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Murió a sus 88 años el padre Gerardo Remolina, exrector de la Universidad Javeriana

A lo largo de su carrera, Remolina desempeñó diversos roles dentro de la comunidad educativa.

5 de febrero de 2025, 2:44 a. m.
El padre Remolina fue un referente dentro de los círculos filosóficos y teológicos del país.
El padre Remolina fue un referente dentro de los círculos filosóficos y teológicos del país. | Foto: Tomada de X: @UniJaveriana

En la noche de este martes, 4 de febrero, falleció el padre Gerardo Remolina Vargas S.J., exrector de la Universidad Javeriana (1998 - 2007) y destacado intelectual colombiano. Remolina, quien dedicó su vida a la filosofía y a la formación académica, fue un prolífico escritor y pensador cuya influencia trascendió las fronteras de la academia.

Nacido en Colombia, el padre Remolina se destacó por su profundo conocimiento y análisis de las obras de pensadores de la talla de Karl Jaspers y Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Su especialización en filosofía de la religión le permitió abordar cuestiones fundamentales sobre el ser humano, la trascendencia y la relación entre la fe y la razón, aportando valiosas perspectivas a los estudios filosóficos contemporáneos.

A lo largo de su carrera, Remolina desempeñó diversos roles dentro de la comunidad educativa. Su etapa como rector de la Universidad Javeriana marcó un período de renovación y expansión para la institución, donde impulsó proyectos académicos y culturales que dejaron una huella significativa. Su compromiso con la formación integral de los estudiantes y su visión de la educación como un motor de transformación social fueron pilares de su labor en la universidad.

En su rectorado, la Universidad Javeriana se convirtió en la primera universidad en recibir la acreditación institucional otorgada por el Ministerio de Educación Nacional. En el mismo año, la Revista Gerente lo incluye en la lista de los cien líderes de la sociedad colombiana”, dice una reseña de la Institución universitaria.

Además de su carrera académica, el padre Remolina fue un referente dentro de los círculos filosóficos y teológicos del país, participando activamente en debates y reflexiones sobre los grandes temas de la humanidad. Su legado perdurará a través de sus publicaciones y de la influencia que ejerció en generaciones de estudiantes, colegas y discípulos.

El padre Gerardo Remolina Vargas S.J. tuvo una destacada trayectoria académica y religiosa. Se desempeñó como profesor en el Colegio San Bartolomé La Merced en Bogotá, y fue superior de los Jesuitas encargados de los estudiantes de filosofía en tres ocasiones.

Además, ocupó el cargo de rector del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús entre 1971 y 1977 y fue superior provincial de los Jesuitas en Colombia de 1985 a 1991. También ocupó el puesto de Vice-Gran Canciller de la Pontificia Universidad Javeriana, donde tuvo una profunda influencia en la vida académica y espiritual de la institución.

En la Universidad Javeriana, además de ser profesor de filosofía, fue director de la cátedra de filosofía de la religión y dirigió varios seminarios académicos. También destacó como traductor de la obra Método en Teología de Bernard Lonergan, trabajo que fue publicado en su segunda edición por la Editorial Sígueme de Salamanca.

Una reseña de El Tiempo cuenta que cuando Remolina fue el provincial en Colombia de la Compañía de Jesús (jesuitas), a quienes les perteneció por muchos años una de las obras más importantes: la custodia de La Lechuga, esta cambio de dueño y la reliquia pasó al Banco de la República.

“En el recinto se hallaban dos funcionarios del Banco de la República y un sacerdote: Gerardo Remolina, el entonces provincial en Colombia de la Compañía de Jesús. La atención de los tres hombres estaba puesta en una custodia de oro macizo, con incrustaciones de piedras preciosas, que ese día, 25 de noviembre de 1985, cambió de dueño luego de casi 300 años. El monto de la transacción aún es un secreto, aunque se especula que alcanzó los mil millones de pesos”, dice la reseña.

El fallecimiento del padre Gerardo Remolina deja un vacío en la comunidad intelectual y educativa, pero su pensamiento y su ejemplo de vida seguirán siendo fuente de inspiración para quienes lo conocieron y lo admiraron.

La Universidad Javeriana y numerosas instituciones académicas han expresado su profundo pesar por su partida, destacando su contribución al pensamiento filosófico y su legado como líder espiritual y académico.

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