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La mala hora de Santa Marta: la violencia sigue en aumento y este es el complejo panorama
Varios municipios del Magdalena vienen siendo azotados por los grupos ilegales. La comunidad queda en medio de las balaceras.
En Santa Marta y varios municipios del Magdalena, la situación de orden público sigue siendo compleja pese a los esfuerzos que se vienen realizando desde las distintas instituciones para hacerles frente a los grupos armados ilegales.
SEMANA conoció, mediante fuentes judiciales, que la guerra entre las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada y el Clan del Golfo es librada a sangre y fuego. Incluso, la comunidad —que nada tiene que ver en la pugna— queda en la mitad de estos hechos de terror.
“Hasta el martes 27 de mayo, iban solo en Ciénaga, Magdalena, 47 casos de homicidio. Lo más grave de todo es que los criminales están ingresando a las casas de sus víctimas y al disparar hieren a otras personas que nada tienen que ver”, dijo la persona entrevistada.
En diferentes barrios de Santa Marta, Magdalena, reina la ley del silencio: nadie vio, nadie dice nada y las autoridades investigando los casos que se están presentando.
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Otro de los problemas que tiene la comunidad son las extorsiones, que están a la orden del día, y el Gaula de la Policía junto con el del Ejército es poco lo que hacen, según las denuncias, para atender los casos.
“Si usted abre un negocio hoy es seguro que al día siguiente lo estén llamando a cobrarle la extorsión. Si usted se rehúsa, lo matan o le hacen unos tiros al negocio”, manifestó un comerciante del Magdalena en conversación con SEMANA.
En medio de este complejo y sangriento panorama, la Procuraduría General de la Nación emitió una alerta sobre la capital del Magdalena y los municipios de zona norte y centro, entre ellos, Ciénaga, Zona Bananera, Aracataca, Fundación, Puebloviejo, El Retén y Pivijay, pues en estos lugares han contabilizado más de 200 asesinatos entre enero y mayo de 2025.
“De acuerdo con información recaudada por la Procuraduría Regional Magdalena, la disputa entre los grupos armados criminales, Clan del Golfo y Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (o Pachencas) por el control del territorio y las rentas ilícitas ha generado —además— un preocupante incremento en la extorsión a líderes sociales, comerciantes, caficultores, docentes y vendedores ambulantes, entre otros, que reciben amenazas de muerte si no acatan los requerimientos económicos y hasta las normas de conducta impuestas por estos grupos", precisaron.
De igual manera, denunciaron que los grandes cabecillas de estas estructuras ilegales que han sido capturados por las autoridades judiciales son recluidos en Centros de Detención Transitoria de la capital, con precaria infraestructura, gran hacinamiento y escasa seguridad, lo que les facilita seguir delinquiendo desde allí y llevar la guerra entre bandos.
“El Ministerio Público reitera las solicitudes hechas a los gobiernos municipales, a la administración departamental y a los comandantes regionales de fuerza pública, para fortalecer las acciones de protección a la comunidad y continuar enfrentando esta amenaza", finalizaron.
La situación en Santa Marta y varios municipios del Magdalena es compleja por la guerra entre grupos ilegales.
