INVESTIGACIÓN
Exclusivo: un equipo de inteligencia militar que fue vital para la Operación Jaque y la caída de Alfonso Cano y El Mono Jojoy estaría fuera de servicio
SEMANA revela el preocupante panorama que tendrían los sistemas de inteligencia que sirvieron para rescatar a Ingrid Betancourt, y dar de baja a cabecillas de las Farc como Alfonso Cano y el Mono Jojoy. La seguridad nacional podría estar en riesgo.

Un informe interno del Ejército, conocido por SEMANA, refleja la difícil situación en la que se encuentra el sistema que fue la punta de lanza para exitosas operaciones militares como la operación Jaque, en la que fue rescatada la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados; Odiseo, donde murió el máximo cabecilla de las entonces Farc, Alfonso Cano; Camaleón, en la que fue rescatado el general de la Policía Luis Mendieta y otros tres secuestrados; y Sodoma, que logró la muerte del Mono Jojoy, el sanguinario jefe militar de las Farc.
Se trata de un sistema poco conocido, denominado radiogoniometría, que forma parte del Batallón de Inteligencia de Guerra Electrónica y que se encontraría desactualizado, dejando a las fuerzas en desventaja con el enemigo, por las nuevas tecnologías de información y comunicaciones que vienen implementado los criminales y las amenazas extranjeras, de acuerdo con el documento que SEMANA tiene en su poder.
Esto estaría impidiendo “recolectar, almacenar, fusionar, analizar y difundir la información de manera oportuna, eficiente y eficaz”, advierte el documento. La radiogoniometría se ubica en zonas estratégicas del país y permite triangular aspectos claves de los grupos al margen de la ley, como establecer su dirección y ubicación en una determinada área.

Fuentes militares le confirmaron a SEMANA que dicho sistema es clave no solamente para combatir amenazas internas, sino también externas, constituyendo la actividad de inteligencia en un factor fundamental para la toma de decisiones del Gobierno y del mando militar.
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Este medio consultó con militares retirados expertos en inteligencia sobre la importancia de tener funcionando al ciento por ciento el sistema de radiogoniometría e indicaron que este es vital en la lucha contra los grupos ilegales porque permite “localizar coordenadas de equipos de comunicación del enemigo, y durante el desarrollo de las operaciones militares son una herramienta esencial para saber dónde está la amenaza en el campo de combate”.

En el documento reservado del Ejército se advierte que varios de los equipos del Batallón de Inteligencia de Guerra Electrónica se encuentran obsoletos por varios factores, como cambios de tecnologías o imposibilidad de la adquisición de repuestos, “lo que dificulta el planeamiento del esfuerzo de búsqueda, análisis, difusión y empleo de la información”.
El panorama no es alentador. De acuerdo con fuentes militares, el debilitamiento en el complejo sistema de radiogoniometría podría generar vulnerabilidad en la población civil, organizaciones gubernamentales, infraestructura crítica del Estado, entre otros. “Se encontraría en vulnerabilidad ante amenazas internas y externas, lo que podría desestabilizar al Gobierno nacional y sus instituciones”, indicaron las fuentes.
El documento señala que “el subsistema de Inteligencia y sus unidades de guerra electrónica e inteligencia de señales, Inteligencia de Comunicaciones, del Ejército, está limitado, dado que la amenaza viene empleando nuevas tecnologías de información y comunicaciones”.

