INVESTIGACIÓN

Exclusivo: así se mueven los comandos asesinos que llegaron al Catatumbo a reforzar las disidencias de alias Andrey en la guerra contra el ELN

Alias Andrey, disidente de las Farc, se está fortaleciendo con comandos asesinos. Usan como escudo la paz total del presidente Gustavo Petro, según información de inteligencia conocida por SEMANA.

23 de agosto de 2025, 6:43 a. m.
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Alias Andrey, según información de inteligencia conocida por SEMANA, está usando su vinculación al proceso de paz total de Gustavo Petro para fortalecerse militarmente. Ha recibido apoyo del sur de Bolívar, Arauca y Caquetá. | Foto: SEMANA

Terror en el Catatumbo. Así se podría definir el escenario que se sigue presentando en esta región de Norte de Santander. La guerra por el control territorial se agudizó desde el pasado mes de julio, según información de inteligencia de la fuerza pública y de organizaciones no gubernamentales que conoció SEMANA.

En la información de inteligencia que conoció SEMANA, se revela cómo Carlos Eduardo García, alias Andrey Avendaño, jefe de las disidencias de las Farc que delinquen en el Catatumbo y hombre de confianza de alias Calarcá, responsable del atentado contra el helicóptero de la Policía en Antioquia que dejó 13 uniformados asesinados, está utilizando el proceso de paz para obtener apoyo de estructuras de otras regiones del país con el fin de fortalecerse militarmente.

La información de la fuerza pública y de las ONG muestra cómo las últimas semanas se ha fortalecido la presencia de hombres armados que merodean las fincas de campesinos, ganaderos y agricultores del Catatumbo. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

La información de la fuerza pública y de las ONG muestra cómo las últimas semanas se ha fortalecido la presencia de hombres armados que merodean las fincas de campesinos, ganaderos y agricultores del Catatumbo. En un principio, la presencia de estos sujetos causaba confusión entre los pobladores; no se sabía a cuál grupo criminal pertenecían.

Un día se les veía con brazaletes del ELN y al otro día con el de las disidencias de las Farc. “Estaban usando la estrategia de la operación falsa bandera”, le dijo una fuente militar a SEMANA.

Esta operación consiste en utilizar las prendas de vestir enemigas para confundir a la población o para poder hacer desplazamientos largos sin ser atacados. En este caso, dijo la fuente, las disidencias de las Farc se estaban haciendo pasar por guerrilleros del ELN con el propósito de moverse sin entrar en combate con los comandos de la muerte de los frentes 12, 24 y 37, que delinquen en el sur de Bolívar, Arauca y Caquetá. Iban hacia el alto Catatumbo.

La población en el Catatumbo teme por una nueva guerra entre el ELN y las disidencias de las Farc. Este último grupo inició una campaña de fortalecimiento de sus filas.
La población en el Catatumbo teme por una nueva guerra entre el ELN y las disidencias de las Farc. Este último grupo inició una campaña de fortalecimiento de sus filas. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

La intención de Andrey, dice la información de inteligencia, era reacomodar posiciones, recibir armamento, intendencia y hombres para entrar en guerra con el ELN. “Llegaron unos 150 comandos especiales de las disidencias de las Farc al Catatumbo”, le dijo a SEMANA una fuente de inteligencia de la fuerza pública que conoce el plan de Andrey.

Una de las pruebas contra el disidente de las Farc, que públicamente habla de paz, pero en las selvas del Catatumbo organiza un festín de sangre poniendo en medio a la población civil, fue el fuerte combate a inicios de julio en la vereda Campo Flores. Allí las disidencias de las Farc montaron un campamento que fue emboscado por el ELN.

La información de inteligencia arrojó que en la zona quedaron tirados los cuerpos de varios irregulares, al menos 12 personas muertas, que no fueron reportadas por la comunidad por temor a represalias de los grupos ilegales. Según Wilfredo Cañizares, defensor de derechos humanos en Norte de Santander, este asalto del ELN a las disidencias de Andrey dejó 1.200 desplazados.

