 kilos de pentolita, suficientes para despedazar cualquier vehículo.

Las piezas del rompecabezas empiezan a casar y lo más grave es que el fallido atentado se convirtió en una investigación en poder de la Fiscalía que un año después no arrojó resultados, pero que, de haber tenido la atención requerida, habría ayudado a evitar el ataque contra el senador Miguel Uribe Turbay.

Gabriel Ángel contó cómo se dieron cuenta de que se trataba del mismo escuadrón de asesinos a sueldo: “Yo soy avisado por mi familia de la noticia. En una de las capturas en el atentado contra Miguel Uribe han dado una serie de informaciones según las cuales esa misma banda andaba detrás de mí, con el propósito de atentar, otra vez, con una bomba. Yo busco la noticia y efectivamente encuentro la declaración en la que ella dice que le habían pedido que llevara una bomba, un artefacto explosivo, a un conjunto residencial en el occidente”.