Nación
El ‘concierto para secuestrar’ de tres policías en la ciudad de Medellín. Un mayor fue capturado
La Fiscalía logró la judicialización de un mayor, un intendente y un patrullero enredados en el secuestro de un ciudadano.

Un caso insólito que incluyó a tres policías en la ciudad de Medellín fue investigado por la misma Policía. En diciembre de 2023, una patrulla, supuestamente de la Sijín, interceptó a un ciudadano en el sector del Poblado, con una orden de captura, que terminó siendo falsa y una artimaña para secuestrar a la víctima.
Al ciudadano lo robaron y lo secuestraron. Los responsables, falsos miembros de la Sijín, resultaron ser policías de vigilancia en la ciudad de Medellín que, al parecer, cumplían órdenes de su comandante, un mayor, ahora retirado. Todos fueron capturados en las últimas horas y presentados ante jueces de control de garantías.

La unidad anticorrupción de la Dijín adelantó la investigación, bajo la coordinación de la Fiscalía, y descubrieron cómo durante meses los tres policías trataron de evitar la acción de las autoridades. Terminaron capturados y con un listado de pruebas que los llevó a la cárcel. El fiscal del caso explicó en audiencia los detalles de este bochornoso capítulo.
“Fue con ocasión de hechos ocurridos el seis de diciembre de 2023, oportunidad en la cual desde la estación de policía, El Popular, Santiago Blandón y Andrés Felipe Ijaji abordaron una motocicleta que les fue entregada por orden del comandante de estación Adolfo Gómez, abordaron a una persona que se desplazaba en su vehículo particular, le atravesaron la motocicleta, lo obligaron a bajar del vehículo y manifestaron que había una orden captura”, señaló el fiscal en las audiencias.
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Ante un juez de control de garantías, la Fiscalía expuso todos los elementos de prueba que corren en contra de los tres uniformados, particularmente la declaración de la víctima que advirtió en detalle cómo los uniformados lo interceptaron, le robaron sus pertenencias y lo llevaron hasta su propia casa, continuaron el hurto y luego se llevaron una camioneta de su propiedad.
“Lo retuvieron allí, subiéndolo a otro vehículo con ocasión de esa simulación de la existencia de una orden de captura, vehículo en el cual también fue retenido por espacio de casi una hora mediante intimidación con un elemento menos letal, como lo es el taser con cargas eléctricas y un arma blanca; fue conminado a entregar bajo amenaza de muerte, claves de cuentas bancarias y de cerraduras de su apartamento para apoderarse de unos elementos de su propiedad”, dijo el fiscal.

Durante las audiencias preliminares, la Fiscalía imputó tres delitos en contra de los uniformados. El primero, secuestro, por las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que ocurrió el plagio. Luego hurto, por todos los elementos que fueron arrebatados, incluso la camioneta y, finalmente, peculado por uso, porque, de acuerdo con la investigación del ente acusador, los uniformados utilizaron los equipos y vehículos de la institución para cometer el crimen.