Nación
Habla mujer que habría sido violada por guardias del Inpec y relata el infierno que vivió: “Me tapa la boca y me quita el pantalón”
La mujer recordó el infierno que vivió al interior de una cárcel donde presuntamente fue violada, maltratada y hasta obligada a abortar.

Andrea Valdés, una mujer de 30 años, habló por primera vez en público del terror que vivió al interior de la cárcel El Pedregal, en Medellín, después de que supuestamente fuera violada por dos guardias del Inpec. Además de esta pesadilla, el viacrucis fue peor cuando le confirmaron que estaba en embarazo y, no contentos con los abusos, intentaron obligarla a abortar.
La mujer habló con Noticias Caracol y reveló detalles de todo lo que tuvo que vivir, una experiencia que le arruinó la vida y la dejará marcada para siempre. “Una desolación y un dolor grande, una sensación muy extraña y horrible”, señaló.

Todo ocurrió el año pasado y, según dijo, su pesadilla inició después de que se negara a ingresar droga en el sitio, una situación que supuestamente se estaba presentando en complicidad con los guardianes. “Utilizaron a mis compañeras como retaliación a esas denuncias que yo hice”, comentó.
Ante esto, decidieron aislarla en una celda especial para protegerla de los ataques, pero allí encontraría un verdadero infierno. “Entra un dragoneante, me tapa la boca y yo comienzo a gritar, pero ese es un lugar muy desolado y nadie lo puede escuchar a uno”, relató.
“Me quita el pantalón de la pijama, me penetra, me hace esa maldad de abusar de mí. Antes de irse me dijo: ‘Siga llamando a esas fundaciones y póngase a denunciar y verá que ahí sí la legalizamos’, lo que significa que lo maten a uno”, añadió.
Debido a la amenaza, cuenta Andrea, se llenó de miedo y prefirió no decir nada de lo que había pasado. Una semana después de este abuso, llegaría la segunda violación por parte, presuntamente, de otro de los guardianes.
De todas las infamias posibles que pueden vivirse en una cárcel, más allá de la muerte, por supuesto, a Andrea Valdez le correspondieron las más horrendas: una doble violación, un embarazo no deseado y, finalmente, un complot para tratar de que abortara.pic.twitter.com/Q7o9NkPpGx
— Juan David Laverde (@jdlaverde9) March 25, 2025
“Fue más grosero y más atarván, más animal (…) Este tipo me repite casi lo mismo, que tuviera la boca cerrada, porque si no me la cerraban”, recordó en medio de su dolor.
Pasó poco más de un mes desde la última violación, cuando apareció de manera repentina en la enfermería de la prisión, la habían encontrado desmayada en la celda. “Yo sentía muchos síntomas, pero lo estaba asociando con ese estado emocional por el que estaba pasando”, dijo.
Tras esto y de manera repentina, un guardia le entregó un día una prueba de embarazo casera y allí confirmó otra noticia que le cambiaría la vida. “Yo digo que ya sabían que estaba en embarazo porque nunca me quisieron dar los exámenes que me hicieron después de desmayarme”, contó.
Pero a esta historia le faltaba otro capítulo. Días después se sintió mal tras consumir su almuerzo y comenzó a salirle sangre. Por esto, la tuvieron que llevar hasta un centro médico y allí le confirmaron que había ingerido una sustancia que normalmente se utiliza para intentar interrumpir el embarazo. Lo extraño es que no lo hizo por su propia voluntad y ella cree que se lo pusieron en los alimentos.
“Yo quedé en shock. Pienso que querían interrumpir mi embarazo porque es la prueba más evidente de lo que me hicieron”, relató, al tiempo que aseguró que debido a esto no le han podido hacer una prueba de ADN para confirmar quién es el papá del bebé que está esperando.
El caso ya está en la Fiscalía, mientras que su abogado espera que Andrea reciba alguna medida de protección, pues todavía permanece en custodia del Inpec pese a todo lo que supuestamente sufrió por culpa de dos miembros de esta institución.