CORONAVIRUS
“Mi hijo murió el día de mi cumpleaños”: padre del primer médico que falleció por covid en Colombia
El doctor Carlos Fabián Nieto fue el primer médico que murió tras contagiarse de covid -19. Murió el mismo día en el que su papá cumplía años. Este 11 de abril se cumple un año de su partida.
Don Carlos Nieto, hace 34 años, cargó en sus brazos por primera vez a su primogénito. “Me sentí tan orgulloso y fue un momento tan especial que decidimos con mi esposa llamarlo con mi mismo nombre”, dijo el padre del primer médico colombiano al que el coronavirus le arrebató la vida.
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El señor Nieto sentía que Dios le había adelantado el regalo un mes antes de su cumpleaños (11 de abril), por eso marzo y abril durante años eran meses de celebración en su casa. Sin embargo, en 2020 todo cambió.
El 26 de marzo el doctor Carlos Fabián Nieto, quien trabajaba en urgencias en la Clínica Colombia en Bogotá, desde donde combatía el coronavirus que llevaba pocas semanas en nuestro país, empezó a sentirse enfermo.
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“Le dije ‘vaya a su clínica y entre a urgencias’; los sistemas inicialmente no daban para hospitalización, así que le suministraron suero y lo enviaron para la casa”, manifestó el padre del médico, consciente de que para ese entonces todo lo que se tratara con la covid–19 era algo muy nuevo.
El 28 de marzo todo se complicó, “me dijo: ‘papá empecé como a alucinar. Estoy viendo sombras’. Y yo le decía que el abuelo lo estaba acompañando (él había muerto en 2019)”, señaló. El doctor decidió irse a la clínica de nuevo, en calidad de paciente. Como era época de confinamiento, no encontró un servicio de taxi o Uber que lo transportara, así que cogió su carro y en medio de las afectaciones que tenía manejó. Sus padres estaban en Montería, en un paseo familiar, y su esposa e hijos también vivían fuera de la ciudad.
Don Carlos, preocupado, le pidió que hicieran una videollamada y que él lo acompañaría en el recorrido. “Yo estaba pendiente por donde iba pasando, que el puente de la Esperanza, los semáforos, él me decía: ‘veo una sombra’. Se estaba como durmiendo. Dejó el carro en todo el frente de urgencias. Fue un momento terrible”, describe a detalle.
Son imágenes que están en su memoria, como si el tiempo se hubiera detenido, esa noche que por última vez su hijo estuvo en la calle.
Ver en video la entrevista de su mamá Sandra Rojas:
“Desde ese momento empezó ese calvario para nosotros, en mi fe pensé que no iba a pasar nada. Era un muchacho joven. Pero con el tiempo la tortura fue avanzado. Era Semana Santa y estábamos en confinamiento”, indica el padre del médico, que no se imaginó que su hijo haría historia convirtiéndose en el primer médico en morir en Colombia por el agresivo virus.
El 11 de abril, que era un día de fiesta tradicionalmente en su familia, se convirtió en el peor que jamás ha conocido, según le manifestó a SEMANA. Recibió una llamada desde el día anterior, de una colega de su hijo, quien le decía que cada vez estaba más deteriorada la salud del doctor Nieto. “Después nos enteramos de que había sufrido dos paros cardiorrespiratorios”, dijo.
En medio de la impotencia que sentían al estar lejos de su hijo en un momento tan difícil se les apareció un ángel. De la fuerza publica les facilitaron un vuelo en helicóptero, debido a que todas las vías estaban cerradas, pues el país estaba en confinamiento. Una patrulla de la Policía los llevó al aeropuerto. Estando allí, recibieron la llamada que marcó sus vidas.
Dice que eso fue terrible, pensaba cómo decirle a su esposa que su hijo había muerto, pero no fue necesario hacerlo. Ella estaba al lado y al ver su reacción lo entendió.
“De ahí en adelante pensé: ya no hay más cumpleaños para mí, no hay manera de celebrar nada cuando ese virus me arrebató a mi hijo”. Han pasado 365 días y don Carlos asegura que la sensación es la misma.
“Esta mañana me desperté, vi a mi esposo, lo abracé y nos pusimos a llorar; no le puedo decir ‘feliz cumpleaños’ porque sé que no es feliz”, confesó Sandra Rojas, madre del galeno.
El señor Nieto dice que su hijo está en la mirada de sus nietos, una niña de cuatro años y un niño de dos, a quienes ve crecer y a los que les contará la historia del hombre valiente y noble que era su padre. “Un héroe invisible de capa, del que me siento muy orgulloso”, puntualizó el padre del doctor Nieto.