POLÍTICA
“El doctor Rojas tiene derecho a guardar silencio”: hermanos Rodríguez Orejuela sobre presuntos chantajes
El médico Santiago Rojas se ha mantenido al margen de las nuevas versiones sobre el interminable Proceso 8.000.
Los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela han entregado nuevas repuestas tras el escándalo que desató el expresidente Andrés Pastrana por los supuestos dineros ilegales del Cartel de Cali que entraron a la campaña presidencial de Ernesto Samper durante sus declaraciones ante la Comisión de la Verdad.
El texto divulgado por el expresidente de Colombia fue el detonante para que los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, exjefes del Cartel de Cali y quienes están en prisión en Estados Unidos, respondieran mediante otra carta en la que hay fuertes señalamientos dirigidos a Pastrana. En el documento, expresaron que la campaña de este último también recibió este tipo de dineros y dejaron claro que la carta enviada hace dos décadas sobre la campaña de Samper fue parte de un chantaje.
En la carta de respuesta a Pastrana, conocida hace algunos días, los exjefes del Cartel de Cali señalaron que fue a través de Rojas que Pastrana les pidió dejar un texto de constancia en el que involucraran a Samper y a Serpa con dineros ilegales, una estrategia que a futuro les serviría para que no fueran extraditados a Estados Unidos.
Tendencias
Tras las explosivas declaraciones, los Rodríguez Orejuela fueron contactados por SEMANA con el fin de despejar las dudas que dejaron en su nueva carta. En sus respuestas, hablaron del doctor Santiago Rojas y el silencio que ha guardado alrededor de este caso.
“El doctor Santiago Rojas tiene todo el derecho de guardar silencio. Indudablemente, él es un hombre intachable y de convicciones muy firmes, él solo quería hacerle un favor al presidente y tal vez a nosotros, porque seguramente creía que nosotros estábamos inmiscuidos en ese bochinche contra el señor Pastrana de Dragacol y Chambacú”, precisaron en el correo de respuesta.
Días atrás, SEMANA se comunicó con el médico y su respuesta fue clara: “No tengo nada que decir. Prefiero que el país pase esa página, no tengo interés de aclarar, justificar o matizar nada. Cada uno sacó sus conclusiones y eso es lo que ocurre ante estos casos”.
El asunto no es de poca monta, por lo que, ante la insistencia por una respuesta, advirtió que “su trabajo [refiriéndose a SEMANA en tanto medio de comunicación] es averiguar, el mío acompañar y mitigar el dolor, daño o sufrimiento [como médico que es]. En este caso, lo he ayudado a crear, y cada explicación lo hará más. Si hablara todo, sería más caos, y explicar cada cosa abriría heridas que no quiero para nadie”, finalizó Rojas.
" Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad". Comunicado a la opinión pública. pic.twitter.com/tofF7qn1sv
— Andrés Pastrana A (@AndresPastrana_) September 8, 2021
La relación de Rojas y Pastrana
La cercanía de Rojas con Pastrana se dio porque ayudó a una prima del expresidente en el doloroso proceso de los cuidados paliativos; lo mismo hizo con su papá, Misael Pastrana. Sin embargo, el asunto determinante en esa relación ocurrió en junio de 1994, cuando Samper ganó las elecciones a la Presidencia.
Rojas se encargó de atender a Pastrana, de ayudarlo a superar lo que para el candidato era un duelo: perder las elecciones. Además, Rojas fue el representante del gobierno en las cárceles, en las mesas de trabajo para la paz por cerca de tres años.
Rojas ya había vivido una polémica en 1999. El entonces comandante del ELN alias Gabino lo acusó de realizar labores de inteligencia con un aparato detector de señales durante una fallida reunión en Venezuela entre el alto comisionado Víctor G. Ricardo y el comandante del ELN Antonio García. “Rojas no estaba invitado ni reconocido oficialmente”, dijo Gabino. El asunto fue resuelto y el médico se convirtió en un anónimo promotor de la paz.
Ha escrito libros, tiene un programa de radio, su reputación es innegable, es un referente. Expresidentes, entre ellos Alfonso López Pumarejo; ministros; empresarios, y reconocidos actores han desfilado por su consultorio. Hablan de gratitud y admiración.
Rojas, cercano al poder, es más que prudente al referirse a su visita a la cárcel La Picota, un silencio que deja bajo llave una verdad que hoy quiere conocer Colombia y una duda que pocos se atreven a plantear.