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Hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, exjefe del Cartel de Cali, habló del viacrucis que vive por su apellido: “Sigo pagando”

El familiar del excapo contó un lío que tuvo con la justicia y que, según él, creció en magnitud debido a que es el hijo del temido exnarco.

1 de junio de 2025, 9:36 p. m.
El hombre explicó cómo ocurrió todo.
El hombre explicó cómo ocurrió todo. | Foto: El País de Cali / Archivo Semana

Fernando Rodríguez Mondragón pasaría desapercibido si no fuera por el oscuro pasado que tiene su papá. Este hombre es el hijo del temido narcotraficante Gilberto Rodríguez Orejuela, exjefe del Cartel de Cali y quien sembró terror en Colombia durante mucho tiempo.

Rodríguez Mondragón, al igual que su papá, tuvo líos con la justicia, pero todo se dio por una situación totalmente ajena a los problemas de su progenitor. El 24 de septiembre del 2021, en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá se decomisaron 3.493 aletas de tiburón y 117 kilos de vejigas natatorias de pescado, el destino era Hong Kong y procedían del municipio de Roldanillo, en Valle del Cauca.

El hijo del exjefe del cartel de Cali era propietario de la Comercializadora Fernapez, pero su vida cambió tras lo que, según dijo, hizo un ciudadano chino con el que trabajó. En diálogo con el diario El País, de Cali, explicó que él no tuvo nada que ver en el ilícito.

 Una cárcel en Estados Unidos fue el camino que construyó el capo del cartel de Cali por las toneladas de drogas que envió a ese país. Así también pagó por toda la sangre que corrió en Colombia.
Este sujeto sembró terror en Colombia durante mucho tiempo. | Foto: POLICÍa NACIONAL

“Por mi edad en pandemia me fui para una finca y quedó al frente de las exportaciones un ciudadano chino que tenía un contrato con mi empresa (…) Cuando se acabó la pandemia y abrieron fronteras en China otra vez, había un acumulado de buche del pescado o vejiga natatoria, y en la última exportación que hizo metió también esas aletas de tiburón”, comentó.

Rodríguez Mondragón remarcó que él siempre fue el representante legal, mientras que el mencionado asiático estuvo al frente por los riesgos que existían de un posible contagio de covid.

Esta situación, según comentó, fue aprovechada por el chino para realizar el envío de las aletas de tiburón, todo sin que él lo supiera. Debido a que era el propietario de la comercializadora, las autoridades le cayeron y centraron su atención en él.

Sin embargo, explicó todo lo sucedido y hasta aportó videos en donde, de acuerdo con su relato, se ve al chino manipulando las aletas. “Todas esas pruebas se las pasé a la Fiscalía y me quedé tranquilo”, señaló.

Pasó un año así y, en medio de un control, fue capturado después de que le pasara la cédula a un uniformado y este le confirmara que había una orden de captura en su contra. “Tres días para legalizar lo de la captura y todo eso, y luego me dieron casa por cárcel”, comentó al medio caleño.

La vida del hijo del exnarcotraficante cambió por completo tras los líos con la justicia.
La vida del hijo del exnarcotraficante cambió por completo tras los líos con la justicia. | Foto: El País de Cali

Ahí fue cuando todo se conoció y, según dijo, fue mostrado como uno de los mayores “traficantes de aletas de tiburón del mundo”. Detrás de toda esta magnitud que se armó hay un motivo que él tiene claro: ser el hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela.

“El proceso no habría tenido la relevancia ni el amarillismo que tuvo, de no ser porque soy el hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, el jefe del cartel del Cali”, manifestó en el diálogo con el medio caleño.

Después de que se conociera la noticia, los líos llegaron con los bancos, pues lo retiraron completamente del sistema y le quitaron todas las tarjetas de crédito que tenía, las cuales utilizaba para mantener en pie su negocio mientras llegaban los pagos desde el exterior.

“Incluso, una cooperativa en la que tenía una cuenta me mandó una carta diciendo que me suspendían el servicio porque yo era un aliado del terrorismo y el narcotráfico”, mencionó.

Las 3493 aletas corresponde a cinco especies de tiburones amenazados de extinción. Foto: Secretaría de Ambiente de Bogotá
Esta fue la mercancía que se incautó y que le originó problemas a Rodríguez Mondragón. | Foto: Especial para El País

Actualmente, el proceso penal en su contra ya está totalmente cerrado, lo condenaron a 48 meses de casa por cárcel, pero le dieron el beneficio de la suspensión de la pena y hoy en día puede moverse libremente por Colombia, aunque para salir del país sí tiene que pedir permiso.

Ahora, mantiene una lucha por limpiar por completo su nombre, ya que tiene claro que es totalmente inocente, más allá de la condena que hay en su contra.

Sobre el ciudadano asiático que lo metió en este problema, no volvió a saber nada. “El día que le dije que me capturaron y que por su culpa iba a ir preso 10 años, me mandó unas caritas riéndose”, concluyó.