Judicial

“Es equivocada e injusta”: defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez pidió tumbar la condena

En el recurso de apelación se advierte que la jueza 44 de conocimiento de Bogotá omitió varias pruebas presentadas durante el juicio.

13 de agosto de 2025, 10:05 p. m.
Álvaro Uribe Velez
El expresidente Álvaro Uribe Vélez fue condenado a doce años de prisión. | Foto: COLPRENSA

En un documento de 904 páginas, la defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez le pidió a la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá tumbar la condena que emitió el Juzgado 44 de Conocimiento de Bogotá en contra del exmandatario.

En la apelación, la defensa del expresidente advierte que el fallo de primera instancia omitió varios elementos probatorios presentados durante el juicio, que se extendió por cinco meses. En este sentido, enfatizó que incluso los testigos de la Fiscalía aseguraron que el exmandatario jamás tuvo conocimiento de las supuestas presiones que estaba haciendo el abogado Diego Cadena.

De esta manera, los abogados Jaime Granados y Jaime Lombana insistieron en que se revoque el fallo emitido el pasado primero de agosto, en el que se encontró responsable penalmente al exmandatario por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.

En otro de los apartes calificaron la sentencia de doce años de prisión como “equivocada e injusta”, pues “la realidad procesal da cuenta de que no se acreditó una supuesta determinación ni tampoco se demostró la ocurrencia de los hechos”.

“En manifestación de lo que es justo, la condena debe ser revocada y la libertad del doctor Álvaro Uribe Vélez debe ser restablecida”, señala uno de los apartes de la petición.

Esta es la apelación contra la condena al expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Esta es la apelación contra la condena al expresidente Álvaro Uribe Vélez. | Foto: Cortesía

“Independientemente de lo que se determine, la libertad del doctor Uribe debe ser restablecida con el pronunciamiento de segunda instancia, pues no existe la necesidad de que esté detenido, como equivocadamente lo ordenó la primera instancia, mientras el fallo cobra firmeza”, añadió.

En la actualidad, el exmandatario se encuentra privado de su libertad en su domicilio en el municipio de Rionegro, Antioquia. En contra de la medida de detención domiciliaria, presentó una acción de tutela para la protección de sus derechos fundamentales.

Estos son los cinco principales puntos de la condena contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Episodio La Picota

Para la jueza, el abogado Diego Cadena Ramírez —quien se presentaba como apoderado del expresidente Álvaro Uribe Vélez— ejerció una presión constante entre los días 20 y 23 de febrero ante el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, que se encontraba privado de su libertad cumpliendo una condena de 44 años de prisión por el delito de secuestro extorsivo.

El plan de presión para que Monsalve se retractara y firmara el documento que le había puesto de presente Diego Cadena se fortaleció con la insistente presencia de Enrique Pardo Hasche, quien era compañero de patio de Monsalve y tenía vínculos directos con personas que resultaron muy cercanas al expresidente Uribe Vélez. Pardo Hasche —condenado por el secuestro del empresario Eduardo Puyana— le enfatizaba a Monsalve que lo mejor que le podía pasar era que firmara la retractación.

“[...] anteponían la recompensa que iban a recibir ‘del señor’, que para unos de ellos era ‘Dios’, y una vez realizara la retractación, siempre iba a estar ayudándolo, protegiéndolo”, aclara el fallo al hacer referencia al ppisodio La Picota que citó la Fiscalía General en su escrito de acusación.

Pese a la teoría de la defensa del expresidente Uribe Vélez, la jueza concluyó que Monsalve nunca quiso retractarse. Esto hizo parte de la narrativa que se conformó entre varios abogados, activistas, dirigentes políticos, particulares y del mismo expresidente.

“Monsalve Pineda nunca ha tenido intención de retractarse; no es designio de la providencia, mandato de Dios o alineación de los planetas, que al tiempo todos los protagonistas se abocaran hacia una misma causa. Menos que una persona privada de la libertad, con las evidentes limitaciones que ostenta para comunicarse y ejercer su libre voluntad, lograra movilizar a casi una decena de personas”, agregó.

En el recurso de apelación, la defensa del exparamilitar pondrá de presente que Juan Guillermo Monsalve es un testigo en el que no se puede confiar, puesto que en los últimos diez años ha dado todo tipo de versiones diversas sobre los hechos materia de investigación. “No es un testigo de nada”, resaltó varias veces durante el juicio el abogado Jaime Granados al poner de presente las constantes contradicciones en las que ha incurrido.

La polémica de los relojes espía

Uno de los temas más polémicos en este complejo caso tiene que ver con los relojes con cámara que utilizó Juan Guillermo Monsalve para grabar, dentro de la cárcel, los encuentros que sostuvo con el abogado Diego Cadena Ramírez y las conversaciones que tuvo con Enrique Pardo Hasche.

Los informes técnicos allegados por los peritos de la defensa del expresidente Uribe Vélez indicaron que los videos habían sido manipulados y eliminados, debido a una mala cadena de custodia de los relojes y una mala manipulación de la persona que los retiró de la cárcel: Deyanira Gómez.

Esto llevó a que se perdieran siete minutos y 30 segundos de la grabación. Sin embargo, la jueza consideró que no se pudo demostrar la manipulación de la información recopilada o una descontextualización de lo registrado por Monsalve con ayuda de estos elementos.

“La defensa, por su parte, no desconoció ni desvirtuó quiénes intervinieron en la grabación. No se tachó de ficticio ningún documento magnetofónico, tampoco indicó que se correspondía con una creación de prueba artificial ni se demostró concretamente en qué consistía la modificación”, enfatizó la jueza.

