Nación
Lo que había detrás de una droguería en Barranquilla: tenían más de 25.000 medicamentos vencidos y era punto de venta ilegal
Autoridades desmantelaron una farmacia clandestina que vendía medicamentos falsificados, vencidos y de uso institucional.
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Danna Valeria Figueroa Rueda
Comunicadora social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Bucaramanga. Con experiencia en temas de país, particularmente política, judicial, orden público y justicia.

La Fiscalía y la Policía entraron a un local del norte de Barranquilla y sacaron lo que parecía una farmacia clandestina, pero era una amenaza silenciosa: 25.330 unidades de medicamentos vencidos, falsificados y de uso institucional, con un valor comercial superior a los 115 millones de pesos. Lo que encontraron no eran solo cajas: eran riesgos y errores envasados en las etiquetas.
El operativo comenzó como una diligencia de registro y allanamiento en el marco de las labores conjuntas contra el contrabando y el comercio ilegal. La Fiscalía, en coordinación con la Policía Nacional, actuó sobre un establecimiento que funcionaba sin las condiciones sanitarias exigidas.
Dentro había analgésicos, antibióticos, relajantes musculares, antihipertensivos y otros productos de control —medicamentos cuya manipulación, conservación y trazabilidad exigen registros y cadena de custodia que en ese lugar, según las autoridades, nunca existieron.

Los lotes fueron embalados y puestos a disposición de las autoridades sanitarias para los análisis técnicos. Esos exámenes —que harán Invima— deberán determinar si los fármacos contienen ingredientes activos, si fueron adulterados o simplemente rellenados con sustancias ineficaces o dañinas.
Mientras tanto, la Fiscalía abrió las investigaciones: el hallazgo puede configurar delitos como la enajenación ilegal de medicamentos, la usurpación de derechos de propiedad industrial y la corrupción de productos médicos.
El golpe en Barranquilla no es un hecho aislado. En septiembre la Policía de Tránsito decomisó más de 900 unidades cerca del puente Pumarejo, valoradas en alrededor de 30 millones de pesos; en julio una operación con la Policía Judicial y el Invima sacó del mercado más de 22.000 unidades desde bodegas clandestinas en el centro de la ciudad.
A nivel nacional, las cifras que las autoridades han reportado en diferentes operativos suman decenas de miles de unidades: en ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Villavicencio y Cúcuta se han incautado cientos de miles de productos que no cumplen con controles sanitarios.
La Fiscalía, ahora con las pruebas en custodia, deberá reconstruir rutas de suministro y el posible vínculo de estos lotes con redes más grandes que operan en el Caribe. Los análisis técnicos —que incluyen verificación de la composición de los productos y trazabilidad— serán clave para determinar si estos fármacos provienen de contrabando, fábricas clandestinas o de adulteración local.
Además, las autoridades investigarán si las etiquetas fueron suplantadas para simular marcas reconocidas y si existió alguna complicidad en la cadena de distribución.