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El futuro prometedor de la región Caribe
La región Caribe se perfila como uno de los principales motores de desarrollo en Colombia. Durante el foro ‘Líderes del Caribe 2021’ se expusieron las proyecciones, oportunidades y retos para consolidar a este territorio como un generador de progreso en el país.
La crisis que generó el coronavirus volcó las miradas hacia la región Caribe por su amplio potencial en sectores como turismo, comercio, energía, servicios logísticos y agroindustria, claves para la recuperación económica del país. Sin embargo, en el corto y mediano plazo esta zona debe superar varios retos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Erradicar la pobreza, disminuir las cifras de desempleo, luchar contra el cambio climático y materializar distintos proyectos de gran envergadura hacen parte de esos desafíos que marcan la hoja de ruta de los ocho departamentos que conforman el caribe colombiano: Atlántico, Bolívar, Magdalena, La Guajira, Cesar, Córdoba, Sucre y San Andrés y Providencia.
Durante el Foro Líderes del Caribe 2021 -organizado por SEMANA, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Promigas, Amarilo y el Grupo Puerto de Cartagena- 16 panelistas resaltaron la importancia de su ubicación estratégica, riqueza natural y diversidad cultural. Además, pusieron sobre la mesa temas cruciales como el desarrollo portuario, empresarial, ambiental, social y cultural de la región.
Ana María Palau, alta consejera presidencial para las regiones, catalogó a la región Caribe como la ventana de Colombia hacia el mundo. El dinamismo de su economía y sus ventajas competitivas en términos de conectividad e infraestructura, la han posicionado como un polo de atracción de inversión nacional y extranjera. Palau destacó el trabajo que vienen haciendo desde el Gobierno nacional con una inversión de 58 billones de pesos que se traduce “en empleo, mano de obra, bienestar y competitividad, reflejados en proyectos de infraestructura, conectividad, aeropuertos y agricultura”, señaló la consejera.
Tendencias
Infraestructura, puertos y conectividad
El Caribe tiene dos grandes apuestas. Bajo mecanismos que impulsan el desarrollo como las Asociaciones Público-Privadas (APP), y que afirmaron los panelistas son fundamentales para el progreso, la APP del río Magdalena y el proyecto de restauración del Canal del Dique se convierten en grandes banderas que traerán beneficios a la región.
Con una inversión de más de 1.4 billones de pesos, la APP del río Magdalena busca recuperar la navegabilidad a lo largo de 668 kilómetros entre Barrancabermeja (Santander) y Bocas de Ceniza, en Barranquilla (Atlántico). Sergio Díaz-Granados, director ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por Colombia y Perú, sostuvo que este será un proyecto clave en la reactivación a media plazo de la región Caribe.
En cuanto a la APP del canal del Dique, que tendrá una inversión de 2.8 billones de pesos, los panelistas invitados señalaron que es sin duda uno de los proyectos más importantes, pues garantiza el comercio fluvial y fortalece la intermodalidad. “Este es un proyecto clave para el medioambiente y la protección de los ecosistemas. Debería ser un ejemplo para el resto de los países de América Latina”, dijo Ricardo Sánchez, oficial senior de Asuntos Económicos de la Cepal.
Por su parte, Manuel Felipe Gutiérrez, director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), aseguró que esta obra permitirá la regulación activa del ingreso de caudales al Canal del Dique y mejorará su navegabilidad entre la bahía de Cartagena y Calamar, en la rivera del río Magdalena a lo largo de 117 kilómetros. Adicionalmente generará 55.000 empleos directos, indirectos e inducidos, y beneficiará a 2 millones de personas de Sucre, Atlántico y Bolívar. “Su construcción durará 51 meses. Estaremos más o menos en septiembre abriendo el proceso licitatorio y al finalizar el año debemos tener el proyecto adjudicado”, aseguró Gutiérrez.
De igual manera, el Caribe colombiano cuenta con una inversión que supera los 18.6 billones de pesos en proyectos de infraestructura de transporte, considerados de alto impacto para la región. En La Guajira, por ejemplo, sobresalen los proyectos Conexión Alta Guajira y las vías del Sur de La Guajira, que conectarán a los centros poblados del departamento.
Precisamente buscando mejorar la conectividad, dentro del programa de vías 4G se incluyó la Puerta del Hierro – Palmar de Varela y Carreto – Cruz del Viso, que acercarán a los departamentos de Sucre, Bolívar y Atlántico con el interior del país, y el proyecto Cartagena- Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad, que conecta a los departamentos Atlántico y Bolívar. Dentro de las obras también se destaca el puente Pumarejo en Barranquilla, que fomenta el turismo y el desarrollo económico de la región al facilitar el acceso a la zona portuaria del río Magdalena y disminuir los costos operativos de transporte.
Durante el encuentro digital se resaltaron las inversiones en las ampliaciones de los aeropuertos de Riohacha, Barranquilla y Cartagena, las cuales permiten fortalecer la competitividad de la región.
Los panelistas expresaron la necesidad de fortalecer las ocho zonas portuarias del país en medio de la crisis. Señalaron que el comercio exterior permitirá mejorar el ingreso, generar más empleo, aprovechando las cadenas globales y locales de valor. “En Colombia tenemos esa extraordinaria posibilidad de combinar el comercio marítimo del país (importación y exportación) con el transbordo por su posición estratégica que le permite mantener un mejor equilibrio”, enfatizó Ricardo Sánchez.
