“Le ofrecieron y no aceptó”, la historia del menor implicado en el atentado contra Miguel Uribe Tubay y que huyó de un centro de protección del ICBF

El menor de 17 años de edad, de nacionalidad venezolana, y que llegó hasta el búnker de la Fiscalía advirtiendo algún grado de responsabilidad en el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, entregó una declaración preliminar a los investigadores.

Acto seguido firmó un compromiso con la Fiscalía para participar de un proceso de colaboración en el que se comprometió a entregar información relevante, oportuna para sumar a los elementos de prueba en el proceso que tiene a seis personas judicializadas.

La Fiscalía dejó al menor a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), con el objetivo de que se anticipen los canales de protección correspondientes en un hecho de tal importancia. Sin embargo, en las últimas horas se conoció que el menor huyó de ese esquema de protección.

Fuentes del proceso revelaron a SEMANA que en su declaración, el menor hizo una advertencia clara, fue contactado por la organización criminal de alias El Costeño para cumplir el plan asesino que dejó como víctima al Senador Miguel Uribe Turbay.

En esa declaración, el menor aseguró que no aceptó la propuesta que incluía un importante pago económico. Se negó aún sin saber que el objetivo criminal de esta organización era el precandidato presidencial. Fue después de escuchar y ver las noticias que entendió la gravedad de la propuesta.

Advirtió este menor en esa declaración con la Fiscalía, que, luego de la propuesta inicial, recibió diferentes llamadas de los integrantes de este grupo de asesinos, y ante el temor de alguna represalia por negarse a participar del macabro plan, decidió huir hacia Ecuador.

Fue hasta ahora, cuando regresó a Colombia y motivado por otras personas, que decidió acercarse a la Fiscalía a ofrecer esa colaboración, al parecer, y es lo que se trata de investigar, a cambio de protección y garantías que fueron ofrecidas. El problema es que no fueron suficientes, por eso escapó del hogar del ICBF.

Cuándo las autoridades se enteraron de que el menor ya no estaba bajo custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, como fue el compromiso con la Fiscalía, se ordenaron las investigaciones correspondientes, principalmente de la Procuraduría que se mostró preocupada por la situación.

La Directora del ICBF respondió a los reclamos de la Procuraduría, e insistió que el menor no tenía medidas restrictivas de la libertad, sin embargo, no aclaran cómo fue que salió de este hogar donde se supone estaba bajo su protección.

Expertos penalistas que hablaron con SEMANA también anticiparon que parte de la responsabilidad está en la Fiscalía, que a pesar de tener en el radar a este menor no se adelantaron los trámites correspondientes urgentes para concretar su declaración y los aportes que tenía que entregar a la justicia.

En este momento nadie conoce el paradero del menor y otros anticipan que podría correr riesgo su vida, pues quienes lo contactaron saben que ahora se encuentra sin protección y estuvo dispuesto a colaborar.