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Los sanguinarios grupos armados que se disputan los territorios en Colombia: informe alerta el recrudecimiento del conflicto

SEMANA tiene en su poder un informe de la inteligencia del Ejército Nacional que muestra en detalle cada uno de los enfrentamientos a sangre y fuego con las economías ilegales.

Gabriel Salazar López

Gabriel Salazar López

Periodista Semana

28 de septiembre de 2025, 11:31 a. m.
Grupos armados en Colombia. Imagen de referencia.
Grupos armados en Colombia. Imagen de referencia. | Foto: AFP/GETTY.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo, entre otros grupos armados en Colombia, han desatado una guerra sin precedentes en las diferentes regiones del país durante este 2025, así lo reveló un informe de la inteligencia del Ejército Nacional en poder de SEMANA. Se pelean las rentas ilegales, corredores del narcotráfico y el control de las comunidades que son instrumentalizadas.

Chocó, exactamente en la región del San Juan, es epicentro de los hechos violentos, donde el Clan del Golfo y el ELN libran una guerra por las rutas de narcotráfico. La misma situación se repite en el sur de Bolívar y Antioquia, donde al escenario de guerra entran las disidencias de las Farc.

Una de las zonas complejas es el Catatumbo, donde un grupo de alias Calarcá enfrenta al ELN por el poder de las comunidades, los cultivos ilegales y el dominio de las zonas que limitan con Venezuela. En el departamento del Magdalena, el Clan del Golfo tiene una disputa con Los Pachenca (ACSN), por lo que se han desatado los asesinatos, desplazamientos forzados y el reclutamiento de menores de edad.

En el oriente de Colombia la guerra sigue viva. En el departamento de Arauca, el ELN se enfrenta con las disidencias de Mordisco por las utilidades millonarias con la frontera con Venezuela.

“En Vichada, la situación es aún más compleja: los ríos Meta, Tuparro e Inírida se han convertido en corredores estratégicos para el narcotráfico y el contrabando, con alianzas criminales entre ELN y facciones disidentes”, precisa el informe.

Las disidencias de las Farc de Iván Mordisco tienen en su poder a cuatro militares; dos casos fueron en Nariño y los otros dos en el Cauca.
Las disidencias de las Farc de Iván Mordisco tienen poder en varias regiones del país. | Foto: GETTY IMAGES

El Cauca sigue siendo muy complicado porque hay concentración de varios grupos ilegales como la estructura Dagoberto Ramos y el Frente 57, quienes se disputan territorios al norte, mientras que en el Cañón del Micay los enfrentamientos involucran a las estructuras Carlos Patiño y Diomer Cortés contra el ELN, con alianzas temporales para recuperar áreas de cultivo ilícito.

“En Nariño, las disidencias se enfrentan por el control fronterizo y las rutas hacia el Pacífico. Finalmente, en el suroriente, la frontera entre Meta y Guaviare enfrenta a las facciones de Calarcá” y Mordisco, mientras que en la zona limítrofe entre Putumayo y Caquetá, el Comando de Frontera se mide con la estructura Carolina Ramírez”, indica el documento.

El informe en poder de SEMANA muestra cómo los hechos violentos se han incrementado con el pasar del tiempo pese a las operaciones que han adelantado de las diferentes instituciones de las Fuerzas Armadas de Colombia.

Desde la academia

El docente de la Universidad del Norte, Luis Fernando Trejos Rosero, experto en temas de conflicto, explicó a SEMANA que el fracaso de la política de Paz Total del presidente Gustavo Petro ha hecho que los grupos ilegales tomen mayor poder en las regiones del país, donde la guerra es insostenible.

“La paz total, sin habérselo propuesto, generó unos incentivos perversos en los grupos armados, en el sentido de que cuando se iniciaron muchas mesas, se promovieron ceses al fuego, que eran bilaterales, pero no multilaterales, y tampoco incluían el cese de hostilidades. En este sentido, los grupos armados dejaron de confrontar a la fuerza pública, que es su principal enemigo, y se concentraron en confrontar a otros grupos armados”, detalló.

Los beneficiados son delegados en los procesos, conversaciones o acercamientos de paz con el Gobierno.
Guerrilleros del ELN. | Foto: AFP

Al mismo tiempo, indicó que las acciones del Gobierno nacional lo que hicieron fue desatar una guerra entre los ilegales y con ello hubo una gran afectación humanitaria porque las comunidades han tenido que abandonar sus territorios.

“Además de la confrontación entre los grupos, produjo unas afectaciones humanitarias importantes, en la medida en que los grupos armados siguieron reclutando menores, extorsionando, confinando comunidades, y en otros casos, desplazando comunidades, y a eso habría que sumarle también, victimizando a liderazgos sociales y firmantes de paz”, finalizó.

Mientras los grupos armados siguen enfrentándose a bala y con explosivos en los territorios, las más afectadas son las comunidades que han tenido que dejarlo todo y recordar lo que vivieron en el pasado: el horror de la guerra.