Mapa criminal La Fundación Progresar documentó en el siguiente mapa la incursión de comandos asesinos que han llegado al Catatumbo, en Norte de Santander, para reforzar al frente 33 de alias Andrey, quien se encuentra en negociaciones de paz con el Gobierno nacional.
La Fundación Progresar documentó en este mapa la incursión de comandos asesinos que han llegado al Catatumbo, en Norte de Santander, para reforzar al frente 33 de alias Andrey, quien se encuentra en negociaciones de paz con el Gobierno nacional. | Foto: SUMINISTRADA A SEMANA API

“Es muy grave lo que está pasando, porque, mientras hablan de paz y de pactar unos protocolos en una zona de ubicación temporal en Tibú, las disidencias están recibiendo estructuras de otras regiones del país para fortalecerse”.

Explicó que hay nuevas estructuras armadas que se están trasladando desde el Magdalena Medio para fortalecer la presencia del frente 33 en el Catatumbo. “Hemos encontrado en una misión de verificación que hicimos en julio a los municipios de Ocaña, Ábrego, Río de Oro y Aguachica, César, el traslado de un grupo de entre 80 y 100 hombres de los frentes 24 y 37 hacia el alto Catatumbo”.

Por su parte, la fuerza pública asegura tener evidencias, entre ellas fotografías de alias Richard, acompañado de alias Tiago, cabecillas del sur de Bolívar, en misiones ofensivas para apoyar a los grupos de Andrey, arrinconados por el ELN a inicios de 2025, lo que desencadenó la crisis humanitaria más fuerte del país en su historia reciente.

Para la inteligencia de la fuerza pública y defensores de derechos humanos, Andrey se estaría aprovechando del proceso de paz, pues le permite hacer movimientos de hombres para su posible ubicación en la zona especial de Tibú, pero en realidad fortalece sus capacidades para entrar en disputa con el ELN por el control territorial. Las zonas fuertes de Andrey, de acuerdo con inteligencia de la fuerza pública, son Campo 6 y Angalia Oro 7, en el Catatumbo.

La intensidad de la guerra que prepara Andrey en la región podría detonar una nueva crisis humanitaria. Cañizares denunció que en la emboscada del ELN al campamento de Flores el pasado mes de julio, donde resultaron heridos varios combatientes ilegales, había menores de edad. Ellos relataron que habían sido reclutados por las disidencias de Andrey 15 días antes de presentarse el combate.

“Las disidencias de las Farc y el ELN siguen reclutando menores de edad. Lo que pasa es que la gente no denuncia por temor. Allá (Catatumbo) la gente no quiere hablar por miedo a represalias de los grupos criminales”, indicó el defensor de derechos humanos.

La situación es tan grave que los campesinos están acatando las órdenes de los grupos criminales. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Por su parte, el personero del municipio de Tibú, Norte de Santander, Gerson Rincón Jiménez, confirmó la delicada situación que se vive en la región con el fortalecimiento de las disidencias de las Farc de Andrey.

“Se comenta entre las comunidades, los líderes y las diferentes organizaciones que tienen sus hogares acá en el municipio que hace unos dos meses viene ese fortalecimiento”. Agregó que la situación es tan grave que los campesinos temen salir de sus casas y viven en constante confinamiento y acatando las órdenes de los grupos criminales.

“Las veredas están siendo afectadas por estos enfrentamientos, y las personas no deciden salir por voluntad propia, sino por el temor a perder todo lo que han construido”, manifestó. Pese a los esfuerzos de la fuerza pública, la situación en el terreno es muy distinta a la que presenta el alto Gobierno.

“No podemos cerrar los ojos a la realidad del municipio y de lo que está pasando. Acá en la región continúan los homicidios, los secuestros, las extorsiones y la crítica situación de orden público”, dijo Rincón Jiménez.

Lo que sucede en el Catatumbo es una crisis anunciada. Hace unos meses, la guerra le mostró al país cómo miles de campesinos protagonizaban un gigantesco desplazamiento por el fuego cruzado entre las disidencias y el ELN, la peor crisis humanitaria de los últimos años. La historia, al parecer, se está reescribiendo.