Nación
La lucha de una familia homoparental para registrar a su hijo nacido por vientre subrogado
El pequeño nació de forma prematura el 30 de enero y pasó mes y medio en la clínica en cuidados intensivos y especiales. La falta de registro lo dejó en apatridia.


El matrimonio de Daniel Corzo y Renzo Cuadra lleva mes y medio buscando que su hijo sea registrado ante el Estado colombiano. Pese a las visitas a notarías en Bogotá y a una acción de tutela interpuesta contra dos de estas, no han conseguido que el menor de edad quede documentado como su hijo ante la ley.
El pequeño nació por un vientre subrogado el pasado 30 de enero, por medio de una cesárea de emergencia que le fue practicada a la mujer que cargó el feto durante 28 semanas, debido a un cuadro médico de desprendimiento de placenta que amenazaba la vida de ambos.
El nacimiento prematuro complicó todos los planes de la pareja que desde 2020 había hablado sobre sus planes de ser padres: el pequeño nació en un hospital diferente al planeado, tuvieron que desplazarse de emergencia desde Bucaramanga a Bogotá para cuidarlo y los trámites jurídicos se hicieron más difíciles.
Si bien él nació hace mes y medio, el único documento que certifica su existencia ante el Estado colombiano es un certificado de nacido vivo, porque no consiguieron que las notarías les tramitaran el registro civil de nacimiento y la hospitalización de su hijo impedía trasladarlo a una sede de la Registraduría para hacer el trámite.
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El primogénito que esperaron por años fue identificado en el hospital como NEO9 cuando estuvo en cuidados intensivos y como NEO19 durante su paso por cuidados intermedios, porque de cuenta de la tramitología no tiene un nombre ante la ley. Y ese es un simple detalle en medio del resto de obstáculos que han enfrentado en este proceso.
La negativa de las notarías a hacer el registro civil de nacimiento ha hecho que los padres no puedan solicitar su licencia de paternidad ante la EPS a la que están afiliados, lo que les impide tener una licencia legal para ausentarse de sus trabajos durante el proceso de canguarearlo, porque su cuerpo es débil y necesita de unos cuidados más exigentes que los de un recién nacido promedio.
“Nosotros vivimos de nuestros trabajos y hemos tenido que pedir permisos no remunerados para cuidar a nuestro hijo, porque nuestra decisión es ser padres y hacernos cargo. Sabemos que este mismo caso también le ocurrió a otras familias cuyos hijos nacieron en las últimas semanas, pese a que ya hay una sentencia de unificación y un procedimiento interno en notarías. Nos están obligando a irnos por un proceso más largo”, alegó Corzo.
Sin registro civil de nacimiento tampoco han conseguido darle sus apellidos, mucho menos reconocer su nacionalidad y el pequeño ha sido un apátrida de cuenta de los vacíos jurídicos que existen en el ordenamiento colombiano sobre el proceso que deben seguir los padres de bebés nacidos por vientre subragado, sin importar si se trata de parejas heterosexuales u homosexuales. Ellos advierten que las notarías pidieron indicaciones para aplicar el concepto para el proceso de registro y cuestionan que este caso fue fallado por un juez laboral y no uno de familia.
La Registraduría le respondió a SEMANA que los notarios no necesitan de un concepto para inscribir a los niños en el registro civil en ningún caso e instó a que todo niño que nazca en Colombia sea registrado lo antes posible, para que pueda acceder a sus derechos, pues, con el registro civil se materializan derechos como el nombre, la nacionalidad y la filiación. Ese documento es esencial para el acceso a servicios como la salud.
El camino jurídico que existe en la actualidad indica que se presume la maternidad por el hecho del parto, que se demuestra con el certificado de nacido vivo en el cual se incluyen los datos relativos al nacimiento y el nombre de la mujer que gestó al menor. Ese documento es el antecedente para la inscripción en el registro civil con el que los padres deben adelantar el proceso para que un juez defina mediante sentencia la filiación de ese menor de edad.

“Esto tiene repercusiones muy importantes, porque hemos querido trasladarnos a Bucaramanga en tanto podamos, pero no podemos viajar con un bebé si no tiene un registro en el que esté a nuestro nombre. Estamos a merced de aprobaciones notariales para poder viajar con nuestro hijo”, comentó Cuadra. Si el pequeño se registra a nombre de la mujer, ese paso le acarrearía responsabilidades jurídicas a ella a pesar de que su decisión es no ser madre.
En Colombia existe la “presunción de maternidad” que determina que el bebé es de quien nació, por lo que hay vacíos jurídicos que determinen qué hacer cuando una pareja accede a un mecanismo de subrogación. La Corte ya ha exhortado al Congreso de la República para que legisle sobre el alquiler de vientres, porque los menores de edad están siendo víctimas de la falta de legislación, como ocurre con el primogénito de Daniel y Renzo, quien lleva mes y medio sin siquiera tener un nombre ante la ley por un vacío legal que el Estado no resuelve.