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Narcofinca del exembajador Fernando Sanclemente: mayordomo aceptó cargos por tráfico de drogas ¿Señalará al diplomático?
Laureano Martínez, el mayordomo de la finca ubicada a pocas horas de Bogotá, en el municipio de Guasca, Cundinamarca, negoció con la Fiscalía una reducción de pena, por lo que su implicación el delito pasó de autor a cómplice.
Cuando SEMANA reveló la matriz de colaboración que entregó el mayordomo Laureano Martínez Cortés, encargado de la finca de la familia del exembajador Fernando Sanclemente, se conocieron detalles de la presunta vinculación del exdiplomático con una red dedicada el tráfico de estupefacientes.
Laureano Martínez Cortés en principio había tomado el camino de afirmar que había participado de los hechos ilícitos por amenazas, pero esta estrategia jurídica fue desvirtuada en la misma investigación, que determinó que “no fue amenazado, por el contrario, tenía pleno conocimiento y voluntad para permitir la actividad ilícita de fabricación de estupefacientes en el predio que administraba”.
Así las cosas, con una inminente condena encima, Martínez Cortés aceptó la culpabilidad y llegó a un acuerdo con la Fiscalía, en medio del cual recibiría una reducción de pena, con el cambio de tipificación del delito, por lo que su implicación el delito pasó de autor a cómplice
En su momento, el exembajador Sanclemente negó cualquier relación con esos grupos criminales y ahora el principal testigo en su contra decidió apartarse del proceso de colaboración con la Fiscalía y al contrario aceptar cargos a través de la firma de un acuerdo que no incluye delatar a alguien o entregar detalles que contribuyan en la investigación.
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Por este caso ya cinco personas fueron condenadas, también el otro mayordomo de la finca optó por el mismo camino que ahora transitará Laureano Martínez a través de la aceptación de cargos, para obtener de manera pronta una condena sin la necesidad de participar de procesos de colaboración.
SEMANA habló con la defensa del mayordomo, encabeza de abogado Víctor Muñoz, quien advirtió que la Fiscalía incumplió los compromisos que se pactaron en el principio de oportunidad que incluían la colaboración que, aseguró el abogado, entregó su cliente de manera oportuna.
“El testigo más importante en este proceso es el señor Laureano Martínez, La Fiscalía está comprometida para un principio de oportunidad que inclusive en estos próximos días tendrá que hacerse efectivo… Es un principio de oportunidad muy complicado por los actores que participaron en este proceso, inclusive se mencionó al Clan del Golfo”, dijo el abogado Víctor Muñoz, abogado de los mayordomos.
En la matriz de colaboración que entregó Laureano Martínez a la Fiscalía y que conoció SEMANA, el mayordomo aseguró que exembajador era consciente de los hechos delictivos que ocurrieron en el predio de su propiedad, incluso que llevaban una contabilidad que quedó como evidencia en documentos, según el mayordomo, incinerados por Sanclemente.
Ese hecho de la quema de documentos y supuestas pruebas de la organización criminal se convirtió en una nueva imputación de cargos en contra del exembajador por destrucción de elemento material probatorio, sin embargo, con la decisión del mayordomo, de apartarse del principio de oportunidad, el panorama judicial cambia drásticamente y en favor del exdiplomático.
“De acuerdo con la investigación, posterior al hallazgo de un laboratorio de producción de clorhidrato de cocaína en una finca del exdiplomático, ubicada en Guasca (Cundinamarca), el mismo Sanclemente Álzate habría ordenado a sus trabajadores destruir y quemar las pertenecías de la familia de Laureano Martínez, quien era el mayordomo del inmueble”, dijo la Fiscalía en su momento.
El proceso contra el exembajador Fernando Sanclemente se encuentra a las puertas de un juicio, la Fiscalía insistió en la responsabilidad que tendría en la llamada narcofinca que fue objeto de extinción de dominio, sin embargo, la evidencia, que en este caso se concentró principalmente en las declaraciones que entregaron los mayordomos, ahora se aparta del proceso y de su propia versión al aceptar cargos y negar cualquier tipo colaboración.
Mientras tanto, la defensa del exembajador tiene un punto a favor y resultará provechoso demostrar en juicio que las primeras versiones entregadas por los mayordomos estaban unidas o supeditadas a obtener algún tipo de beneficio judicial de la justicia y eso, claramente, desdibuja el soporte probatorio del ente acusador en lo referente a las declaraciones.