El informe también revela cómo otros equipos han quedado fuera de servicio al considerarse ya obsoletos, como es el caso del sistema analizador de señales satelitales, el cual tenía vida útil hasta 2023, pero por avances tecnológicos ya habría quedado fuera de línea.
La preocupación para los hombres de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército aumenta tras conocer que otros equipos están quedando en desuso o llegando al límite de su vida útil, como las cámaras que fueron claves para tomar registros fotográficos y conocer los movimientos del enemigo en operaciones como Libertad, Agamenón II, Esparta, Hércules, David, Némesis, Faraón y Aquiles, entre otras. Señala el informe que “no se encuentran disponibles repuestos, mantenimientos y actualizaciones”.
Las fuentes militares indicaron que no contar con este sistema de cámaras hace que la fuerza pierda capacidades que le dieron ventaja en el pasado para desarrollar operaciones de alto impacto, permitiendo “detectar, identificar y localizar objetivos a grandes distancias y mostrarlas en video de alta resolución. Además de generar las coordenadas terrestres de un objetivo y mantenerlo en línea de vista a través de una georreferenciación”.
¿Colombia sin misiles?
La posible obsolescencia de los equipos del Batallón de Inteligencia de Guerra Electrónica se suma a la compleja situación que se está presentando con los misiles Spike que, como lo reveló SEMANA, podrían quedar por fuera de servicio tras la ruptura de relaciones con Israel.

El país tiene unos 300 misiles de estas características. Son elementos conocidos como antitanques y son esenciales para defender la soberanía nacional. Sin embargo, en otro informe reservado del Ejército, la propia institución advierte que varios de los misiles requieren mantenimiento urgente y otros podrían quedar obsoletos porque ya cumplieron su vida útil.
El documento indica que los misiles “fueron distribuidos en unidades tácticas, cuya ubicación estratégica le permite al Ejército Nacional reaccionar oportunamente ante el ataque de una posible amenaza externa”. Fuentes militares confirmaron que cuatro misiles Spike ya están fuera de servicio porque cumplieron su vida útil y otros dependen de las revisiones y mantenimientos que les deben hacer con la casa matriz, que es de Israel.
La situación con estos artefactos, que deben estar funcionales en todo momento, parece ser más delicada de lo que se cree. Desde el Ejército reconocieron que, durante 2025, 87 misiles cumplen su vida útil y las especificaciones técnicas son claras: deben ir a la casa matriz para su revisión y saber si se les puede extender o no otros diez años la vida de servicio.

El documento señala que para 2028, 235 misiles Spike llegarán a los 20 años de vida útil, por lo que deben ser enviados a la casa matriz para su revisión, tal como lo especifica el manual de instrucciones.
“De este modo, es importante considerar, dentro de la planeación logística, la proyección para la inversión de estos recursos que permita mantener en funcionamiento este sistema antitanque”, señala el documento del Ejército.
Hace un año, SEMANA reveló también cómo el rompimiento de las relaciones con Israel podría poner en aprietos a la industria militar de Indumil, que fabrica los fusiles Galil. Para completar el desarrollo del arma de fuego, se debe contar con piezas que son suministradas únicamente por Israel.
En su momento se documentó cómo las miras y los cañones debían traerse desde Medio Oriente, pero con la ruptura de las relaciones entre los dos países, Indumil quedó contra las cuerdas para poder ensamblar el fusil que se les suministra a los soldados. Y es que el contrato entre las partes establece que Colombia puede conseguir y elaborar piezas para el fusil, con excepción de la mira nocturna y el cañón, que deben ser suministrados únicamente por Israel.

“El fusil viene completo, el cañón es el esqueleto, y aunque trae otros elementos como la empuñadura, la cubierta, estas son cosas adicionales, pero sin el cañón no sirve”, indicaron fuentes militares.
Las fuentes manifestaron que son varios los sistemas claves para la protección de la soberanía y la lucha contra el crimen del país que están quedando obsoletos, no fueron modernizados y ahora están pasando factura, como está ocurriendo con parte del sistema de radiogoniometría, los misiles Spike, limitaciones con los fusiles Galil o la pérdida de capacidades aéreas, como ocurrió con los helicópteros MI 17, que tras la guerra entre Ucrania y Rusia no se les pudo hacer mantenimiento y casi la totalidad de la flota se encuentra en tierra, y solo hasta este año se anunciaron soluciones para ponerlos nuevamente a volar.
SEMANA consultó al Ejército sobre la situación del equipo de radiogoniometría e indicaron que no se iban a referir a la situación del sistema; sin embargo, se conoció que se encuentran funcionando con varias limitaciones.