Nación
¿La jugadita de Emilio Tapia? El corrupto contratista fue capturado en una clínica de Barranquilla y dice que tiene problemas de salud
El condenado informó a los agentes de la Dijín que se encontraba en la Clínica Altos del Prado.
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Emilio Tapia tiene dos condenas encima. Una por el llamado Carrusel de contratos de Bogotá y la otra por el escándalo de Centros Poblados. Por el primero, gozaba de libertad condicional, sin embargo, el juez de ejecución de penas le revocó el beneficio y ordenó regresarlo a la cárcel.
El juez firmó la orden de captura hace varias semanas, pero solo hasta este viernes, 31 de octubre, Emilio Tapia decidió entregarse y lo hizo en una clínica de un exclusivo sector de la ciudad de Barranquilla. Fuentes de la Policía confirmaron que el corrupto empresario advirtió que tenía complejos problemas de salud.
Un juez ordenó enviar de nuevo a prisión a Emilio Tapia, condenado por el carrusel de contratos y Centros Poblados. Advierten que es “proclive a delinquir” y no logró resocializarse. https://t.co/if1kX8qDUN pic.twitter.com/mP86InLSel
— Revista Semana (@RevistaSemana) October 10, 2025
Los policías de la Dijín llegaron hasta la Clínica Altos del Prado y notificaron a Tapia de la captura, de la orden del juez de regresarlo a la cárcel tras advertir que, con la libertad condicional, el corrupto contratista no logró resocializarse. En la clínica, Emilio Tapia —según los agentes— aseguró que tenía problemas cardiovasculares.
Así las cosas, con la orden de captura y la decisión del juez de enviarlo a una cárcel para que continúe pagando su condena por el escándalo del Carrusel de contratos de Bogotá, su traslado tendrá que esperar hasta que los médicos confirmen que su estado de salud no se afectará con la reclusión.
Algunas fuentes de la Policía anticipan que se trata de una movida muy conocida en estos escenarios, para evitar el traslado inmediato a una cárcel y solicitar posteriormente a los jueces una reclusión especial, como una guarnición militar o incluso la clínica por cárcel. Aun así, la orden del juez es perentoria y debe ser trasladado.
En los dos escándalos de corrupción en los que terminó enredado, Emilio Tapia aceptó su responsabilidad y recibió significativas rebajas de la pena; sin embargo, el juez de ejecución de penas analizó la situación del corrupto contratista y advirtió que a pesar de tener unos compromisos de reparación, no logró resocializarse.
“Porque reiteró sus comportamientos delictuales, de manera que ahora no puede emitirse un pronóstico fundado acerca de que el tiempo que ha cumplido en privación efectiva de la libertad es suficiente para concluir que no debe seguirse adelante con el tratamiento resocializador, las muestras que ha dado el sentenciado son contrarias a ello”, dice el juez.

Por ahora, y mientras avanzan los chequeos médicos, Emilio Tapia también tendrá que quedarse en la clínica, aunque con vigilancia de las autoridades penitenciarias y luego de ponerlo a disposición de la autoridad que lo requiere, tras concluir que el condenado contratista es proclive a delinquir.

