CAUCA

El brutal asesinato de un líder social en Corinto, norte del Cauca

Yordan Eduardo Güetio era defensor de derechos humanos. Hombres armados lo asesinaron con ráfagas de fusil a quemarropa.

3 de febrero de 2021
Familiares lloran durante un funeral por los cinco guardias indígenas asesinados durante un ataque de presuntas disidencias cerca de un puesto de control en Tacueyó. | Foto: LUIS ROBAYO / AFP

Al líder social y defensor de derechos humanos Yordan Eduardo Güetio, hombres armados lo bajaron de la moto en que se transportaba con su padre en la vereda El Descanso, zona rural de Corinto, norte del Cauca. Los asesinos no dijeron mucho, solo le ordenaron que se bajara y los acompañara, Yordan, que presentía el desenlace, rogó porque dejaran libre a su papá.

Los hombres, que tenían armamento largo tipo fusil, accedieron a dejar libre al adulto mayor. Eran las siete de la noche del martes 2 de febrero cuando a la lejanía se escucharon varias ráfagas. El padre no pudo retornar para auxiliar a su hijo, porque esa fue la promesa para dejarlo ir.

Dos horas después llegó la guardia indígena con el inspector de Policía a realizar el levantamiento, porque por la complejidad de la zona las autoridades judiciales no llegan solas a ese territorio. Yordan estaba bañado en sangre, presuntamente recibió los disparos arrodillado, clamando por su vida. Los tiros de fusil lo impactaron de frente y a quemarropa.

Yordan Eduardo Güetio no superaba los 30 años. Era un defensor de derechos humanos miembro de la Junta de Acción Comunal de la Vereda San Luis Arriba, afiliado a la Asociación de Trabajadores Campesinos del Municipio de Corinto Astrazonac, filial de Fensuagro - CUT, organización que hace parte del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano Pupsoc y de la Coordinación Social y Política Marcha Patriótica.

Yordan Eduardo Güetio
Yordan Eduardo Güetio | Foto: Cortesía

A Yordan lo mataron por ejercer labores de liderazgo en una zona donde se libra una cruenta guerra entre disidencias y estructuras armadas organizadas por el control de las rutas de narcotráfico. Los violentos quieren una comunidad temerosa y dispersa, por eso los líderes sociales les incomodan.

En zona rural de Corinto actúa la disidencia Dagoberto Ramos, afiliada al Comando Coordinador de Occidente, comandando por alias Gentil Duarte. Ellos controlan los sembradíos de marihuana y manejan la ruta de salida hacia el Naya, así como el centro del país. Sobre esta estructura recaen la mayoría de asesinatos de líderes y autoridades indígenas del nororiente del Cauca.

Su actuar en esta zona es uno de los más violentos de los que se tenga registro, tan solo en 2020 ejecutaron más de 200 homicidios en territorios indígenas y este año estudiosos del conflicto temen que esa cifra se duplique.

De otro lado, el comienzo de 2021 ha estado marcado por la violencia: nueve masacres, asesinato de excombatientes de las Farc y de líderes sociales empañan los primeros días de este año. De acuerdo con cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, con el asesinato de Yordan ascendió a 20 el número de líderes sociales asesinados desde el 1 de enero. En total, desde la firma del acuerdo de paz se han presentado 1136 homicidios de defensores de derechos humanos o de personas que ejercían algún liderazgo en sus territorios.

De otro lado, también en el Cauca se confirmó el secuestro de dos extranjeros en El Patía, sur del Cauca. El secretario de Gobierno y Participación de Cauca, Luis Cornelio Angulo Mosquera, sostuvo que, “al parecer fueron retenidos por un grupo ilegal que delinque en esta zona. En estos momentos las autoridades están haciendo la búsqueda permanente para lograr dar con el paradero de estos dos extranjeros que desaparecieron el fin de semana en el oriente caucano”.