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Macabra confesión en el atentado a Miguel Uribe Turbay: “Me dice que necesita un menor suicida... Mejor si no tenía padres”

En su testimonio, Katerine Andrea Martínez, alias Gabriela, narró cómo el Costeño reclutó al gatillero. “A mí me iban a matar en esa vuelta”, aseguró el joven sicario a las autoridades. Exclusivo.

23 de junio de 2025, 10:54 a. m.
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Alias Gabriela aseguró que buscaban a un menor de edad, de 14 años, para el crimen. La idea era que no sobreviviera. | Foto: Fotomontaje SEMANA

En el doloroso atentado a Miguel Uribe Turbay hay un hecho que es determinante. Los autores intelectuales, a los que aún las autoridades les sigue el rastro, usaron a un menor de edad como arma. El hecho de que al senador del Centro Democrático no le apuntara un francotirador con décadas de experiencia, sino un joven gatillero de 14 años, no es improvisado. Responde a un deseo criminal que no pudieron cumplir: borrar del mapa a quien disparara.

El objetivo, con el paso de los días, se ha hecho claro. Era una operación suicida, pero el menor de edad no lo supo, sino hasta después de descargar el arma contra el líder político del Centro Democrático.

Así lo narró con frialdad Katherine Andrea Martínez, alias Gabriela, en su testimonio, revelado por SEMANA en exclusiva este fin de semana.

El atentado en contra de Miguel Uribe Turbay estaba planeado y con órdenes específicas. | Foto: Suministradas a Semana por el equipo de prensa del concejal Andrés Barrios.

La joven de 19 años fue la encargada de llevar el arma Glock a Modelia, el lugar del crimen. En su relato a las autoridades judiciales, ella narra detalladamente todo lo que ocurrió en la planeación del atentado, ese mismo día y en los días posteriores en los que emprendió la huida.

Katherine cuenta que conoció a alias el Costeño, llamado Élder José Arteaga Hernández. Fue en un bar en el centro de Bogotá. El hombre se le acercó y tras hablar largamente le propuso ser la mensajera de sus ‘vueltas’. Ella relata, sin ningún asomo de vergüenza, cómo aceptó ese trabajo, pese a que se sostenía siendo modelo webcam, actividad que realizaba en su casa en el barrio Danubio Azul.

La mujer hizo un par de trabajos y llevó armas para diferentes actos de sicariato. Pero luego, el Costeño, le dijo que ahora sí había llegado una misión enorme y que “estaban pagando más o menos 700 millones”.

El joven fue capturado por la comunidad y el esquema de seguridad del senador en el mismo lugar de los hechos. Fue incluido en el programa de protección a testigos de la Fiscalía.
El joven sicario fue capturado por la comunidad y el esquema de seguridad del senador en el mismo lugar de los hechos. Fue incluido en el programa de protección a testigos de la Fiscalía. | Foto: Captura de video

El jefe de la banda sicarial estaba en ese momento apenas en la planeación del atentado y le pidió a Katherine su ayuda para conseguir el gatillero. Las especificaciones muestran que desde un inicio el plan era utilizar a un menor, ojalá con muchos problemas y pocos afectos.

“Me dijo que si lo podía conseguir, que le ofreciera 100 o 150 millones de pesos, que solo tenía que disparar y entregarse a la Policía... Me dijo que era mejor si tenía de pronto antecedentes, o no tenía padres. Que no tuviera a nadie que estuviera tan pendiente de él. Me dijo que debía tener entre 14 y 16 años, porque si estaba por cumplir los 18 podía sufrir cárcel, entonces que necesitaba que tuviera por ahí 14 años", relató ella.

SEMANA reveló hace ocho días el testimonio del menor de edad, que coincide plenamente con lo que narra alias Gabriela.

El joven comenzó a hablar desde el mismo momento en que fue capturado y golpeado por quienes lograron atraparlo. Allí, el sicario gritó que él estaba dispuesto a “dar los números” y que lo había contratado el jefe de la “olla”. Es decir, alias el Costeño.

El joven sicario aseguró que se trataba de gente muy peligrosa, y ya una vez a salvo y detenido, le dijo a la Fiscalía que antes de contarlo todo, necesitaba que protegieran a la que sería la única persona que le ha tendido la mano y se ha preocupado por él: su abuela.

Como la entidad así lo hizo, el menor, aunque no aceptó cargos, sí comenzó a colaborar y entregar datos que fueron clave para poder llegar a las capturas que sucedieron días después.