Frente a uno de los principales argumentos presentados por la defensa del expresidente Uribe Vélez, la jueza consideró que no existe un sustento para hablar de una eliminación de apartes de las grabaciones.

“La defensa no probó que esa diferencia horaria obedeciera a la eliminación o adición de partes del video, este acontecer fáctico puede arrojar infinidad de posibilidades”, explicó.

Para la jueza, en esta teoría siempre se habla de intentos de eliminar o manipular la evidencia que se encontraba en los relojes espía, por lo que nunca se pudo concretar cómo se intentó borrar la información o si, en efecto, se logró eliminar la evidencia.

“El despacho descarta la petición de la defensa de negarles fiabilidad a las videograbaciones presentadas en juicio, pese a que es un esfuerzo por minimizar su autenticidad [...]. Lo cierto es que sus hallazgos no alcanzaron a descartar la fiabilidad total de estos para probar la comisión de un hecho delictivo en forma directa, sino como una prueba indiciaria que así lo determina”, indicó.

No hubo entrampamiento

En el extenso fallo, se rechazó por completo la tesis del “entrampamiento” presentada por la defensa del expresidente y que vinculaba directamente a Juan Guillermo Monsalve y al senador Iván Cepeda. Las pruebas recolectadas, indicó, demostraron que fue el abogado Diego Cadena, siguiendo las órdenes de Álvaro Uribe Vélez, el que ejecutó todo tipo de presiones para conseguir su retractación, que tenía que ser enviada a más tardar el 23 de febrero de 2018 a la Corte Suprema de Justicia.

“Por manera que lejos de acreditar el entrampamiento de Monsalve Pineda hacia el procesado y sus discípulos”, advirtió la jueza al señalar que el exparamilitar recibió todo tipo de intensas presiones para que firmara un documento. “Laudable la labor realizada por estos dos fervientes, quienes pretenden atribuir sus actos a los designios de la providencia, pero sus conversaciones revelaron todo el andamiaje que se gestó para lograr por diversas vías que Monsalve Pineda desdijera sus afirmaciones”.

En la puesta en marcha de lo que la jueza calificó como una “coreografía” participaron, además, Vicky Jaramillo (empresaria y activista muy cercana al Centro Democrático), Ricardo Williamson (comerciante), Álvaro Hernán Prada Artunduaga (dirigente político del Huila y actual presidente del CNE), Carlos Eduardo López Callejas, conocido como Caliche; Rodrigo Vidal Perdomo (dirigente político del Centro Democrático) y Hernán Mauricio Marroquín (ingeniero y dirigente político).

Para la jueza, se intentó afectar a la administración de justicia mediante la narrativa de una “casualidad” que juntó en un momento a personas que tenían todos los contactos para advertirle al expresidente Uribe Vélez que Juan Guillermo Monsalve tenía la plena intención de retractarse y que incluso había llorado por el mal que había hecho al creerle a Iván Cepeda para enlodar al exmandatario.

En el Derecho, indicó la jueza, toda esta suma de casualidades genera muchas dudas y lleva a pensar que existió una planificación muy elaborada. “Ricardo Williamson [...] milagrosamente se encontró con Victoria Eugenia Jaramillo Ariza, justamente militante del Centro Democrático, asesora política y quien desde muy joven le profesaba a Álvaro Uribe Vélez una gran admiración, con quien se comunicaba fluidamente”.

De manera extraña, Williamson era cuñado de Enrique Pardo Hasche, quien al parecer le comunicaba todo lo que ocurría en la cárcel, dándole a entender que sabía muy bien que Juan Guillermo Monsalve quería retractarse. Las pruebas testimoniales —indicó la jueza— desmoronan esta cadena de casualidades y encuentros fortuitos que beneficiarían la tesis del expresidente Uribe Vélez.

“Respecto de Victoria Eugenia Jaramillo Ariza, vale decir que su espontaneidad no es su mejor cualidad, pues desde que ingresó a rendir su declaración, fue evidente su nerviosismo, lo incómodo que se tornó para ella tener que comparecer [...]; se evidencia en ella la molestia en contra de los periodistas que han contrariado la tesis de la defensa material y su afán por mostrarse sincera, coherente e hilvanada en su dicho, pero de las mismas evidencias que ella anexa, se advierte que no dice la verdad”, enfatizó la jueza.

El complot lo terminó el comerciante huilense Carlos Eduardo López Callejas, conocido como Caliche, y quien por cosas de la vida había conocido a Juan Guillermo Monsalve en prisión. En reclusión se empezó a forjar una amistad que siguió después de que el comerciante saliera libre: “Yo hablaba con Juan Guillermo casi que todos los días. Era el encargado de conseguirle lo que me pedía”, reseñó Caliche durante su extensa declaración en el juicio.

Por otro azar del destino —como lo calificó la jueza— Caliche terminó relacionándose con el dirigente político Álvaro Hernán Prada, quien para 2018 estaba en campaña a la Cámara de Representantes bajo el aval del Centro Democrático. Entre todas sus mentiras, concluyó la jueza, Caliche dijo algo de verdad.

La jueza concluyó que el expresidente Uribe Vélez actuó contrario a la ley con el fin de afectar la recta impartición de justicia.

“En su condición de máxima autoridad que tuvo el honor de regir los destinos de nuestro país, [Uribe] incurrió en esos comportamientos y, de esa manera, ha mandado un mensaje a la sociedad muy negativo para que futuras generaciones, que en estas conductas el comportamiento que una persona de notables cargos a los cuales ha accedido. No es un buen ejemplo”, precisó la jueza en el fallo de primera instancia.