Entrevista
“No sé nada de mis hijos, quiero que me ayuden a recuperarlos”: exesposa de Nilson Díaz pide ayuda a las autoridades para recuperar la custodia
En entrevista con SEMANA, la expareja de Díaz, involucrado en el caso de Sara Sofía Galván, asegura que fue explotada sexualmente por él y que sus hijos pueden ser una pieza clave en la investigación.
Mientras continúan las investigaciones para conocer el destino de la pequeña Sara Sofía Galván, desaparecida en Bogotá hace algunos meses, ha surgido una nueva arista en la historia que involucra a una expareja de Nilson Díaz, el hombre que está detenido por ser el presunto responsable del crimen y quien compartió vida sentimental con la madre de la menor, Carolina Galván.
El relato es de Jenny Andrea Cardozo Rojas, una mujer que tuvo una larga relación sentimental con Díaz, de por lo menos siete años y quien le dio el apellido a sus cuatro hijos, sin importar si eran o no de él.
“Me conozco con Nilson en un semáforo de Soacha, en el cruce de Soacha. Él trabajaba en un negocio de mujeres, yo vendía pandebonos, porque soy berraca y echada para adelante. Estaba en una situación difícil, mal económicamente y me dejé deslumbrar de este señor”, le cuenta Cardozo a SEMANA, mientras recuerda la forma en la que Díaz la involucró en la prostitución para sostener su hogar.
La mujer asegura que lo conoció cuando tenía tres meses de embarazo, y aun en estas condiciones, comenzó a trabajar —bajo la coacción de Díaz— en un lugar de mujeres y a prostituirse, pues necesitaba ingresos económicos y las ventas del día no eran suficientes.
Tendencias
“Yo empecé a prostituirme y la plata que yo me hacía él me la hacía gastar en trago, al punto que al otro día no tenía ni para una gaseosa. Cuando se me notaba ya la barriga saqué una pieza y él empezó a relajarse. Yo salía a vender el pandebono y por las noches él estaba listo y acosándome para salir a los negocios de mujeres”, recuerda, en medio de un leve llanto.
¿Qué pasó en medio de la relación?
Este caso de explotación sexual, agresivo e infortunado, involucra otras situaciones que a Cardozo se le salieron de las manos. Según la mujer, Díaz le “pegaba” y conforme pasó el tiempo y nacieron sus otros tres hijos, el hombre se encargó de manipularlos y ponerlos en su contra.
Tras siete años de esta situación, la decisión de Jenny Andrea fue renunciar a su vida e intentar fugarse de Nilson. “Logro que se vaya de mi casa, me quedo con mis hijos y a mí me dan una casa en arriendo en Ciudad Bolívar. Decidí sacarlo y me sentía respaldada porque conocía a quienes vivían cerca”, explica.
Con lo que no contaba Cardozo es que en medio de sus extensas jornadas para poder responder económicamente por los cuatro niños, un día Nilson no permitiría que una conocida de ella, referenciada como Catalina, no pudiera recoger a sus hijos en el lugar de estudio y que por el contrario este fuera el detonante para que ella perdiera su custodia.
“Bienestar [refiriéndose al ICBF] vio el lío por todo lado y, cuando me van a hacer la visita, la funcionaria ni siquiera quiso bajar a la casa porque es un sector pesado y de ahí dijeron que no, que no era apta para tener mis hijos. Bienestar decide entregarle mis hijos a Nilson y sin exigirle un cupo para el colegio o estabilidad”, le precisó a SEMANA, aclarando que su intención nunca fue abandonarlos.
Con lágrimas y la voz entrecortada, Jenny recuerda que durante varios meses ella respondió por la cuota alimentaria que le correspondía, aun cuando Nilson tenía a los niños en un comedor comunitario y se gastaba el dinero. Lo mismo pasaba con la ropa. “Para qué me servía joderme y matarme para que él vendiera las cosas y mis hijos no disfrutaran lo que les doy, mientras yo pasaba necesidades”, señalando que Díaz le cobraba hasta 30.000 pesos para verlos.
Lo que ahora le preocupa a Cardozo, en medio del caso de Sara Sofía, es que lleva cuatro meses sin saber de sus hijos.
“Ya he ido a Bienestar y he averiguado por mis hijos, se pegan de mi pasado y me dicen que no. No los han dejado saber que cuentan con su mamá y que yo estoy para ellos. La última vez vi que él vivía en Abastos, vi las condiciones y él salió corriendo con los niños”, destacó.
¿Y sobre Sara Sofía?
Cardozo le dijo a este medio que las autoridades le pidieron prudencia sobre la información que pudiera tener sobre la menor, aun cuando asegura que ella ya no está viva y que teme que sus hijos, que están en poder de Díaz, tengan el mismo destino o nunca regresen a sus brazos.
“Mis hijos son una pieza clave y ellos no han hablado porque no tienen una persona de confianza. Estoy segura que ellos pueden saber qué pasó, porque ellos sí convivieron con Sara y, si me los dejaran ver, yo sé cómo tratarlos y sé cómo hablarles”, dijo Jenny Andrea, asegurando que una “entrevista” con ellos podría ser un buen camino para la investigación.
Además, aclaró que no conoció a Carolina Galván o a Sara Sofía, pero que la información sobre donde podría estar el cuerpo de la menor es solo una intuición o reconstrucción en su memoria de los lugares que más frecuentaba Nilson antes de los acontecimientos.
“Yo fallé y permití que mis hijos quedaran con Nilson. Quiero que me ayuden a recuperar mis hijos, yo no tengo los recursos para un abogado. No quiero que se vulneren más sus derechos”, finaliza.