Boyacá
La lucha a sangre y fuego de grupos armados en Boyacá: estas son las millonarias utilidades que buscan
SEMANA revela cómo buscan quedarse con las rentas criminales en esta zona de Colombia.


El departamento de Boyacá históricamente fue un territorio donde los grupos ilegales hicieron de las suyas y aterrorizaron a los campesinos y otros sectores productivos de esta zona del país.
Para la Fuerza Pública había una calma con los actos de terrorismo, hasta que a finales de este mes de agosto, integrantes del Ejército Nacional fueron emboscados por la guerrilla del ELN.
En ese hecho, asesinaron a los soldados profesionales Durley Ascencio Tapiero, Andrés Felipe Arias Ponce y Jaider Miguel Mercado Meléndez. Mientras que los heridos fueron identificados por las autoridades como Juan Camilo Arias Cuchimba, César Luis Contreras Galán y Óscar Iván Ayala Cante.
Luego de este violento atentado de esta guerrilla, SEMANA indagó con fuentes de la inteligencia militar sobre lo que estaba ocurriendo en la zona y la sorpresa fue grande, porque la comunidad viene siendo coaccionada por los grupos ilegales como el ELN, disidencias de las Farc y hasta integrantes del Clan del Golfo.
Lo más leído
“Hace dos años los ilegales ingresaban a Boyacá para el tema de las extorsiones a las grandes empresas y volvían a salir, pero no se tenía información que estaban presentes en el territorio realizando labores de verificación de zonas y demás, pero todo quedó confirmado con lo que ocurrió con nuestros soldados a principios de este mes de agosto”, cuenta a SEMANA el oficial de inteligencia.

Asegura que si analizan lo ocurrido, “es imposible que ilegales que solo estén de paso por el territorio realicen una emboscada tan precisa con nuestros soldados que estaban cumpliendo una misión constitucional”.
Es claro que lo que buscan desde ELN y otros grupos es el poder económico que deja la minería ilegal, solo con el tema de las esmeraldas y el oro, que al sacarlo de Colombia, sus utilidades son millonarias. No tienen tanta complejidad para poder ingresar nuevamente el dinero bajo la modalidad de lavado de activos.
“En los registros que tenemos desde el gobierno de Juan Manuel Santos, aproximadamente, no teníamos una emboscada contra militares en el departamento de Boyacá, lo que hacía que esta zona fuera tranquila después de tantos años de horror, pero el panorama está cambiando”, explica desde el anonimato.
Otro oficial del Ejército Nacional que laboró durante varios años en este departamento contó lo que vivió en una de las reuniones de la inteligencia militar para poder atender casos graves de extorsión.
“Las extorsiones a empresas de esmeraldas van hasta 3.000 millones de pesos y si se oponen los amenazan con ataques armados o con explosivos. Muchas de esas empresas decidieron dejar sus operaciones, porque no había garantías de nada”, explica.

Al mismo tiempo, indica que los municipios más afectados y que están en la mira de los grupos ilegales son San Pablo de Borbur, Maripí, La Victoria, Otanche, entre otros, donde la comunidad prefiere no denunciar para no tener que vivir nuevamente el horror de la guerra.
“Actualmente, las personas no quieren denunciar por el temor que tienen, pero la realidad es cruda y dura: el ELN y otros grupos armados ya están nuevamente en el territorio ejerciendo su presión para poder tener utilidades que les financie la guerra que hoy vive toda Colombia”, detalla el experimentado oficial.
Incluso, sostiene una y otra vez que la presencia de los ilegales en esta zona es de pura estrategia, porque no solo tienen el control de la minería ilegal, sino que también estas zonas son utilizadas para temas de narcotráfico.
“Hay que entender algo y es que el departamento de Boyacá limita al norte con los departamentos de Santander y Norte de Santander, y un pequeño tramo con Venezuela; al oriente con los departamentos de Arauca y Casanare; al sur con Cundinamarca y una pequeña parte de Meta; y al occidente con Caldas y Antioquia, lo que hace que sea atractivo tener todo el poderío de la zona.
Lo que buscan es poder controlar lo que entre y lo que salga de este territorio, pero, sobre todo, que les deje dinero”, detalla.
SEMANA conoció que desde las Fuerzas Militares hay capacidades para poder hacerle frente a estos grupos ilegales, pero ya estos tienen una gran ventaja en el territorio minero del departamento de Boyacá, donde en los próximos meses puede escalar una guerra entre ilegales y la Fuerza Pública.