Díaz-Granados agregó que la pandemia aceleró el fenómeno de desconexión entre Asia y Norteamérica, lo que lleva a un retorno de inversión hacia el continente americano. Explicó que Colombia será uno de los grandes beneficiados por su privilegiada ubicación y que esto le permitirá al Caribe colombiano explotar ese potencial al recibir inversión de “nearshoring” o de relocalización empresarial para cadenas regionales y globales de valor y de esa manera generar empleo y valor agregado. “Esa debe ser una de las estrategias a corto y mediano plazo para el crecimiento económico de la región” concluyó.
Desarrollo social
En el estudio ‘Pobreza y desigualdad en la región Caribe colombiana ¿Cómo recuperar la senda del desarrollo sostenible?’, realizado por el PNUD, se estima que en 2020 el territorio registró 826.928 nuevos pobres, de los cuales 244.946 serían pobres extremos a causa de la falta de ingresos por la pandemia. Desde el Gobierno se dice que hubo una estructuración de la política social enfocada a la mitigación y superación de la pobreza con programas que garantizan transferencias monetarias a los hogares.
Ingreso Solidario, Compensación del IVA, Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor son algunas de estas iniciativas que, según el informe del PNUD, amortiguaron el impacto de la crisis en los habitantes de la región.
Antes esta compleja realidad, desde el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se ve con gran preocupación fenómenos como la salida de los niños de su entorno para estar al servicio del trabajo. Lina Arbeláez, directora de la entidad, recalcó la urgencia de seguir trabajando para poner en el centro el activo más importante que tiene una sociedad: la niñez. “Si se invierte en los primeros años de vida, de los cero a los cinco años, podemos generar un cambio en la estructura de las sociedades en reducción de la pobreza y las desigualdades”, añadió. Finalmente recalcó la importancia de garantizar la educación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes para el desarrollo del país.
Por otro lado, en medio de este ciclo de conversaciones, el director del Departamento Nacional de Planeación, Luis Alberto Rodríguez, manifestó que los mecanismos de reactivación económica y salida de la crisis social son la vacunación y el gasto público, pues incentivan el empleo. “Toda la inversión en gasto público que se pueda hacer en este momento de la pandemia es bienvenida porque termina incentivando la inversión privada y el ejemplo claro es el de vivienda”.
Desde la constructora Amarilo recordaron que el sector vivienda influye en 32 sectores de la industria, genera empleabilidad y es una oportunidad para dinamizar la economía. Por eso, para este año la compañía planea construir 13 proyectos, en cuatro ciudades de la región, que representarán alrededor de 5.400 viviendas, generando más de 3.500 empleos directos e indirectos. “En 2021 cerca de 3.000 familias cumplirán su sueño de tener vivienda propia en alguno de nuestros proyectos en la región Caribe”, afirmó Roberto Moreno, presidente de Amarilo.
Es importante resaltar, además, que por primera vez en la historia del país se está construyendo un volumen significativo de vivienda VIS que representa un ahorro para la población más vulnerable.
Cultura y turismo
La diversidad cultural del Caribe y la riqueza de sus recursos naturales han permitido que prosperen diversas actividades económicas como el turismo. Sin embargo, la chef Leonor Espinosa y el cocinero Álex Quessep, hicieron un llamado para que desde el Gobierno se pueda potencializar el sector gastronómico y de esta manera generar desarrollo y dinamismo económico como sucede en países como España y el Perú.
La chef Leonor Espinosa manifestó que la riqueza culinaria en esta zona del país es gracias a que este territorio tiene desierto, litoral marino abundante en especies, llanuras, sabanas, montañas y ríos, que además se complementa con los aportes de la cultura afro, árabe y europea. Sin embargo, advirtió que el país se estancó en la investigación gastronómica y no ha podido desarrollar iniciativas que visibilicen su riqueza en este ámbito.
Por su parte, Quessep sostuvo que la cocina no es una receta sino el punto de partida que tiene una región, una población o un territorio para poder expresar sus emociones, costumbres y acontecimientos. Por ello es clave que desde los territorios se empiecen a potencializar distintas rutas turísticas que ayuden a fortalecer e innovar el sector gastronómico, además de generar un desarrollo económico en zonas rurales y sin perder esas tradiciones que por años han caracterizado a la cocina colombiana.
“La cocina en Colombia debe empezar a ser parte de los programas de Gobierno. Tiene que ser vista más allá de un producto eventual, como una actividad permanente que genera alta empleabilidad”, señaló.
Ambos coincidieron que solo así la gastronomía se convertiría en una herramienta turística y de desarrollo que beneficiaría a sectores como el hotelero, uno de los más afectados por la pandemia. Reconocidos hoteles de la región como el Hotel El Prado de Barranquilla, y el Hotel Sofitel Legend Santa Clara de Cartagena han tenido que implementar una serie de protocolos, ajustar tarifas e innovar con planes que les permitan seguir adelante sin perder la esencia que los caracteriza.
De la mano de Fontur, el sector del turismo viene realizando un trabajo que les permite a los visitantes tener destinos bioseguros de manera integral a lo largo de la cadena de valor. “Estamos reactivando al sector con la implementación de protocolos y con importantes campañas de promoción para invitar a los colombianos a viajar de nuevo. El turismo interno es fundamental en este momento”, concluyó Raquel Garavito, presidenta de Fontur.
Reviva el foro ‘Líderes del Caribe 2021’ en y conéctese con las conversaciones que el país necesita.