El testimonio que le dará un vuelco a la investigación por la muerte de Juan Felipe Rincón, hijo del exinspector de la Policía Nacional

En un verdadero rompecabezas se ha convertido la investigación por la muerte de Juan Felipe Rincón Morales, el hijo del exinspector de la Policía Nacional, general (r) William Oswaldo Rincón Zambrano, registrada en la tarde del 24 de noviembre de 2024, en el barrio Quiroga, en el sur de Bogotá.

Hace pocos días, un juez de control de garantías de Bogotá tomó la drástica decisión de rechazar la solicitud de preclusión presentada por la Fiscalía General en la investigación que se adelanta a Andrés Camilo Sotelo, el único procesado hasta la fecha.

En su decisión, el juez le hizo un fuerte llamado de atención a la Fiscalía General por abandonar, tan pronto y sin ninguna justificación, las líneas de investigación que existen en este caso, hecho por el cual le hizo siete recomendaciones para seguir indagando y evitar la impunidad.

Entre las recomendaciones más sonadas se encuentra recolectar la declaración de la menor que, según la evidencia, acompañó a Juan Felipe Rincón en sus últimas horas de vida, siendo la persona que lo convenció a ir hasta ese barrio en el sur de Bogotá.

El mismo lugar en el que lo esperaba un grupo de personas para atacarlo de manera física con palos y piedras. Para el juez, se hace necesario que se indague y aclaren los hechos que motivaron al joven de 21 años de edad a trasladarse hasta este parque que desconocía por completo.

La declaración de la menor, que actualmente se encuentra bajo la custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), se presenta como necesaria para esclarecer varias dudas que existen en esta investigación.

Así como ir armando el rompecabezas para saber quién era la persona que escribía de manera constante en las redes sociales a Juan Felipe Rincón; y establecer si existía un plan para extorsionarlo por parte de Andrés Camilo Sotelo o sus familiares.

“Se tiene que la menor S.V. estaba pidiendo ayuda porque estaba asustada porque la habían amenazado y porque quería decir la verdad acerca de todo lo que estaba pasando el día de los hechos. Indicando que ella fue una víctima de esta situación”, recopiló el juez en su extenso análisis.

En este sentido, indicó que la Fiscalía omitió presentar la evidencia que alertaba sobre el encuentro entre S.V. y Juan Felipe el 20 de noviembre de 2024 y las razones para ir hasta ese lugar alejado al otro día.

“Sin embargo, —añadió el funcionario judicial— al analizar el expediente, la Fiscalía no aportó ante este despacho la entrevista para efectos de determinar cuál es el conocimiento que ella tiene acerca de este caso y si, a través de ella, es posible localizar a S.V.”, explicó.

Por esto, consideró más que necesario que se realicen todos los trámites para recolectar la declaración de la menor.

“Ahora, a partir de toda esa información que ha dado S.V., quien no solamente nos va a decir por qué el occiso llegó al barrio, sino que además nos va a decir qué vio (…) porque si ustedes miran los fotogramas detenidamente ella estuvo en toda la escena. Esa muchacha de ese vestido negro es S.V. si se mira toda la secuencia”, alertó.

Teniendo en cuenta lo que registraron varios videos de las cámaras de seguridad, el juez indicó que “al occiso lo ubica en el lugar de los hechos S.V., él no tenía por qué estar ahí. Fue S.V. la que en contubernio con el acusado y con familiares del acusado, porque eso se puede decir hoy, es que lograron que fuera hasta allá”.

“No hay duda que ella estuvo con el procesado el día anterior. Esa minuta no la aportó la Fiscalía. Duerme con él y sale con el mismo vestido, es el enganche para llevar a Juan Felipe al barrio. Entonces no es que Juan Felpe se levantó un día estando en la (calle) 170 y se quiso dar una vuelta por el barrio Quiroga”, aseveró el juez.

Por ser menor de edad, en la recolección de su declaración existe un protocolo establecido para recolectar su versión. En este se destaca la presencia de un especialista y de un funcionario del ICBF.