Estos videos son clave en la investigación que adelantan las autoridades.
Estos videos son clave en la investigación que adelantan las autoridades. En uno se ve a Katherine con alias el Costeño. En el otro, al joven huyendo. | Foto: Captura de video: Noticias Caracol

Al menor de edad, alias El Costeño no le ofreció los 100-150 millones de los que le habló a Katherine, sino 20 millones. El menor de edad, les dijo a los investigadores que, para él, eso era mucho billete, por lo que aceptó de inmediato, sin saber a quién debía dispararle.

Pero luego les aclaró que hoy piensa que el plan de El Costeño nunca fue pagarle. “A mí me iban a matar en esa vuelta”, confesó.

Su relato empata milimétricamente con lo que cuenta Katherine. La mujer detalla el momento en que conoció al menor de edad, el día del atentado, y lo que el Costeño le dijo antes de darle el arma.

La joven se encuentra con el menor de edad en el spark gris. "Ahí se encontraba el muchacho que le disparó al senador, y estaba el que manejaba el carro. El muchacho se encontraba de copiloto. A este muchacho, yo nunca lo había visto. Él estaba con un pantalón con calcomanías, con una chaqueta negra y una gorra roja. Tenía un celular en la mano, que era con un forro blanco; no sé qué marca era el celular. Tenía el pelo largo en la parte de atrás y corto en la parte de adelante. Tenía un porte como paisa, pero un acento rolo, de Bogotá”.

La joven continuó su relato: “Élder me dijo que sacara el arma, textualmente dijo: ‘Saca a la niña’...Élder le sacó el proveedor, sacó las balas del proveedor y las empezó a contar y dijo la cantidad que había, pero no recuerdo cuántas [eran]. Volvió a meter las balas al proveedor y metió el proveedor a la pistola, ahí jaló la parte de atrás, la cargó“.

El plan era claro: disparar la mayor cantidad de balas contra la cabeza del senador. “Élder empezó a hablar del arma, que venía del extranjero y que era una Glock, que había costado como 15 o 20 millones, que era un juguetote. Además, Élder le dijo, todos a la cabeza. El muchacho le contestó: ‘Le voy a dar uno o dos en la cabeza y me voy’. Élder le dijo que no, que eran mínimo tres o cuatro y que si se lo tenía que descargar todo, que para eso tenía munición. El muchacho estaba muy eufórico, acelerado, como contento; decía: ‘Lo vamos a hacer real, le voy a pegar todos en la cabeza’“.

Siendo las 05:03:46 p.m. del día 07-06-2025, en la imagen extraída de un video de cámaras de seguridad, en el cuadro de color rojo se aprecia a alias Gabriela, en Bogotá, en inmediaciones de donde se perpetró el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay
En la imagen, extraída de un video de cámaras de seguridad, en el cuadro de color rojo se ve a alias Gabriela, en Bogotá, en inmediaciones de donde se perpetró el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay | Foto: Foto de las cámaras de seguridad y contenida en el informe de las autoridades

Después de esa charla, el Costeño le dijo: “Dios lo bendiga, ahorita lo recogemos”.

Pero el plan nunca fue recogerlo. Y así lo narra Katherine. A ninguno de los dos les habían dicho que la persona contra la que iban a disparar era Miguel Uribe Turbay. Y de hecho, ninguno sabía quién era. Muchos detalles del relato que le habían dado al menor de edad eran falsos. Por ejemplo, le aseguraron que tenían comprados los escoltas y la policía, y que por cuenta de eso podría escapar de inmediato.

“Le contó que había una moto que lo iba a esperar en la misma esquina donde estaba el Spark. Le dijo que si la moto no alcanzaba a recogerlo, una cuadra más adelante iba a estar el Spark y que tenía cinco minutos de escape, porque la policía estaba con ellos, y que estos eran los que estaban de escolta del senador, que tenía estos cinco minutos para descargarle el proveedor en la cabeza y escapar", detalló.

Atentado Miguel Uribe Turbay alias Gabriela
"Le dijo que si la moto no alcanzaba a recogerlo, una cuadra más adelante iba a estar el Spark y que tenía cinco minutos de escape". | Foto: Sergio Acero / Colprensa

Una vez el joven perpetra el atentado, nadie va por él. Y él se da cuenta de inmediato. Cuando el investigador judicial le preguntó si le habían pagado o no, el menor de edad aseguró que nunca le dieron la plata. El trato era pagarle luego de cometer el crimen. Pero hoy, el joven asegura que el plan debía ser nunca entregarle el dinero, pues creían que de esa no salía con vida.

El menor, incluso, reconoció que se salvó de milagro y repitió, luego de un silencio, haciendo referencia al pago: “Tal vez no, a mí me iban a matar y me dejaron solo”.