La historia no contada del funcionario de la Fiscalía desarmado y atacado por un ciclista en Bogotá. Es escolta del exfiscal Néstor Humberto Martínez
SEMANA conoció detalles de la investigación que advierte otras hipótesis a un simple hecho de intolerancia.
En la noche del pasado martes se conoció un hecho de violencia que dejó como víctima a un funcionario del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía, que se movilizaba en una camioneta blindada de la entidad. Al parecer, en un hecho de intolerancia, terminó enfrentado a un ciclista que lo desarmó y le disparó. Los datos que descubrió SEMANA le añaden más capítulos a esta historia.
El funcionario hace parte del esquema de seguridad del exfiscal Néstor Humberto Martínez. El hombre transitaba por la zona cuando, de repente, apareció el ciclista, se atravesó en su camino y terminó chocando contra la camioneta. Hasta ahí un accidente de tránsito que derivó en pelea y el ataque con el arma de fuego al funcionario.
El caso fue asumido por la Unidad de Homicidios, no sólo por las condiciones en que el ciclista estuvo a punto de convertirse en asesino, sino por algunos datos que surgieron, conforme los investigadores encontraron rastros, de un hecho que llamó la atención y advierte otra peligrosa hipótesis.
Estrellarse en bicicleta parece más una rutina que un accidente, pero enfrentarse a un desconocido que se baja de una camioneta, arrebatarle el arma, con la clara intención de causar daño, reducirlo y con la conciencia de que en ese intento puede asesinarlo, no es la reacción de un ciclista que solo busca llegar a su casa.
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La Fiscalía logró establecer que la aparición del ciclista a esa hora y lugar, no fue simple casualidad. El funcionario y el protegido fueron víctimas, aparentemente, de un seguimiento criminal, delincuentes que buscan por las calles de Bogotá la oportunidad de atracar a conductores de esta clase de vehículos.
Mientras el funcionario creyó estar frente a un infractor intolerante, sin saberlo, estaba por convertirse en víctima de una banda de criminales que atracan y, mediante el uso de armas de fuego, se llevan los vehículos de ciertas características, principalmente camionetas de determinada marca, como diariamente se ve en videos de seguridad.
El supuesto infractor, su reacción y el resultado, llamaron la atención de los investigadores que, tras la verificación de las cámaras de seguridad, permitió ampliar las hipótesis y acercarse a un hecho peligroso, tristemente común en Bogotá. Los videos de seguridad lograron advertir que el ciclista no estaba solo y que su plan siempre fue atravesarse al vehículo.
Lo que cambió el presunto plan criminal fue darse cuenta de que el conductor de la camioneta era un funcionario armado y no un ciudadano indefenso. La respuesta del ciclista fue enfrentarse al escolta, con tan mala suerte para el funcionario, que terminó desarmado y víctima del delincuente, con su propia arma de fuego.
El ciclista, que se convirtió en delincuente, huyó con el arma del escolta, una pistola 9 milímetros, de alto poder, que estaba asignada al esquema de seguridad del exfiscal Martínez y que ahora entra al inventario del mercado criminal en Bogotá. Las cámaras de seguridad lograron advertir el recorrido del delincuente y la promesa de su captura está sobre la mesa.