Judicial

Fortuna, el capo invisible, fue recapturado tras cumplir su condena en los Estados Unidos. Estos son los cargos que tiene pendientes

La Fiscalía está detrás de los bienes de Andrés Mauricio Vélez Hernández, que estarían avaluados en 72 mil millones de pesos.

19 de septiembre de 2025, 3:12 p. m.
Este otro de los capturados en el operativo relámpago que adelantó la Policía tras el asalto.
Foto referencial de captura. | Foto: Policía Nacional

En la tarde del pasado miércoles 17 de septiembre, una sutil alarma se activó en los computadores de Migración Colombia en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá. ¿La razón? Una de las personas que había llegado en un vuelo de deportados desde los Estados Unidos tenía un requerimiento judicial pendiente.

Se trataba de Andrés Mauricio Vélez Hernández, quien había cumplido una condena de cuatro años y tres meses de prisión en los Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.

El hombre, a quien las autoridades reseñan con el alias de Fortuna, comandó entre 2010 y 2018 una red criminal que traficaba cocaína en Centro y Norteamérica.

A su llegada al país, se le notificó que tenía un requerimiento por un proceso relacionado con lavado de activos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.

Esto, debido a las acciones que había adelantado para ocultar su fortuna y desviar la atención de las autoridades que rastreaban 32 bienes inmuebles avaluados en 72.000 millones de pesos.

En abril pasado, en un operativo conjunto en diferentes ciudades del país, se capturó a ocho personas que se habrían prestado para darle apariencia de legalidad al patrimonio ilícito de Fortuna.

Por el hecho, fueron vinculados a un proceso penal por los cargos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito de particulares y concierto para delinquir.

En esa imputación de cargos, la Fiscalía General reveló la sofisticación de los integrantes de la banda para ocultar todos los bienes del narcotraficante, afectando así los procesos de extinción de dominio.

Los testaferros, que eran personas de bajos recursos y con escaso nivel educativo, conformaron sociedades que no contaban con un respaldo económico justificado. En movimientos internos, lograron la transferencia de 29 bienes inmuebles pertenecientes a alias Fortuna. Todo esto se hizo en 35 días.

“Este negocio jurídico, en principio, no tendría nada extraño, de no ser porque el señor Vélez Hernández sería el propietario de estas empresas, utilizando otros engranajes de la organización criminal como representantes legales y traspasándolas por precios muy inferiores a las investigaciones que figuran en los certificados de tradición y libertad”, precisó en la imputación de cargos la fiscal.

“Es decir, se trató de ventas simuladas con el único propósito de ocultar el origen ilícito de los bienes”, complementó la delegada del ente de investigadores, que puso de presente que estas minuciosas operaciones estuvieron a cargo de personas muy cercanas a alias Fortuna.

Con este actuar, se les quiso imprimir legalidad a las propiedades del narcotráfico. Igualmente, los testaferros utilizaron sus cuentas bancarias personales para recibir dinero en grandes cantidades, realizar transacciones y girar cheques sin que existieran contratos que justificaran esos movimientos.

Las autoridades le identificaron a alias Fortuna 32 inmuebles rurales, cinco propiedades urbanas, cinco vehículos y tres sociedades comerciales ubicadas en Rionegro (Santander), Puerto Boyacá (Boyacá), Albania y Curillo (Caquetá), Pereira (Risaralda), y Cali (Valle del Cauca).

La mayoría de las propiedades, adquiridas con dineros de actividades ilegales, contaban con piscinas, amplios parqueaderos y establos para animales.