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Insólito | Una joven denunció violencia intrafamiliar, desapareció, su cuerpo lo encontraron enterrado en su casa y la Policía no fue a recogerlo

La tragedia de una joven y su familia estaba cantada. Las autoridades no la protegieron cuando denunció, no la buscaron cuando desapareció ni recogieron el cuerpo cuando la mataron en su propia casa.

18 de mayo de 2025, 10:57 a. m.
Cristina Paola Escorcia, estaba bajo amenaza y las autoridades en Ponedera conocían las denuncias.
Cristina Paola Escorcia estaba bajo amenaza y las autoridades en Ponedera conocían las denuncias. | Foto: Suministrada

Cristina Paola Escorcia estaba bajo amenaza y las autoridades en Ponedera, un municipio a 40 kilómetros de la ciudad de Barranquilla, tenían el reporte de que la iban a matar, y la mataron. La sentencia de muerte estaba cantada y ella lo gritó, pero nadie la escuchó.

No hubo medidas de protección, ni siquiera la llamaron para ampliar la denuncia. No la visitaron en su casa y tampoco le dieron el famoso pito de auxilio con el que arranca la seguridad de las mujeres en riesgo de feminicidio. Se quedó sola, con su asesino de vecino.

Cristina Paola Escorcia, estaba bajo amenaza y las autoridades en Ponedera conocían las denuncias.
Cristina Paola Escorcia estaba bajo amenaza y las autoridades en Ponedera conocían las denuncias. | Foto: Suministrada

El lunes 12 de mayo encontraron a Cristina, muerta y enterrada en el patio de su propia casa. Su mamá, la misma que le ayudó a denunciar que su exnovio la estaba violentando y que luego advirtió su desaparición, hizo el macabro hallazgo. Nuevamente avisó a la Policía del municipio.

El propio reporte de las autoridades advierte que no se alarmaron de su desaparición, pues era frecuente que no llegara a su casa; además señalan que era “trabajadora sexual”. El perfil no le favoreció a Cristina Paola, su vida la condenó a muerte. Ni siquiera su cuerpo inerte fue digno de atención.

Cuando la mamá de Cristina encontró el cuerpo y reconoció que se trataba de su propia hija desaparecida, alertó a las autoridades en la mañana de ese lunes. Esperó por varias horas, mirando desde el interior de la casa lo que quedaba de su hija en el patio. Pero nadie llegaba a auxiliarla.

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Lo que podría alertar a cualquier autoridad, un posible caso de feminicidio, en Ponedera pasó como un día normal. Se hicieron las solicitudes entre Policía y Fiscalía, pero el turno de inspección al cadáver le correspondió a la Sijín de la Policía, aunque era necesario un antropólogo forense, el problema es que solo hay uno en todo el departamento.

En la tarde, la paciencia se acabó y los vecinos de Cristina Paola se solidarizaron con su mamá. Reclamaron a la Policía del municipio por dejar sola a la familia y arrancó una protesta en una vía principal, que motivó la intervención de los escuadrones antidisturbios de la Policía. Para los ciudadanos, esa fue la primera acción de las autoridades desde el feminicidio de Cristina, pero ni con la protesta fueron por el cuerpo de la víctima.

Entrada la noche, con la protesta conjurada por el Esmad, los vecinos y amigos de Cristina desenterraron el cuerpo, lo sacaron del patio de su casa, lo envolvieron en cobijas y lo montaron en una improvisada camilla armada con los palos de una cerca y las tablas de su propia cama.

Iniciaron una procesión fúnebre por las calles del municipio de Ponedera, con el cuerpo de Cristina en la raquítica camilla y sin oraciones, solo reclamos por el crimen que la misma víctima anunció, la desaparición que a nadie alertó y el cuerpo que nadie recogió. Los vecinos llevaron lo que quedó de Cristina hasta las puertas de la estación de Policía y allí la dejaron.

La Fiscalía arrancó con la investigación y tienen un sospechoso, un hombre identificado con alias de Micky. El problema es que la manipulación del cuerpo, de la escena del crimen y todos los elementos de prueba, ahora se convierten en un tropiezo. La inspección del cuerpo de Cristina Paola arrojó signos de tortura y lo más triste, estaba embarazada.

Cristina Paola Escorcia, estaba bajo amenaza y las autoridades en Ponedera conocían las denuncias.
Cristina Paola Escorcia fue ignorada cuando advirtió que la iban a matar, nadie le prestó atención. | Foto: Suministrada

Este feminicidio se convierte en la prueba de cómo los planes de prevención y garantías de protección para las mujeres, en riesgo de feminicidio, parecen tener jurisdicción. Cristina fue ignorada cuando advirtió que la iban a matar, nadie le prestó atención, ni siquiera cuando lo único que quedó fue su cuerpo en el patio de su casa.

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